Un piano sin cantante, que tuvo que demostrar que sólo en el escenario, da que hablar, es sin dudas el de la jujeña Elena Mattos. La artista presentará su segundo disco "Senderos" el próximo 8 de abril a las 21, en el Cine Teatro Select. El título del disco se completa con la forma en que la definen sus pares "El folclore también tiene una princesa del piano".
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Un piano sin cantante, que tuvo que demostrar que sólo en el escenario, da que hablar, es sin dudas el de la jujeña Elena Mattos. La artista presentará su segundo disco "Senderos" el próximo 8 de abril a las 21, en el Cine Teatro Select. El título del disco se completa con la forma en que la definen sus pares "El folclore también tiene una princesa del piano".
Se trata de una producción en la que se incluyen diez temas que reflejan el perfil más actual y quizás el definitivo de Elena, puesto que incluye ritmos jujeños. "Antes yo hacía más polcas y chamamé, y la gente no me identificaba bien como norteña o jujeña", cuenta, "mi marido me ayudó a dar este vuelco en mi estilo incluyendo también el folclore jujeño", comenta feliz por el producto que logró con este nuevo trabajo.
Si bien es su segundo trabajo discográfico, éste que tiene hoy en sus manos, está hecho con más profesionalismo, más producción, "fue más pensado", dice, y quizás tiene que ver este fruto con la plenitud por la que está pasando esta jujeña en su vida personal y artística. "El disco anterior fue más sencillo y en otro momento de mi vida. Este está hecho con todo", dice
Y la alegría de escucharla se aumenta cuando se revive su historia. Elena estuvo muchos años fuera de los escenarios por problemas de salud, y cuando volvió, recuperada, volvió con más fuerza que nunca.
Estuvo en importantes peñas de la ciudad, festivales y el año pasado hasta fue parte del espectáculos de Aadi (Asociación Argentina de Intérpretes) que se hizo en el teatro Mitre, junto a Mónica Pantoja y Tomás Lipán.
También estuvo en Los Hornitos (Festival de la Comida Regional) que se hace en conmemoración del Éxodo Jujeño, donde tuvo una aceptación impactante, porque sorprendió que su música, con sólo el instrumento hiciera levantar al público. "La gente me hizo subir dos veces. Las autoridades se sorprendieron de lo que podía hacer un piano en Los Hornitos", recuerda muy contenta.
Se tiene la idea de que el piano es para sentarse cómodo a escuchar, y Elena Mattos rompe con esa concepción, y lo explica así: "Lo que pasa es que yo en el escenario no expreso sólo con el piano y las manos, sino con todo el cuerpo. Es un espectáculo. Más ahora que tengo más música (por la incorporación de músicos a su banda), y porque cuando me doy cuenta estoy moviendo la cabeza, las piernas, etc.". La formación que la acompaña normalmente es su marido Daniel Pérez, Quique Miranda y Elías Tolaba. Además en las presentaciones especiales se suman Ricardo "Papiruli" Mamaní en quena, charango y zamponia, y Erico Salas.
Los recursos
Cuenta Elena, en conversación con El Tribuno de Jujuy, qué es lo que hace diferente su música. "La zamba ’Me gusta Jujuy cuando llueve’ por ejemplo, tiene arreglos de lluvia, con truenos y todo, y en esa ambientación recién entra el piano. Y en el espectáculo lo vamos a ambientar con luces también y una parejita de baile va hacer la coreografía".
Y a pesar de que la estrella es el piano, agradeció la participación de Carlos León, quien canta uno de los temas que eligió para este disco. "Él canta en el tema 10, ’Caramelo de limón’, que es una canción que la grabaron muchos artistas, entre ellos Ricky Maravilla, y yo lo grabo ahora con ritmo de polca. Es el único tema cantado", aclara.
En "Moliendo café" participa el maestro Mario Camacho. Que en el espectáculo tendrá una presentación muy especial, según nos adelanta Elena.
El nombre del disco es el de un tema de propia autoría, que expresa todo el sentimiento que le provoca, el camino recorrido, y las situaciones que tuvo que superar para estar hoy de pie. Eso ya es mucho decir, y eso es lo que transmite en el escenario, la sabiduría de la vida, la felicidad de quien se supera constantemente.
Estudió piano desde niña. "Me mandaron desde chica a aprender piano, como para que haga algo, pero desde el primer día que fui, me di cuenta de que me gustaba mucho. Me recibí de profesora superior de música y después me fui perfeccionando con otros maestros que conocí", cuenta sobre su formación.
Dice que sigue tocando música clásica de tanto en tanto, y a veces aparece en algún arreglo de algunas de las canciones de su repertorio. "Tengo una mezcla de influencias", asegura y orgullosa admite que "ahora tengo un estilo propio, no me parezco a nadie, es un estilo muy particular que tiene fuerza y una sensibilidad que llega a la gente. Antes me acuerdo que mostraba más técnica, a todos los sorprendía con el ’cómo tocaba’, ahora hay mucha sentimiento", explica.
"La gente cuando me ve por primera vez, pregunta dónde está el cantante hasta que me escucha. Pero pasa que después de mi actuación, todos coinciden en que no hace falta una voz’, concluye muy entusiasmada.