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Triple atentado suicida deja unos 142 muertos

Sabado, 21 de marzo de 2015 00:00
Mezquita / Los cuerpos quedaron tendidos en el suelo tras la explosión de una bomba. 
Una rama yemenita del yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó los atentados explosivos suicidas de ayer contra dos mezquitas céntricas de Sanná, la capital yemení, y otra en la localidad norteña de Saada, en los que murieron al menos 142 personas y otras 300 resultaron heridas durante la nutrida oración del mediodía del viernes.
En un mensaje de audio difundido por la radio del EI, Al Bayan, que emite por internet, un locutor leyó un comunicado del grupo que señala que los ataques forman parte de "una serie de hazañas llevadas a cabo diariamente por los soldados del califato contra los enemigos de Alá y de su religión".
Sería la primera acción del EI en Yemen, que ya está soportando acciones de un ala potente de Al Qaeda.
El mensaje fue publicado en el mismo sitio web del EI en Libia que se atribuyó el atentado fatal del miércoles en el Museo Bardo de Túnez, y precisó que los ataques fueron perpetrados por cinco suicidas que llevaban cinturones explosivos, aunque toda la información previa solo mencionaba cuatro.
Cuatro irrumpieron en las mezquitas de Badr y Hashush, en Sanaá, donde detonaron sus artefactos. Un quinto perpetró solo el atentado en un templo de Saada, en el norte del Yemen y principal bastión del grupo rebelde chií de los hutíes, informaron las agencia de noticias.
"Los hutíes tienen que saber que los soldados del EI no van a estar tranquilos hasta erradicarlos y cortar el brazo del proyecto chií en el Yemen", señaló el locutor, en alusión a las presiones de los hutíes contra el Gobierno yemení, que han sumido al país en una profunda crisis política y de seguridad en los últimos meses.
Agregó que "esta operación es solo el principio de lo que va a venir en el futuro" y que los yihadistas se vengarán por la sangre de los musulmanes que fue derramada y por las mezquitas que fueron destruidas. Los hospitales de Sanaá pidieron inmediatamente donaciones de sangre para ayudar a los heridos.

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Una rama yemenita del yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó los atentados explosivos suicidas de ayer contra dos mezquitas céntricas de Sanná, la capital yemení, y otra en la localidad norteña de Saada, en los que murieron al menos 142 personas y otras 300 resultaron heridas durante la nutrida oración del mediodía del viernes.
En un mensaje de audio difundido por la radio del EI, Al Bayan, que emite por internet, un locutor leyó un comunicado del grupo que señala que los ataques forman parte de "una serie de hazañas llevadas a cabo diariamente por los soldados del califato contra los enemigos de Alá y de su religión".
Sería la primera acción del EI en Yemen, que ya está soportando acciones de un ala potente de Al Qaeda.
El mensaje fue publicado en el mismo sitio web del EI en Libia que se atribuyó el atentado fatal del miércoles en el Museo Bardo de Túnez, y precisó que los ataques fueron perpetrados por cinco suicidas que llevaban cinturones explosivos, aunque toda la información previa solo mencionaba cuatro.
Cuatro irrumpieron en las mezquitas de Badr y Hashush, en Sanaá, donde detonaron sus artefactos. Un quinto perpetró solo el atentado en un templo de Saada, en el norte del Yemen y principal bastión del grupo rebelde chií de los hutíes, informaron las agencia de noticias.
"Los hutíes tienen que saber que los soldados del EI no van a estar tranquilos hasta erradicarlos y cortar el brazo del proyecto chií en el Yemen", señaló el locutor, en alusión a las presiones de los hutíes contra el Gobierno yemení, que han sumido al país en una profunda crisis política y de seguridad en los últimos meses.
Agregó que "esta operación es solo el principio de lo que va a venir en el futuro" y que los yihadistas se vengarán por la sangre de los musulmanes que fue derramada y por las mezquitas que fueron destruidas. Los hospitales de Sanaá pidieron inmediatamente donaciones de sangre para ayudar a los heridos.

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