¿Cuál es el análisis que hizo sobre el tratamiento político en la escuela?
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¿Cuál es el análisis que hizo sobre el tratamiento político en la escuela?
-En el último tiempo en el mundo académico como en la sociedad en general se ha producido una revalorización de la política y de la historia, que tuvo importantes implicancias en el sistema educativo. Tópicos como la participación política y la juventud o el derecho al voto de los adolescentes, son ilustrativos de las nuevas preocupaciones e intereses existentes en nuestra sociedad. Por eso el sistema educativo no es ni debe considerarse ajeno al tratamiento de estas temáticas, sino debe auspiciar el espacio para su debate con el propósito de generar herramientas útiles en el aula tanto a los docentes terciarios como a los estudiantes en su calidad de futuras generaciones.
¿Y cómo se incentiva para generar una conciencia histórica para que sean más críticos y puedan debatir este tema?
-La historia cumple un rol crucial en la comprensión de los fenómenos políticos dado que cumple con múltiples clivajes de donde pensar la política pasada y del presente, posibilita reflexionar los procesos políticos de Argentina dentro de un marco regional y también mundial. Una de las mayores contribuciones fue la de abordar la historia desde esta perspectiva, permitir analizar y discutir este presente que como un prisma se mira y revisa críticamente, a nivel local y regional e incluso mundial.
¿De la historia qué épocas toma para hacer un paralelismo, para hacer un análisis del contexto actual?
-Se abordaron distintas temáticas, estuvo orientada a los tres ejes: la historia, política y educación, y a modo de ejemplo se tomaron distintos hechos históricos a nivel local y mundial, y cómo se entrecruzan haciendo entrar en diálogo el pasado con el presente, como lo macro y micro. Por ejemplo lo que sucedió con el bicentenario del Éxodo Jujeño o con el de la Revolución de Mayo en 2010 porque en este último se armó una gran discusión sobre el centenario de 1910, fueron muchas las figuras y académicos que salieron en los medios hablando, muchos de que fue positivo, representativo de la Argentina agroexporadora en comparación con la de 2010. Otros fueron matizando que si bien el país era muy rico y en crecimiento, la riqueza no se distribuía equitativamente sino que un pequeño sector de la población era la que gozaba esa riqueza mientras había una gran desigualdad social. Había un estado de sitio, es decir que matizaban esa visión de esa Argentina feliz. Ese debate de bueno o malo se estableció como una forma de discutir el presente, se los comparaba. Se planteó la historia no como un conjunto de hechos aislados sino como una manera de repensar y discutir nuestro presente.
¿En el caso del Éxodo Jujeño cómo lo abordaron?
-Fue también una manera de repensar nuestro presente como jujeños dado que se multiplicaron las actividades, las hubo de distintos sectores del mundo académico donde los jujeños repasamos nuestra historia y reivindicamos ese acontecimiento desde una mirada del 2012. Fue un hecho positivo porque no sólo los historiadores reivindicamos ese glorioso hecho sino el Gobierno se hizo presente e hizo posible que surgieran muchas publicaciones no sólo académicos donde se rescató el pasado, de distintas interpretaciones. Desde un punto de vista histórico se enmarca dentro de la guerra de la Independencia, fue un hecho crucial en ese contexto dado que marca el protagonismo del pueblo jujeño en la defensa de los ideales revolucionarios, si fracasaba esa resistencia, las tropas realistas ingresaban por Jujuy y no iban a tener muchos obstáculos para llegar a Buenos Aires y acabar con la Revolución de Mayo. La importancia que tiene es cómo Jujuy se convierte en el bastión de la defensa de los ideales revolucionarios nacidos en mayo de 1810 y que se extendió por 10 años dado que no sólo hubo un Éxodo Jujeño sino muchos más. Fue un hecho donde uno puede ver cómo la historia, la política y la educación se entrecruzan, ya que hasta el día de hoy es importante porque involucra al Estado como responsable de reivindicar estos hechos representativos del pasado, que nos hace repensar nuestra identidad, y queda mucho por investigar del pasado. Se incentivó a los chicos a que sigan formándose, descubrir nuestro pasado prehispánico, colonial, durante las guerras de Independencia.