El último sábado desde las 19, todas las puertas de los museos de nuestra provincia se abrieron para mostrar sus tesoros permanentes a la comunidad en simultáneo.
En una noche mágica, el encanto de las artes fue elegido para acompañar esta actividad que fue denominada "La noche de los museos" y que no pasó para nada desapercibida en la comunidad.
Desde la Catedral se podían escuchar los sonidos folclóricos de nuestra provincia en el talento de jóvenes y niños que demostraron una vez más un espectáculo de gran nivel.
La gente lograba ver a los artistas con la escultura de Manuel Belgrano y los kollas del Museo Itinerante Kolla de fondo, desprendiendo belleza en piezas únicas en la mirada de los visitantes. Caminando por calle Belgrano, una proyección con toda la historia de la Biblioteca Popular se veía en la pared de la una basílica San Francisco que desbordaba de bailecitos multicolores. Y es que los jóvenes del taller de danzas folclóricas de la Unju se llevaban los aplausos mientras interpretaban canciones de un inspirado Daniel Vedia, quien recién llegado del sur, sorprendió a todos con una selección de canciones propias de su repertorio.
Ya en la plaza "Ricardo Vilca", más artistas se sumaron a la velada en simultáneo y con su espíritu murguero, los chicos de Falta Un Tono, contagiaron a todos con la alegría de la danza libre hasta que llegó el tiempo de reflexión con un audiovisual profundo como el pensamiento del genial Eduardo Galeano. La mirada colectiva se centró en la pantalla ubicada en la plaza y la murga descansó por un momento. Hasta que la danza, esta vez folclórica, volvió a la escena a través de los alumnos de otro taller que supieron llevarse los aplausos gracias a zambas y chacareras que lograron ofrecer.
En casa "Macedonio Graz", la música también fue parte de la noche espectacular. Y es que en el patio colonial, la música de Nora Benaglia fue bienvenida con tantos aplausos como los que se multiplicaron también para los chicos del ballet de Humahuaca en la plaza "Ricardo Vilca".
Con el grito del caporal y la energía en movimiento, los bailarines se vistieron de negro y dorado para sorprender con sus coreografías.
La noche se cerró en la plaza con la actuación a puro ritmo del grupo Combo Locoto que supo apoderarse de los sentidos del público, desde su arribo al escenario. Los músicos desde hace seis años, rindieron un tributo al canto latinoamericano en sus voces e hicieron lo propio con sus instrumentos andinos. La fiesta de los museos terminó pasada la medianoche pero el entusiasmo siguió presente en el aire, en las calles jujeñas.
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El último sábado desde las 19, todas las puertas de los museos de nuestra provincia se abrieron para mostrar sus tesoros permanentes a la comunidad en simultáneo.
En una noche mágica, el encanto de las artes fue elegido para acompañar esta actividad que fue denominada "La noche de los museos" y que no pasó para nada desapercibida en la comunidad.
Desde la Catedral se podían escuchar los sonidos folclóricos de nuestra provincia en el talento de jóvenes y niños que demostraron una vez más un espectáculo de gran nivel.
La gente lograba ver a los artistas con la escultura de Manuel Belgrano y los kollas del Museo Itinerante Kolla de fondo, desprendiendo belleza en piezas únicas en la mirada de los visitantes. Caminando por calle Belgrano, una proyección con toda la historia de la Biblioteca Popular se veía en la pared de la una basílica San Francisco que desbordaba de bailecitos multicolores. Y es que los jóvenes del taller de danzas folclóricas de la Unju se llevaban los aplausos mientras interpretaban canciones de un inspirado Daniel Vedia, quien recién llegado del sur, sorprendió a todos con una selección de canciones propias de su repertorio.
Ya en la plaza "Ricardo Vilca", más artistas se sumaron a la velada en simultáneo y con su espíritu murguero, los chicos de Falta Un Tono, contagiaron a todos con la alegría de la danza libre hasta que llegó el tiempo de reflexión con un audiovisual profundo como el pensamiento del genial Eduardo Galeano. La mirada colectiva se centró en la pantalla ubicada en la plaza y la murga descansó por un momento. Hasta que la danza, esta vez folclórica, volvió a la escena a través de los alumnos de otro taller que supieron llevarse los aplausos gracias a zambas y chacareras que lograron ofrecer.
En casa "Macedonio Graz", la música también fue parte de la noche espectacular. Y es que en el patio colonial, la música de Nora Benaglia fue bienvenida con tantos aplausos como los que se multiplicaron también para los chicos del ballet de Humahuaca en la plaza "Ricardo Vilca".
Con el grito del caporal y la energía en movimiento, los bailarines se vistieron de negro y dorado para sorprender con sus coreografías.
La noche se cerró en la plaza con la actuación a puro ritmo del grupo Combo Locoto que supo apoderarse de los sentidos del público, desde su arribo al escenario. Los músicos desde hace seis años, rindieron un tributo al canto latinoamericano en sus voces e hicieron lo propio con sus instrumentos andinos. La fiesta de los museos terminó pasada la medianoche pero el entusiasmo siguió presente en el aire, en las calles jujeñas.