Con relatos cortos, microrrelatos, anécdotas de la cocina de cada uno de ellos, la escritora jujeña Ildiko Nassr presentó ayer su libro "Ni en tus peores pesadillas" en el Centro Cultural "Macedonio Graz", junto a su par Susana Quiroga, quien supo definir el perfil de la autora. La búsqueda de la felicidad fue uno de los ejes del trabajo cuyo formato, pequeño y sin índice respondió a la posibilidad de sumergirse en él desde cualquier página.
La amena velada reunió escritores, artistas, alumnos y familiares, e incluyó improvisación para superar unos ventosos minutos que sacaron a relucir la lucidez y creatividad de la autora que comenzó adelantando el origen del libro, las historias que la hicieron posible, que luego se profundizaron y cobraron relevancia con la lectura de los micro-relatos.
La escritora Susana Quiroga fue la encargada de presentarla formalmente, y definiéndola como una gran narradora, escritora, niña, poeta y mucho más, buscando definir su estilo destacando su historia y su trabajo. Luego de leer algunos fragmentos, destacó el gran poder de observación y la habilidad para plasmarlo en su trabajo, y trasmitirlo como lo hace.
Ildiko Nassr comenzó explicando cómo define micro ficción una autora mexicana, como una literatura "des-
generada" asumiendo que el libro se enmarca en ello no sólo por sus cortas producciones, ni porque sea editados por la editorial Macedonio especializada en ello sino por su abordaje. "Tiene que ver con el desborde o estar en el borde, no trata de teorizar sino de manifestar una realidad, y la distinción entre el adentro y el afuera de la que hablaba Susana (Quiroga) aparece constantemente", precisó la escritora.
Explicó por ello mucho del contexto y las percepciones que detonaron el trabajo, luego de momentos de temor e incertidumbre en un espacio agreste, la cárcel y es que la autora trabajó durante cuatro años en educación en contexto de encierro. En su trabajo plasmar sensaciones, miradas y la atmósfera del lugar, de los actores, pero no sólo se centró en ello sino también en escenas de la vida cotidiana y con una práctica muy efectiva de la imaginación apelando a la ficción o a realidades ficcionadas.
Un ejemplo de ello fue "Hija": "Ahora duerme como un angelito. Es hermoso verla así, tan tranquila en su cuna. Estuvo haciendo travesuras toda la tarde. Pero apenas es una bebé, así que se lo permito. Es infinito el amor que siento por ella y no quiero que se enoje conmigo.
Luego limpiaré las manchas de sangre de la habitación. Y pronto le enseñaré a no ensuciar tanto y borrar sus huellas".
Casi al final, una presentación en imágenes permitió a la autora hacer un racconto sobre su trayectoria, que incluyó no sólo sus libros del que comentó la temática y los entretelones en que se hicieron o presentaron, sino también las innumerables participaciones en antologías y publicaciones devenidas de encuentros de escritores, en Alemania, Italia, España, en las que fue traducida, otras latinoamericanas y nacionales compartiendo con autores de la talla de Adolfo Bioy Casares.
Contó que en algunas instancias participó de su presentación o su cocina, con reconocidos escritores como Juan Romagnoli, quien compartió el encuentro en Alemania y le envió un mensaje para la presentación destacando su labor. Finalmente sintetizó su trabajo, "todo se centra en la idea de encontrar la felicidad, despojarse de todo y comenzar a vivirla".
La amena velada reunió escritores, artistas, alumnos y familiares, e incluyó improvisación para superar unos ventosos minutos que sacaron a relucir la lucidez y creatividad de la autora que comenzó adelantando el origen del libro, las historias que la hicieron posible, que luego se profundizaron y cobraron relevancia con la lectura de los micro-relatos.
La escritora Susana Quiroga fue la encargada de presentarla formalmente, y definiéndola como una gran narradora, escritora, niña, poeta y mucho más, buscando definir su estilo destacando su historia y su trabajo. Luego de leer algunos fragmentos, destacó el gran poder de observación y la habilidad para plasmarlo en su trabajo, y trasmitirlo como lo hace.
