Una mujer denunció a su pareja por violencia doméstica y cuando la Policía acudió a la casa que ocupaba en el partido bonaerense de Berazategui terminó revelándole que en una habitación había droga, lo que permitió por casualidad desbaratar una banda de traficantes de nacionalidad boliviana y secuestrar unos 78 kilos de cocaína.
"Tras una denuncia fuimos a una casa de Berazategui y, efectivamente, una mujer había sido agredida por un hombre, pero cuando nos estábamos por ir la víctima dijo que en un cuarto había mucha droga escondida", destacó el comisario general Rodolfo Ojeda, jefe de la Superintendencia de Zona Sur 1.
De acuerdo al informe, con una orden de allanamiento de la Justicia Federal efectivos de la Jefatura Departamental de Quilmes secuestraron la droga escondida en la vivienda de Berazategui y luego detuvieron al propietario y a otros tres personas, que integraban parte de la banda.
El comisario Ojeda explicó que "la organización estaba terminando de instalar una cocina de cocaína, con todos los elementos necesarios. Estaban muy bien organizados para fraccionar, estirar y distribuir desde ahí la droga, de máxima pureza".
El jefe policial detalló que las investigaciones posteriores, que incluyeron "fotos, filmaciones y seguimientos encubiertos" permitieron descubrir que esa droga provenía de la villa de emergencia 1-11-14, ubicada en la zona porteña del Bajo Flores, frente al estadio del club San Lorenzo.
Con estos datos se allanaron varios domicilios utilizados por los delincuentes para el acopio y venta de estupefacientes, donde se detuvieron a "nueve personas, todas de nacionalidad boliviana, que completaban esta banda", indicó Ojeda.
El jefe policial agregó que en uno de los domicilios allanados de esa villa "tenían como pantalla un mercadito, pero era un lugar donde acopiaban la droga".
"Comprobamos, analizando los celulares incautados, que ambas células estaban profundamente ligados", completó Ojeda.
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Una mujer denunció a su pareja por violencia doméstica y cuando la Policía acudió a la casa que ocupaba en el partido bonaerense de Berazategui terminó revelándole que en una habitación había droga, lo que permitió por casualidad desbaratar una banda de traficantes de nacionalidad boliviana y secuestrar unos 78 kilos de cocaína.
"Tras una denuncia fuimos a una casa de Berazategui y, efectivamente, una mujer había sido agredida por un hombre, pero cuando nos estábamos por ir la víctima dijo que en un cuarto había mucha droga escondida", destacó el comisario general Rodolfo Ojeda, jefe de la Superintendencia de Zona Sur 1.
De acuerdo al informe, con una orden de allanamiento de la Justicia Federal efectivos de la Jefatura Departamental de Quilmes secuestraron la droga escondida en la vivienda de Berazategui y luego detuvieron al propietario y a otros tres personas, que integraban parte de la banda.
El comisario Ojeda explicó que "la organización estaba terminando de instalar una cocina de cocaína, con todos los elementos necesarios. Estaban muy bien organizados para fraccionar, estirar y distribuir desde ahí la droga, de máxima pureza".
El jefe policial detalló que las investigaciones posteriores, que incluyeron "fotos, filmaciones y seguimientos encubiertos" permitieron descubrir que esa droga provenía de la villa de emergencia 1-11-14, ubicada en la zona porteña del Bajo Flores, frente al estadio del club San Lorenzo.
Con estos datos se allanaron varios domicilios utilizados por los delincuentes para el acopio y venta de estupefacientes, donde se detuvieron a "nueve personas, todas de nacionalidad boliviana, que completaban esta banda", indicó Ojeda.
El jefe policial agregó que en uno de los domicilios allanados de esa villa "tenían como pantalla un mercadito, pero era un lugar donde acopiaban la droga".
"Comprobamos, analizando los celulares incautados, que ambas células estaban profundamente ligados", completó Ojeda.