Hoy miércoles se celebra un nuevo aniversario de la
Virgen "María Reina de la Paz", por lo que se espera la llegada de devotos para los festejos que se harán en la capilla de Guerrero.
La misa comenzará a las 16, y será presidida por el párroco, acompañado por un coro compuesto por niños de la zona y
bandas de sikuris.
Para llegar al lugar, los devotos deben ingresar por el camino vecinal que está a metros del puente Guerrero. Deben recorrer 6 kilómetros hasta llegar a la capilla. Pueden ingresar todo tipo de vehículos.
La capilla se encuentra a unos 18 km de esta capital. En 1982 comenzó a construirse y en el 2000 la inauguraron. Marcelo y el fundador del lugar, Dionel Zarra, se encargan del mantenimiento y sobre todo de continuar acrecentando la fe por la Virgen María.
En el interior de la capilla hay una bella imagen de la Virgen María Reina de la Paz, con una altura de 1.76m, la misma altura que tenía la madre de Jesús. Está encerrada en una cápsula de plástico, mirando hacia abajo y trasmitiendo paz en sus ojos, con las manos abiertas como dando la bendición a todos los que entran a ese lugar.
Hoy miércoles se celebra un nuevo aniversario de la
Virgen "María Reina de la Paz", por lo que se espera la llegada de devotos para los festejos que se harán en la capilla de Guerrero.
La misa comenzará a las 16, y será presidida por el párroco, acompañado por un coro compuesto por niños de la zona y
bandas de sikuris.
Para llegar al lugar, los devotos deben ingresar por el camino vecinal que está a metros del puente Guerrero. Deben recorrer 6 kilómetros hasta llegar a la capilla. Pueden ingresar todo tipo de vehículos.
La capilla se encuentra a unos 18 km de esta capital. En 1982 comenzó a construirse y en el 2000 la inauguraron. Marcelo y el fundador del lugar, Dionel Zarra, se encargan del mantenimiento y sobre todo de continuar acrecentando la fe por la Virgen María.
En el interior de la capilla hay una bella imagen de la Virgen María Reina de la Paz, con una altura de 1.76m, la misma altura que tenía la madre de Jesús. Está encerrada en una cápsula de plástico, mirando hacia abajo y trasmitiendo paz en sus ojos, con las manos abiertas como dando la bendición a todos los que entran a ese lugar.