En su momento el ministro de Seguridad de la Provincia Ekel Meyer, en una conferencia luego del intento de motín, había manifestado que de manera constante se está trabajando para evitar que los internos tengan en su poder este tipo de objetos.
En esa misma conferencia hizo mención a una situación no menor, "tenemos más de 300 celulares secuestrados en el último período", haciendo referencia a un informe anual que llegó a sus manos, por parte de la Policía de la Provincia.
La situación de los efectivos de la comunidad carcelaria en la provincia es muy grave, sobre todo luego de conocerse la reciente imputación de nueve de ellos por la muerte del interno Nelson Cardozo, salieron a la luz denuncias de supuesta "convivencia" entre éstos y los internos.
El Tribuno de Jujuy tomó conocimiento que más de 300 dispositivos móviles fueron secuestrados durante el 2016 en las requisas de rutina en las celdas, pero además se supo que al menos una veintena de estos dispositivos secuestrados estaban en posesión de los guardiacárceles.
Sin ir más lejos, sólo en lo que va de este año en la Brigada de Investigaciones permanecen secuestrados más de 30 dispositivos móviles y más de un centenar de tarjetas SIM y sus expedientes están siendo investigados en el Ministerio de la Acusación.
De más está decir que está estrictamente prohibido el uso de celulares para los internos y fuentes consultadas informaron que se llegaría a pagar en el Penal hasta 500 pesos diarios para tener acceso a llamados, y que son negociados por los mismos presos.
Estos alarmantes datos dan cuenta que durante el año pasado, cada 28 horas un teléfono celular fue secuestrado de las celdas de las unidades penitenciarias de nuestra provincia.
Sólo como interrogante resta preguntarse qué tan difícil es ingresar cualquier tipo de elementos prohibidos a una cárcel.
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En su momento el ministro de Seguridad de la Provincia Ekel Meyer, en una conferencia luego del intento de motín, había manifestado que de manera constante se está trabajando para evitar que los internos tengan en su poder este tipo de objetos.
En esa misma conferencia hizo mención a una situación no menor, "tenemos más de 300 celulares secuestrados en el último período", haciendo referencia a un informe anual que llegó a sus manos, por parte de la Policía de la Provincia.
La situación de los efectivos de la comunidad carcelaria en la provincia es muy grave, sobre todo luego de conocerse la reciente imputación de nueve de ellos por la muerte del interno Nelson Cardozo, salieron a la luz denuncias de supuesta "convivencia" entre éstos y los internos.
El Tribuno de Jujuy tomó conocimiento que más de 300 dispositivos móviles fueron secuestrados durante el 2016 en las requisas de rutina en las celdas, pero además se supo que al menos una veintena de estos dispositivos secuestrados estaban en posesión de los guardiacárceles.
Sin ir más lejos, sólo en lo que va de este año en la Brigada de Investigaciones permanecen secuestrados más de 30 dispositivos móviles y más de un centenar de tarjetas SIM y sus expedientes están siendo investigados en el Ministerio de la Acusación.
De más está decir que está estrictamente prohibido el uso de celulares para los internos y fuentes consultadas informaron que se llegaría a pagar en el Penal hasta 500 pesos diarios para tener acceso a llamados, y que son negociados por los mismos presos.
Estos alarmantes datos dan cuenta que durante el año pasado, cada 28 horas un teléfono celular fue secuestrado de las celdas de las unidades penitenciarias de nuestra provincia.
Sólo como interrogante resta preguntarse qué tan difícil es ingresar cualquier tipo de elementos prohibidos a una cárcel.