Ildiko Nassr comenzó explicando cómo define micro ficción una autora mexicana, como una literatura "des-
generada" asumiendo que el libro se enmarca en ello no sólo por sus cortas producciones, ni porque sea editados por la editorial Macedonio especializada en ello sino por su abordaje. "Tiene que ver con el desborde o estar en el borde, no trata de teorizar sino de manifestar una realidad, y la distinción entre el adentro y el afuera de la que hablaba Susana (Quiroga) aparece constantemente", precisó la escritora.
Explicó por ello mucho del contexto y las percepciones que detonaron el trabajo, luego de momentos de temor e incertidumbre en un espacio agreste, la cárcel y es que la autora trabajó durante cuatro años en educación en contexto de encierro. En su trabajo plasmar sensaciones, miradas y la atmósfera del lugar, de los actores, pero no sólo se centró en ello sino también en escenas de la vida cotidiana y con una práctica muy efectiva de la imaginación apelando a la ficción o a realidades ficcionadas.
Un ejemplo de ello fue "Hija": "Ahora duerme como un angelito. Es hermoso verla así, tan tranquila en su cuna. Estuvo haciendo travesuras toda la tarde. Pero apenas es una bebé, así que se lo permito. Es infinito el amor que siento por ella y no quiero que se enoje conmigo.
Luego limpiaré las manchas de sangre de la habitación. Y pronto le enseñaré a no ensuciar tanto y borrar sus huellas".
Casi al final, una presentación en imágenes permitió a la autora hacer un racconto sobre su trayectoria, que incluyó no sólo sus libros del que comentó la temática y los entretelones en que se hicieron o presentaron, sino también las innumerables participaciones en antologías y publicaciones devenidas de encuentros de escritores, en Alemania, Italia, España, en las que fue traducida, otras latinoamericanas y nacionales compartiendo con autores de la talla de Adolfo Bioy Casares.
Contó que en algunas instancias participó de su presentación o su cocina, con reconocidos escritores como Juan Romagnoli, quien compartió el encuentro en Alemania y le envió un mensaje para la presentación destacando su labor. Finalmente sintetizó su trabajo, "todo se centra en la idea de encontrar la felicidad, despojarse de todo y comenzar a vivirla".
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Con relatos cortos, microrrelatos, anécdotas de la cocina de cada uno de ellos, la escritora jujeña Ildiko Nassr presentó ayer su libro "Ni en tus peores pesadillas" en el Centro Cultural "Macedonio Graz", junto a su par Susana Quiroga, quien supo definir el perfil de la autora. La búsqueda de la felicidad fue uno de los ejes del trabajo cuyo formato, pequeño y sin índice respondió a la posibilidad de sumergirse en él desde cualquier página.
La amena velada reunió escritores, artistas, alumnos y familiares, e incluyó improvisación para superar unos ventosos minutos que sacaron a relucir la lucidez y creatividad de la autora que comenzó adelantando el origen del libro, las historias que la hicieron posible, que luego se profundizaron y cobraron relevancia con la lectura de los micro-relatos.
La escritora Susana Quiroga fue la encargada de presentarla formalmente, y definiéndola como una gran narradora, escritora, niña, poeta y mucho más, buscando definir su estilo destacando su historia y su trabajo. Luego de leer algunos fragmentos, destacó el gran poder de observación y la habilidad para plasmarlo en su trabajo, y trasmitirlo como lo hace.
Ildiko Nassr comenzó explicando cómo define micro ficción una autora mexicana, como una literatura "des-
generada" asumiendo que el libro se enmarca en ello no sólo por sus cortas producciones, ni porque sea editados por la editorial Macedonio especializada en ello sino por su abordaje. "Tiene que ver con el desborde o estar en el borde, no trata de teorizar sino de manifestar una realidad, y la distinción entre el adentro y el afuera de la que hablaba Susana (Quiroga) aparece constantemente", precisó la escritora.
Explicó por ello mucho del contexto y las percepciones que detonaron el trabajo, luego de momentos de temor e incertidumbre en un espacio agreste, la cárcel y es que la autora trabajó durante cuatro años en educación en contexto de encierro. En su trabajo plasmar sensaciones, miradas y la atmósfera del lugar, de los actores, pero no sólo se centró en ello sino también en escenas de la vida cotidiana y con una práctica muy efectiva de la imaginación apelando a la ficción o a realidades ficcionadas.
