En el primer tiempo, el combinado nacional fue más. Mostró personalidad y buen fútbol, a partir de los avances de Messi, bien acompañado por Dybala y Di María, pero en menor medida. Pratto, bien de punta, nunca dejó de preocupar a los centrales "charrúas".
El tema fue que a pesar del dominio, las buenas intenciones se diluían a la hora de encarar los últimos metros. La visita se refugió demasiado atrás, prácticamente con una doble línea de cuatro y así se hizo casi imposible.
Un zapatazo de Dybala que fue devuelto por el palo mereció festejo, al igual que la mejor jugada colectiva del equipo "albiceleste" que terminó con una volea de Messi. Pero el balón no quiso entrar... hasta que Messi dominó la pelota fuera del área, desparramó tres rivales y sacó un zurdazo que terminó en "grito sagrado", al desviarse en un rival.
En el arranque del complemento, un tiro libre del astro de Barcelona exigió a Muslera, quien estaba adelantado y tuvo que volver sobre sus pasos para evitar la caída.
Argentina, con el correr de los minutos, empezó a cuidar la ventaja parcial muy atrás. Y preocupó, porque Uruguay fue como pudo y llevó a que "Chiquito" Romero tuviera que estar atento.
El ingreso de Alario por Pratto no se justificó bajo ningún punto de vista, ya que el delantero de River se movió como lateral o volante derecho. Un desperdicio. En fin.
Al final hubo sufrimiento primero y desahogo más tarde. Argentina ganó y va por más.
En el primer tiempo, el combinado nacional fue más. Mostró personalidad y buen fútbol, a partir de los avances de Messi, bien acompañado por Dybala y Di María, pero en menor medida. Pratto, bien de punta, nunca dejó de preocupar a los centrales "charrúas".
El tema fue que a pesar del dominio, las buenas intenciones se diluían a la hora de encarar los últimos metros. La visita se refugió demasiado atrás, prácticamente con una doble línea de cuatro y así se hizo casi imposible.
Un zapatazo de Dybala que fue devuelto por el palo mereció festejo, al igual que la mejor jugada colectiva del equipo "albiceleste" que terminó con una volea de Messi. Pero el balón no quiso entrar... hasta que Messi dominó la pelota fuera del área, desparramó tres rivales y sacó un zurdazo que terminó en "grito sagrado", al desviarse en un rival.
En el arranque del complemento, un tiro libre del astro de Barcelona exigió a Muslera, quien estaba adelantado y tuvo que volver sobre sus pasos para evitar la caída.
Argentina, con el correr de los minutos, empezó a cuidar la ventaja parcial muy atrás. Y preocupó, porque Uruguay fue como pudo y llevó a que "Chiquito" Romero tuviera que estar atento.
El ingreso de Alario por Pratto no se justificó bajo ningún punto de vista, ya que el delantero de River se movió como lateral o volante derecho. Un desperdicio. En fin.
Al final hubo sufrimiento primero y desahogo más tarde. Argentina ganó y va por más.