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Los imputados hoy podrían ser condenados

Lunes, 21 de noviembre de 2016 01:30
<div>AUDIENCIA / LOS IMPUTADOS JUNTO A SUS ABOGADOS DEFENSORES.&nbsp;</div><div>
En la sala de audiencias del octavo piso del edificio de Tribunales, en esta jornada se producirán los alegatos por el juicio oral y público que se le siguen a tres jóvenes acusados de asesinar a un hombre delante de su familia, en un intento de robo, ocurrido en septiembre del 2013, en un tramo de la ruta provincial 56 a la altura de Forestal.
Según las declaraciones de dos testigos, amigas de los imputados, estos quedaron muy comprometidos en el hecho. Las hermanas Aldana manifestaron que "Yoyi" Cáceres había comentado que "se habían mandado una macana, que habían matado a un hombre en la ruta".
Miguel "Coco" Lamas, Eduardo "Cucusa" Rivero y Pablo "Quicho" Jaime llegaron a juicio acusados de ser los supuestos autores de los delitos de "tentativa de robo calificado" y "homicidio calificado". Cabe recordar que Raúl Cáceres fue sobreseído en la investigación preparatoria.
El representante legal de Lamas y Rivero es Carlos Sáenz, mientras que Jaime es representado por Diego Javier Chacón.
El hecho ocurrió pasadas las 23 de ese sábado 21 de septiembre del 2013, cuando el matrimonio junto a su hija de 6 años se dirigían a su domicilio desde la ciudad de Palpalá, por la ruta provincial 56 que converge al barrio Higuerillas.
Pero a 500 metros del sector denominado "El Triángulo" en la ciudad siderúrgica, la mujer que conducía el automóvil detuvo la marcha al toparse con troncos que obstaculizaban su tránsito, por lo que su marido, Adrián Molina, descendió del coche para liberar la ruta.
De la oscuridad salieron al menos tres sujetos y con armas blancas y sin mediar palabras atacaron al hombre con claras intenciones de robo. Molina habría intentado defenderse mientras le gritaba su esposa que escapara junto a su hija, por lo que la mujer aceleró pasando sobre los troncos, mientras veía que su esposo caía sobre el asfalto derribado por sus asesinos.
Uno de los acusados arrojó piedras al vehículo rompiendo la luneta, pero providencialmente no logró lastimar a la hija del matrimonio, que se encontraba en el asiento trasero.
La contadora mientras escapaba llamó a la policía desde su teléfono celular, que a los minutos envió efectivos al lugar de la emboscada.
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En la sala de audiencias del octavo piso del edificio de Tribunales, en esta jornada se producirán los alegatos por el juicio oral y público que se le siguen a tres jóvenes acusados de asesinar a un hombre delante de su familia, en un intento de robo, ocurrido en septiembre del 2013, en un tramo de la ruta provincial 56 a la altura de Forestal.
Según las declaraciones de dos testigos, amigas de los imputados, estos quedaron muy comprometidos en el hecho. Las hermanas Aldana manifestaron que "Yoyi" Cáceres había comentado que "se habían mandado una macana, que habían matado a un hombre en la ruta".
Miguel "Coco" Lamas, Eduardo "Cucusa" Rivero y Pablo "Quicho" Jaime llegaron a juicio acusados de ser los supuestos autores de los delitos de "tentativa de robo calificado" y "homicidio calificado". Cabe recordar que Raúl Cáceres fue sobreseído en la investigación preparatoria.
El representante legal de Lamas y Rivero es Carlos Sáenz, mientras que Jaime es representado por Diego Javier Chacón.
El hecho ocurrió pasadas las 23 de ese sábado 21 de septiembre del 2013, cuando el matrimonio junto a su hija de 6 años se dirigían a su domicilio desde la ciudad de Palpalá, por la ruta provincial 56 que converge al barrio Higuerillas.
Pero a 500 metros del sector denominado "El Triángulo" en la ciudad siderúrgica, la mujer que conducía el automóvil detuvo la marcha al toparse con troncos que obstaculizaban su tránsito, por lo que su marido, Adrián Molina, descendió del coche para liberar la ruta.
De la oscuridad salieron al menos tres sujetos y con armas blancas y sin mediar palabras atacaron al hombre con claras intenciones de robo. Molina habría intentado defenderse mientras le gritaba su esposa que escapara junto a su hija, por lo que la mujer aceleró pasando sobre los troncos, mientras veía que su esposo caía sobre el asfalto derribado por sus asesinos.
Uno de los acusados arrojó piedras al vehículo rompiendo la luneta, pero providencialmente no logró lastimar a la hija del matrimonio, que se encontraba en el asiento trasero.
La contadora mientras escapaba llamó a la policía desde su teléfono celular, que a los minutos envió efectivos al lugar de la emboscada.

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