Una de las esculturas más famosas de la historia del arte, el "David" de Miguel Ángel (1475-1564), fue sometida a un exhaustivo proceso de limpieza, en el marco de la restauración que cada dos meses lleva adelante un equipo especializado en conservación.
Subidos a andamios y vestidos con trajes especiales, de blanco, con cascos amarillos y guantes protectores, un equipo de especialistas se trepó al "David", de cinco metros de altura, para limpiar "las partículas" acumuladas desde su última intervención, según explicó una de sus restauradoras, Paola Rosa. La especialista también contó que para las tareas de limpieza utiliza "delicados pinceles y delicados aspiradores de polvo" y que su técnica implica un "cuidadoso y detallista proceso de quita de polvo sin la utilización de productos químicos de limpieza y que prevé el uso de un aspirador y de pinceles con cerdas muy suaves".
Con la ayuda de su colaboradora, Emanuela Peiretti, Rosa se encarga los lunes de cada dos meses, día en el que la galería de la Academia en Florencia permanece cerrada al público, de realizar las tareas de limpieza y manutención, lo cual no sólo implica quitar el polvo sino también evaluar "continuamente" el aspecto de la escultura.
"A pesar de mis más de 30 años de experiencia en contacto con obras de arte, aún no me he acostumbrado", confesó la restauradora sobre esa obra icónica del Renacimiento , al tiempo que exclamó: "Parece increíble pensar que una escultura como el 'David' tenga que ser limpiada para quitarle el polvo como cualquier otra estatua".
Para poder continuar con la tarea de manutención, la Galería de la Academia firmó con la asociación estadounidense "Amigos de Florencia" un acuerdo para que se ocupen de los gastos de la conservación de las esculturas de Miguel Ángel. Este año, el costo de la limpieza ascenderá a los 20.000 dólares.
Al respecto, la presidenta de la asociación, Simonetta Brandolini d'Adda, consideró que "es preferible invertir en cuidados constantes y frecuentes antes que una restauración a largo plazo. Creemos que la conservación de nuestro patrimonio, en particular de obras de este calado, debe ser inexorablemente objeto de prevención y cuidado constante y continuo".
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Una de las esculturas más famosas de la historia del arte, el "David" de Miguel Ángel (1475-1564), fue sometida a un exhaustivo proceso de limpieza, en el marco de la restauración que cada dos meses lleva adelante un equipo especializado en conservación.
Subidos a andamios y vestidos con trajes especiales, de blanco, con cascos amarillos y guantes protectores, un equipo de especialistas se trepó al "David", de cinco metros de altura, para limpiar "las partículas" acumuladas desde su última intervención, según explicó una de sus restauradoras, Paola Rosa. La especialista también contó que para las tareas de limpieza utiliza "delicados pinceles y delicados aspiradores de polvo" y que su técnica implica un "cuidadoso y detallista proceso de quita de polvo sin la utilización de productos químicos de limpieza y que prevé el uso de un aspirador y de pinceles con cerdas muy suaves".
Con la ayuda de su colaboradora, Emanuela Peiretti, Rosa se encarga los lunes de cada dos meses, día en el que la galería de la Academia en Florencia permanece cerrada al público, de realizar las tareas de limpieza y manutención, lo cual no sólo implica quitar el polvo sino también evaluar "continuamente" el aspecto de la escultura.
"A pesar de mis más de 30 años de experiencia en contacto con obras de arte, aún no me he acostumbrado", confesó la restauradora sobre esa obra icónica del Renacimiento , al tiempo que exclamó: "Parece increíble pensar que una escultura como el 'David' tenga que ser limpiada para quitarle el polvo como cualquier otra estatua".
Para poder continuar con la tarea de manutención, la Galería de la Academia firmó con la asociación estadounidense "Amigos de Florencia" un acuerdo para que se ocupen de los gastos de la conservación de las esculturas de Miguel Ángel. Este año, el costo de la limpieza ascenderá a los 20.000 dólares.
Al respecto, la presidenta de la asociación, Simonetta Brandolini d'Adda, consideró que "es preferible invertir en cuidados constantes y frecuentes antes que una restauración a largo plazo. Creemos que la conservación de nuestro patrimonio, en particular de obras de este calado, debe ser inexorablemente objeto de prevención y cuidado constante y continuo".