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30 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Dos años después, y todavía es difícil arrancar

Domingo, 10 de diciembre de 2017 20:41
MM. “CEFK debe dar explicaciones”
GM. “CEFK debería estar presa”
MIGUEL LEMBO. “20 mil millones en dos años”
JUEZ LLERMANOS. “In dubio pro reo”
MILAGRO SALA. Entre todas, una buena.

¡Qué semana para guardar las páginas de la historia argentina! El juez Claudio Bonadío se alzó con el protagonismo casi excluyente de las noticias, como si desde el más allá, el mismísimo Fiscal Alberto Nisman le dictara los pasos a seguir: los monstruos sagrados del kirchnerismo, Carlos Zannini, Luis D`Elía, Yussuf Khalil, el exquebracho Fernando EstecheOscar Parrilli, Angelina Abona y Andrés Larroque quedaron procesados, presos o imputados , y entre ellos,  nada más y nada menos que Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, acusada de traición a la Patria, con pedido de desafuero y prisión preventiva. El terremoto político ocasionado por la Justicia llevó sacudones a cada rincón del país y a todo el mundo. CEFK, cubierta por sus fueros de senadora de la Nación, (y por la histórica decisión corporativa del cuerpo de no acceder a un desafuero hasta que no quede en firme la última instancia de una sentencia en contra), eludirá la detención, pero camina por una cornisa inestable y amarga. Con el rostro desencajado, sin su espléndido maquillaje habitual y libre de las joyas que su fina coquetería siempre le indicaba para cada ocasión, la expresidente de la nación volvió a elegir el ataque en su defensa. Emparentó al juez con Mauricio Macri, y buscó en vano minimizar su situación mostrándose víctima de una operación mediático política, detrás de la cual, el gobierno pretendería esconder el caso Maldonado, el mapuche muerto, el submarino San Juan, la inflación dura de domar(que el Noviembre alcanzó 1.4% y para Diciembre los agoreros anticipan casi en 3%), los tarifazos de fin de año y a la situación cada vez más delicada de los trabajadores en situación de dependencia, las Pymes y clase pasiva argentina. El intento de refugiarse en el Justicialismo no le salió bien a CEFK. En una de sus clásicas conferencias de prensa, (larga exposición y un par de preguntas), trató a Macri de “director de orquesta” y a Bonadío de ejecutor de las partituras, para redondear su concepto de la monumental organización política y judicial montada para perseguir a la oposición. Lo cierto es que la oposición, en general no se sintió para nada contenida ni representada por esos argumentos, y el propio peronismo no acompañó a la expresidente en su aparición ya no tan rutilante como era antes. La conferencia se hizo en la Cámara de Diputados, porque entre Senadores, el actual grupo de pertenencia de la señora, no habría conseguido quorum para que la rodeen. Apenas José Luis Gioja, en total soledad, aportó presencia peronista en medio de un escuálido conjunto de referentes ultra K. Entre ellos, Daniel Scioli, a quien mientras hablaba Cristina, le saturaban el celular contándole que la Justicia le allanaba propiedades conocidas y otras no tanto, en diferentes puntos de la Provincia de Buenos Aires. Los gobernadores y los intendentes del PJ faltaron sin aviso, miraron para otro lado y la libraron a su suerte. La tarde del jueves, en una ruidosa marcha en Plaza de Mayo, que coincidió con otra marcha, (la de la resistencia de las Madres de Plaza de Mayo en contra de la reforma laboral y previsional), miles de manifestantes le cantaron otra vez al Presidente “Che gorila no te lo decimos más, si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar”. Lo cierto es que Cristina, aunque hoy está lejos de hundirse, ya fue tocada los misiles que ella misma incubó durante su gestión. Y ésta nueva causa, es seguramente más terrible para ella: Los Sauces, la ruta del dinero K, las irregularidades de la obra pública, el lavado de plata, el dólar futuro y otras, no son ni por asomo, tan moralmente dolorosas como la de traición a la Patria.

