En el choque de ida de la Recopa Sudamericana, jugado en el estadio Monumental, River Plate fue mucho más que San Lorenzo, pero sólo se impuso por uno a cero. El miércoles se disputará la revancha en el Nuevo Gasómetro y allí se definirá todo.
El primer tiempo fue netamente favorable para el dueño de casa. Es que el equipo de Marcelo Gallardo salió a jugar como se debe una final: presionado, con los dientes apretados y peleando cada pelota como si fuese la última.
Sin embargo, fue el "cuervo" quien avisó al minuto con Cauteruccio apareciendo en medio de los centrales, pero no pudo controlar el balón cuando estaba a punto de encarar a Barovero.
Luego fue un monólogo del "millonario". Torrico se exigió para que el cabezazo de "Teo" Gutiérrez -sorprendentemente solo en el área chica- no terminara en el fondo de las mallas. En la acción siguiente nuevamente el colombiano ganó en lo alto y su frentazo pegó en el travesaño.
Un rato más tarde, el "Uno" de Boedo volvió a lucir bajo los palos en una estupenda reacción ante Gutiérrez. Todo era de River, pero el arquero visitante fue impasable y cuando no pudo él, el travesaño por segunda ocasión (otra vez cabeceó "Teo") y el palo (palomita de Maidana) impidieron el festejo.
Sobre el final de la etapa, Mora dejó a su rival en el camino y en el área definió horrible.
En el reanudación del juego, San Lorenzo sorprendió cuando Barrientos desparró rivales y dejó a Cauteruccio en una inmejorable posición, pero Barovero achicó con todo su cuerpo, evitando el grito del centrodelantero.
A partir que los volantes comenzaron a cortar los circuitos futbolísticos del rival, el cuadro de Bauza mejoró. Primero y principal tuvo la pelota lejos del arco de Torrico. Y en los momentos que pudo, contragolpeó con criterio. River fue cambiando su imagen. La solidez de la primera etapa se transformó en confusión y muchos pelotazos. Esta situación favoreció a los centrales del "cuervo".
Y de tanto buscar, el uruguayo Sánchez con un soberbio tiro bajo pudo vulnerar a Torrico para el delirio de los hinchas que coparon el Monumental. En la revancha, San Lorenzo está obligado a ganar por dos goles de diferencia.
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En el choque de ida de la Recopa Sudamericana, jugado en el estadio Monumental, River Plate fue mucho más que San Lorenzo, pero sólo se impuso por uno a cero. El miércoles se disputará la revancha en el Nuevo Gasómetro y allí se definirá todo.
El primer tiempo fue netamente favorable para el dueño de casa. Es que el equipo de Marcelo Gallardo salió a jugar como se debe una final: presionado, con los dientes apretados y peleando cada pelota como si fuese la última.
Sin embargo, fue el "cuervo" quien avisó al minuto con Cauteruccio apareciendo en medio de los centrales, pero no pudo controlar el balón cuando estaba a punto de encarar a Barovero.
Luego fue un monólogo del "millonario". Torrico se exigió para que el cabezazo de "Teo" Gutiérrez -sorprendentemente solo en el área chica- no terminara en el fondo de las mallas. En la acción siguiente nuevamente el colombiano ganó en lo alto y su frentazo pegó en el travesaño.
Un rato más tarde, el "Uno" de Boedo volvió a lucir bajo los palos en una estupenda reacción ante Gutiérrez. Todo era de River, pero el arquero visitante fue impasable y cuando no pudo él, el travesaño por segunda ocasión (otra vez cabeceó "Teo") y el palo (palomita de Maidana) impidieron el festejo.
Sobre el final de la etapa, Mora dejó a su rival en el camino y en el área definió horrible.
En el reanudación del juego, San Lorenzo sorprendió cuando Barrientos desparró rivales y dejó a Cauteruccio en una inmejorable posición, pero Barovero achicó con todo su cuerpo, evitando el grito del centrodelantero.
A partir que los volantes comenzaron a cortar los circuitos futbolísticos del rival, el cuadro de Bauza mejoró. Primero y principal tuvo la pelota lejos del arco de Torrico. Y en los momentos que pudo, contragolpeó con criterio. River fue cambiando su imagen. La solidez de la primera etapa se transformó en confusión y muchos pelotazos. Esta situación favoreció a los centrales del "cuervo".
Y de tanto buscar, el uruguayo Sánchez con un soberbio tiro bajo pudo vulnerar a Torrico para el delirio de los hinchas que coparon el Monumental. En la revancha, San Lorenzo está obligado a ganar por dos goles de diferencia.