Un ejemplo de ello fue "Hija": "Ahora duerme como un angelito. Es hermoso verla así, tan tranquila en su cuna. Estuvo haciendo travesuras toda la tarde. Pero apenas es una bebé, así que se lo permito. Es infinito el amor que siento por ella y no quiero que se enoje conmigo.
Luego limpiaré las manchas de sangre de la habitación. Y pronto le enseñaré a no ensuciar tanto y borrar sus huellas".
Casi al final, una presentación en imágenes permitió a la autora hacer un racconto sobre su trayectoria, que incluyó no sólo sus libros del que comentó la temática y los entretelones en que se hicieron o presentaron, sino también las innumerables participaciones en antologías y publicaciones devenidas de encuentros de escritores, en Alemania, Italia, España, en las que fue traducida, otras latinoamericanas y nacionales compartiendo con autores de la talla de Adolfo Bioy Casares.
Contó que en algunas instancias participó de su presentación o su cocina, con reconocidos escritores como Juan Romagnoli, quien compartió el encuentro en Alemania y le envió un mensaje para la presentación destacando su labor. Finalmente sintetizó su trabajo, "todo se centra en la idea de encontrar la felicidad, despojarse de todo y comenzar a vivirla".
La amena velada reunió escritores, artistas, alumnos y familiares, e incluyó improvisación para superar unos ventosos minutos que sacaron a relucir la lucidez y creatividad de la autora que comenzó adelantando el origen del libro, las historias que la hicieron posible, que luego se profundizaron y cobraron relevancia con la lectura de los micro-relatos.
La escritora Susana Quiroga fue la encargada de presentarla formalmente, y definiéndola como una gran narradora, escritora, niña, poeta y mucho más, buscando definir su estilo destacando su historia y su trabajo. Luego de leer algunos fragmentos, destacó el gran poder de observación y la habilidad para plasmarlo en su trabajo, y trasmitirlo como lo hace.
Ildiko Nassr comenzó explicando cómo define micro ficción una autora mexicana, como una literatura "des-
generada" asumiendo que el libro se enmarca en ello no sólo por sus cortas producciones, ni porque sea editados por la editorial Macedonio especializada en ello sino por su abordaje. "Tiene que ver con el desborde o estar en el borde, no trata de teorizar sino de manifestar una realidad, y la distinción entre el adentro y el afuera de la que hablaba Susana (Quiroga) aparece constantemente", precisó la escritora.
Explicó por ello mucho del contexto y las percepciones que detonaron el trabajo, luego de momentos de temor e incertidumbre en un espacio agreste, la cárcel y es que la autora trabajó durante cuatro años en educación en contexto de encierro. En su trabajo plasmar sensaciones, miradas y la atmósfera del lugar, de los actores, pero no sólo se centró en ello sino también en escenas de la vida cotidiana y con una práctica muy efectiva de la imaginación apelando a la ficción o a realidades ficcionadas.
Un ejemplo de ello fue "Hija": "Ahora duerme como un angelito. Es hermoso verla así, tan tranquila en su cuna. Estuvo haciendo travesuras toda la tarde. Pero apenas es una bebé, así que se lo permito. Es infinito el amor que siento por ella y no quiero que se enoje conmigo.
Luego limpiaré las manchas de sangre de la habitación. Y pronto le enseñaré a no ensuciar tanto y borrar sus huellas".
Casi al final, una presentación en imágenes permitió a la autora hacer un racconto sobre su trayectoria, que incluyó no sólo sus libros del que comentó la temática y los entretelones en que se hicieron o presentaron, sino también las innumerables participaciones en antologías y publicaciones devenidas de encuentros de escritores, en Alemania, Italia, España, en las que fue traducida, otras latinoamericanas y nacionales compartiendo con autores de la talla de Adolfo Bioy Casares.
Contó que en algunas instancias participó de su presentación o su cocina, con reconocidos escritores como Juan Romagnoli, quien compartió el encuentro en Alemania y le envió un mensaje para la presentación destacando su labor. Finalmente sintetizó su trabajo, "todo se centra en la idea de encontrar la felicidad, despojarse de todo y comenzar a vivirla".