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¡Qué semana para guardar las páginas de la historia argentina! El juez Claudio Bonadío se alzó con el protagonismo casi excluyente de las noticias, como si desde el más allá, el mismísimo Fiscal Alberto Nisman le dictara los pasos a seguir: los monstruos sagrados del kirchnerismo, Carlos Zannini, Luis D`Elía, Yussuf Khalil, el exquebracho Fernando EstecheOscar Parrilli, Angelina Abona y Andrés Larroque quedaron procesados, presos o imputados , y entre ellos,  nada más y nada menos que Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, acusada de traición a la Patria, con pedido de desafuero y prisión preventiva. El terremoto político ocasionado por la Justicia llevó sacudones a cada rincón del país y a todo el mundo. CEFK, cubierta por sus fueros de senadora de la Nación, (y por la histórica decisión corporativa del cuerpo de no acceder a un desafuero hasta que no quede en firme la última instancia de una sentencia en contra), eludirá la detención, pero camina por una cornisa inestable y amarga. Con el rostro desencajado, sin su espléndido maquillaje habitual y libre de las joyas que su fina coquetería siempre le indicaba para cada ocasión, la expresidente de la nación volvió a elegir el ataque en su defensa. Emparentó al juez con Mauricio Macri, y buscó en vano minimizar su situación mostrándose víctima de una operación mediático política, detrás de la cual, el gobierno pretendería esconder el caso Maldonado, el mapuche muerto, el submarino San Juan, la inflación dura de domar(que el Noviembre alcanzó 1.4% y para Diciembre los agoreros anticipan casi en 3%), los tarifazos de fin de año y a la situación cada vez más delicada de los trabajadores en situación de dependencia, las Pymes y clase pasiva argentina. El intento de refugiarse en el Justicialismo no le salió bien a CEFK. En una de sus clásicas conferencias de prensa, (larga exposición y un par de preguntas), trató a Macri de “director de orquesta” y a Bonadío de ejecutor de las partituras, para redondear su concepto de la monumental organización política y judicial montada para perseguir a la oposición. Lo cierto es que la oposición, en general no se sintió para nada contenida ni representada por esos argumentos, y el propio peronismo no acompañó a la expresidente en su aparición ya no tan rutilante como era antes. La conferencia se hizo en la Cámara de Diputados, porque entre Senadores, el actual grupo de pertenencia de la señora, no habría conseguido quorum para que la rodeen. Apenas José Luis Gioja, en total soledad, aportó presencia peronista en medio de un escuálido conjunto de referentes ultra K. Entre ellos, Daniel Scioli, a quien mientras hablaba Cristina, le saturaban el celular contándole que la Justicia le allanaba propiedades conocidas y otras no tanto, en diferentes puntos de la Provincia de Buenos Aires. Los gobernadores y los intendentes del PJ faltaron sin aviso, miraron para otro lado y la libraron a su suerte. La tarde del jueves, en una ruidosa marcha en Plaza de Mayo, que coincidió con otra marcha, (la de la resistencia de las Madres de Plaza de Mayo en contra de la reforma laboral y previsional), miles de manifestantes le cantaron otra vez al Presidente “Che gorila no te lo decimos más, si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar”. Lo cierto es que Cristina, aunque hoy está lejos de hundirse, ya fue tocada los misiles que ella misma incubó durante su gestión. Y ésta nueva causa, es seguramente más terrible para ella: Los Sauces, la ruta del dinero K, las irregularidades de la obra pública, el lavado de plata, el dólar futuro y otras, no son ni por asomo, tan moralmente dolorosas como la de traición a la Patria.

Opiniones de MM y GM

Mientras las diligencias judiciales siguen, se desató en el país otra polémica: hasta dónde existe una apresurada sobreactuación de los jueces y un abuso flagrante de la figura de la prisión preventiva. El propio Macri lamentó que haya jueces que “en doce años no hicieron nada y ahora corren acelerados”, con riesgo de derrapar en cualquier curva. Sin embargo, el presidente dijo que CEFK “debe rendir cuentas y dar explicaciones a la Justicia”. Más duro, Gerardo Morales, dijo que “tendría que estar presa”, concepto que sonó a telefonazo para la Justicia jujeña, en línea con su pensamiento acerca de Milagro Sala y los involucrados en todo lo que los oficialistas locales se solazan en denominar la “matriz de la corrupción”. El Consejo Provincial del Partido Justicialista de Jujuy, por su parte, emitió un discreto comunicado –que sin defender ni acusar a nadie- puso el acento en exigir ecuanimidad a la Justicia, para que no queden dudas de su accionar transparente. Toda una definición para el nuevo tiempo recientemente inaugurado en el PJ local, que también busca dejar atrás al cristinismo y recuperar el peronismo en su esencia.

El caso Sala

Otro hecho judicial relevante, fue la decisión del Tribunal Oral Criminal, integrado por Antonio Llermanos, Luis Kamada y Mario Puig, de absolver a Milagro Amalia Ángela Sala de Noro, acusada de amenazas en la comisaría de Alto Comedero.  Frente a una causa, que desde su origen opinamos que era inconsistente  -lo que se ratificó en las diligencias subsiguientes- los jueces, aplicaron el principio del in dubio pro reo. Lo paradójico fue que precisamente estos jueces, a los que Sala los acusó duramente y a voz en cuello de tener la sentencia condenatoria la redactada de antemano por Gerardo Morales, resultaron ser los que concedieron a su favor el beneficio de la duda liberándola de una acusación que podría haber determinado su prisión efectiva, complicando aún más su situación judicial. Naturalmente, la noticia no fue recibida con algarabía en los despachos de San Martín 450, pero se consolaron argumentando que “este fallo da por tierra con la permanente acusación de connivencia entre el Poder Ejecutivo y el Judicial”. Mientras esto ocurría en Jujuy, la Suprema Corte con votos de los jueces Lorenzetti, Highton, Maqueda y Rossatti rechazaban los amparos presentados en abril por la exlegisladora y confirmaban las actuaciones de la Justicia jujeña. En tanto en juez Rosenkrantz, disponía que la decisión de la Corte Interamericana, se envíe a los jueces inferiores para su conocimiento y opinión. Es decir, la señora Sala, podría demorar un tiempo en volver a la prisión domiciliaria ordenada por la CIDH, que aunque dispuso morigerar las condiciones de detención, también ratificó la corrección de las decisiones de la Justicia de Jujuy, que derivaron en dictaminar la prisión preventiva mientras espera el juicio oral y público por las causas en curso. De todos modos, dentro de un mes y cinco días, vencerá el plazo estipulado para esta detención por los códigos penal y procesal, y si la exdiputada provincial debe permanecer en esa condición, se deberá tramitar una prórroga que lo legalice. Durante la semana, la Asamblea Encuentro Nacional de Mujeres concentró en Jujuy cientos de militantes que marcharon para reclamar una vez más por la libertad de la jefa tupaquera, “y de todos los presos políticos”, acciones que como todo lo que se dilata demasiado, van perdiendo vigor a medida que transcurre el tiempo, aunque ideológica y afectivamente, no se modifiquen las adhesiones.

