Fue un desahogo. Una caricia para los incondicionales hinchas del "lobo", que ayer a pesar del frío -parecía invierno- asistieron al "23 de Agosto" y se volvieron a sus casas con una sonrisa. No fueron muchos, pero estuvieron aquellos que realmente sienten la camiseta en piel. También sería injusto "castigar" a los ausentes porque la campaña es mala, pero sí es loable felicitar a aquellos que cantan "aunque ganas o pierdas, no me importa una m..., sino siendo del Lobo porque al Lobo lo quiero".
El sufrido triunfo sobre Guillermo Brown de Puerto Madryn, tras cuatro fechas sin festejos, implicó respirar un poco más tranquilo de cara a la recta final de la B Nacional. El "Flaco" Miranda fue el autor del único gol.
En el primer tiempo, el equipo de Gabriel Schürrer la pasó mal. Es que su rival "leyó" el partido. Porque esperó agazapado en el mediocampo y salió rápido de contragolpe, complicando el panorama.
De entrada, entre Marcelo Ojeda y Federico García cometieron un error compartido y Marinucci, ingresando a la carrera, punteó sobre el cuerpo del arquero local. De milagro no fue gol.
El "lobo" manejaba el trámite, pero no lastimaba, un mal que arrastra desde hace tiempo. Leandro Chetti tuvo un chance, pero falló en la resolución al patear forzado en lugar de enviar un centro atrás.
Y sobre el final de la etapa, Marinucci aguantó, giró y sacó un fuerte disparo que obligó a lucirse a Ojeda.
En el inicio del complemento, nuevamente Marinucci desbordó y el cabezazo de Zanni encontró en el "Uno" de Gimnasia bien ubicado para impedir el gol. Fue la tercera intervención impecable del santafesino.
Sin embargo, en la acción siguiente, Ramiro Cáseres habilitó a Chetti, quien metió un cabezazo cruzado y como un fantasma apareció Osvaldo Miranda para terminar de empujar el balón al fondo de las mallas.
Los minutos fueron pasando con la tranquilidad de tener la ventaja y saber aprovechar los espacios que dejaban los sureños al tener que buscar la igualdad.
Pero este buen momento se diluyó con la expulsión de Leonardo Ferreyra y el tramo final del encuentro fue para el infarto con Brown atacando sin ideas, pero acorralando el local.
Gimnasia volvió a ganar y es noticia. Ahora es clave que continúe cosechando de cara a la próxima campaña.
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Fue un desahogo. Una caricia para los incondicionales hinchas del "lobo", que ayer a pesar del frío -parecía invierno- asistieron al "23 de Agosto" y se volvieron a sus casas con una sonrisa. No fueron muchos, pero estuvieron aquellos que realmente sienten la camiseta en piel. También sería injusto "castigar" a los ausentes porque la campaña es mala, pero sí es loable felicitar a aquellos que cantan "aunque ganas o pierdas, no me importa una m..., sino siendo del Lobo porque al Lobo lo quiero".
El sufrido triunfo sobre Guillermo Brown de Puerto Madryn, tras cuatro fechas sin festejos, implicó respirar un poco más tranquilo de cara a la recta final de la B Nacional. El "Flaco" Miranda fue el autor del único gol.
En el primer tiempo, el equipo de Gabriel Schürrer la pasó mal. Es que su rival "leyó" el partido. Porque esperó agazapado en el mediocampo y salió rápido de contragolpe, complicando el panorama.
De entrada, entre Marcelo Ojeda y Federico García cometieron un error compartido y Marinucci, ingresando a la carrera, punteó sobre el cuerpo del arquero local. De milagro no fue gol.
El "lobo" manejaba el trámite, pero no lastimaba, un mal que arrastra desde hace tiempo. Leandro Chetti tuvo un chance, pero falló en la resolución al patear forzado en lugar de enviar un centro atrás.
Y sobre el final de la etapa, Marinucci aguantó, giró y sacó un fuerte disparo que obligó a lucirse a Ojeda.
En el inicio del complemento, nuevamente Marinucci desbordó y el cabezazo de Zanni encontró en el "Uno" de Gimnasia bien ubicado para impedir el gol. Fue la tercera intervención impecable del santafesino.
Sin embargo, en la acción siguiente, Ramiro Cáseres habilitó a Chetti, quien metió un cabezazo cruzado y como un fantasma apareció Osvaldo Miranda para terminar de empujar el balón al fondo de las mallas.
Los minutos fueron pasando con la tranquilidad de tener la ventaja y saber aprovechar los espacios que dejaban los sureños al tener que buscar la igualdad.
Pero este buen momento se diluyó con la expulsión de Leonardo Ferreyra y el tramo final del encuentro fue para el infarto con Brown atacando sin ideas, pero acorralando el local.
Gimnasia volvió a ganar y es noticia. Ahora es clave que continúe cosechando de cara a la próxima campaña.