Una vez más, el arte de Diego Salva salió de viaje. Con sus títeres hizo un recorrido por Colombia, visitando comunidades aborígenes, a las que cuesta mucho acceder.
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Una vez más, el arte de Diego Salva salió de viaje. Con sus títeres hizo un recorrido por Colombia, visitando comunidades aborígenes, a las que cuesta mucho acceder.
Fue presentando su obra "Draculín, Draculón" y con mucha insistencia logró dar una función en estas comunidades que ponen un énfasis especial en el preservar su cultura social y políticamente.
También estuvo presentando su obra en espacios públicos de distintas ciudades, y tuvo la oportunidad de estar invitado en un programa de televisión del canal Apacibol, que grabó unja función.
Cuarenta días duró el recorrido. Explicó que entre otras experiencias, compartió unos días con el proyecto de centro ecológico "Piensa Verde" de un barrio muy humilde de santa Marta,, donde los niños se ocupan de diferentes actividades con el fin de apartarlos de los flegslos sociales como las drogas. A través de "Piensa Verde" por ejemplo se limpian las playas de Colombia. Lo más importante de estas experiencias son los contactos que de generan entre artistas e instituciones.