Avanza una construcción

Maimará, lugar que eligieron el filósofo Gunter Rodolfo Kusch y su esposa Elizabeth para vivir con sus hijos, es la localidad que alberga la memoria de su estadía ahí. Es el pueblo donde se erige su tumba. A Kusch lo alcanzó la muerte en Buenos Aires, a donde había viajado con su mujer. Sus restos permanecieron en esa provincia por un tiempo hasta que fueron trasladados al sepulcro del pueblo quebradeño.

Hoy visitan el túmulo que lo evoca, muchas personas de nuestra América y también de nuestro país, sobre todo provenientes de Buenos Aires que conocen la obra de Kusch.

Salma Haidar, miembro de la Fundación "Sujeto y Predicado", asociación que está abocada a la puesta en valor de lo que ya se llama "La Apacheta de América", brindó detalles de los trabajos que se concretan en el cementerio maimareño.

"Las tareas de reconstrucción o puesta en valor continúan a buen ritmo en el cementerio de Maimará en donde en lo alto de una colina, desde la que se aprecia toda la comarca, se encuentra el túmulo que lo recuerda. El haber estado expuesto en forma abierta y confiada, en el tiempo fueron desapareciendo placas identificadoras, lajas, recuerdos. Cuando llegamos con Elizabeth un día del año pasado a visitar el lugar, sólo había dibujos y una inscripción anónima a la vez que muy atinada, hecha con tinta blanca, letra muy menuda y prolijamente escrita que rezaba "El viento se lleva la tierra, pero América está aquí". Todo el panorama nos conmovió especialmente y ahí decidimos junto a Elizabeth comenzar esta tarea de puesta en valor que hoy sigue adelante".

Agregó que "había que buscar contribuciones y las logramos. Aportes que, en su momento, sabremos agradecer ampliamente.

El plano actual dispone un doble círculo. El interno deberá ser resguardado por un reja a su alrededor al que no obstante se prevé establecer un modo de acceso, a la vez que en todo momento, se podrá circundar la apacheta por una vereda exterior, precisó finalmente.

Maimará, lugar que eligieron el filósofo Gunter Rodolfo Kusch y su esposa Elizabeth para vivir con sus hijos, es la localidad que alberga la memoria de su estadía ahí. Es el pueblo donde se erige su tumba. A Kusch lo alcanzó la muerte en Buenos Aires, a donde había viajado con su mujer. Sus restos permanecieron en esa provincia por un tiempo hasta que fueron trasladados al sepulcro del pueblo quebradeño.

Hoy visitan el túmulo que lo evoca, muchas personas de nuestra América y también de nuestro país, sobre todo provenientes de Buenos Aires que conocen la obra de Kusch.

Salma Haidar, miembro de la Fundación "Sujeto y Predicado", asociación que está abocada a la puesta en valor de lo que ya se llama "La Apacheta de América", brindó detalles de los trabajos que se concretan en el cementerio maimareño.

"Las tareas de reconstrucción o puesta en valor continúan a buen ritmo en el cementerio de Maimará en donde en lo alto de una colina, desde la que se aprecia toda la comarca, se encuentra el túmulo que lo recuerda. El haber estado expuesto en forma abierta y confiada, en el tiempo fueron desapareciendo placas identificadoras, lajas, recuerdos. Cuando llegamos con Elizabeth un día del año pasado a visitar el lugar, sólo había dibujos y una inscripción anónima a la vez que muy atinada, hecha con tinta blanca, letra muy menuda y prolijamente escrita que rezaba "El viento se lleva la tierra, pero América está aquí". Todo el panorama nos conmovió especialmente y ahí decidimos junto a Elizabeth comenzar esta tarea de puesta en valor que hoy sigue adelante".

Agregó que "había que buscar contribuciones y las logramos. Aportes que, en su momento, sabremos agradecer ampliamente.

El plano actual dispone un doble círculo. El interno deberá ser resguardado por un reja a su alrededor al que no obstante se prevé establecer un modo de acceso, a la vez que en todo momento, se podrá circundar la apacheta por una vereda exterior, precisó finalmente.