Dos años después

Cambiemos estuvo de fiesta. Con un despliegue mucho más austero y menos convocante que el primer aniversario, el gobierno de Jujuy celebró “dos años en paz” con un recital en Plaza Belgrano, con la presencia del gobernador Morales y el vicegobernador Haquim y un puñado de funcionarios. Satisfechos por las cosas realizadas y los proyectos en marcha, volvieron a comprometerse con los objetivos iniciales, hoy más serenos y conscientes de que la realidad sigue siendo complicada, que el gobierno nacional que los contiene no reviste las características ni las orientaciones nacionales y populares que para el radicalismo y el massismo serían ideales, aunque no lo confiesen en público. Por otra parte, en la Provincia, el actual oficialismo debió meterse en un terreno que siempre odió, y que cuestionó al peronismo durante todos sus largos años de oposición: la deuda.  Aprobado el presupuesto, con un déficit monstruoso, que se acercaría a los 5 mil millones de pesos, incrementado notablemente y a último momento por las necesidades del proyecto GIRSU, (el tratamiento de los residuos sólidos urbanos), Cambia Jujuy, debe asumir como consecuencia de sus decisiones, que la Provincia convivirá con una deuda colosal durante décadas. Tampoco se puede imaginar ninguna clase de desarrollo o crecimiento de otra manera. Lo importante que es en esa convivencia, la deuda sea manejable y rinda frutos que la hagan menos asfixiante. Los peronistas que afirman que la deuda se aumentó cerca de 20 mil millones de pesos en menos de dos años, (Miguel Lembo, exministro de Economía dixit). Y esperan todavía que desde Casa de Gobierno alguien acepte que ésta es hoy –como lo era antes- la única manera de sostener actividad en una provincia complicada, periférica, pequeña y estructuralmente endeudada desde hace más de medio siglo. Quizá esperen en vano.

Tiempo austero

Como sea, la administración se anota logros en dos años. Cada área ha trabajado intensamente, y el balance supera levemente la vara del 50%. Se siente la paz relativa en las calles, los gremios van entre renegones y tolerantes, la venta del ingenio La Esperanza en pleno curso de concreción, y la tranquilidad financiera que le reporta la asistencia del gobierno nacional, especialmente para los casi 90 mil empleados públicos hasta aquí funcionó aceitada. Ahora, también en coincidencia con el estado nacional, se inicia un tiempo de austeridad. Aseguran que será sin despidos y sin cortar las cadenas de pago del gobierno con proveedores de bienes y servicios. Es decir, los recortes, deberán recaer –tal y como está tratando de hacerlo el gobierno nacional- puertas adentro. En Buenos Aires, se piensa en reducir ministerios, y éstos a su vez, clausuran secretarías y subsecretarías de estado, y encontraron cientos de direcciones, subdirecciones, entes y oficinas de coordinación superfluas, todos supercagados de funcionarios y amigos del poder con sueldos buenísimos que compensan tiempos de campaña, de largas esperas entre vacas flacas, que a fin de año deberían terminar su existencia. Muchas provincias está imitando el ejemplo. La idea, al parecer, -sería un gesto inédito y maravilloso- es dar fuertes señales desde arriba hacia abajo, ya que a los de abajo, particularmente a los de más abajo, la vida se les está haciendo cada día más cuesta arriba.  Nuestra provincia, deberá mostrar iguales criterios, que están contenidos en el espíritu del pacto fiscal recientemente acordado, y que servirá como testeo para conocer si todos “hacen los deberes como debe ser”, o si están dispuestos a atenerse a las consecuencias. Y la otra tarea, será sacar del nuevo relato la creación de empleos genuinos, y trasladarlos a la realidad palpable y demostrable.

La síntesis: en dos años, transcurridos si nos preguntan a los argentinos y a los jujeños, podríamos contestar sin temor a equivocarnos que parecen haber pasado dos décadas. Son tantas las cosas, tanta el agua y tan caudalosa que transcurrió debajo de los puentes de nuestra actualidad, que cualquier intento de realizar un inventario objetivo dejaría en el olvido altísimos porcentajes de acontecimientos, todos importantes. Pero a pesar de todo ello, dos años después, todavía no se pudo arrancar del todo. En parte por la inocultable herencia recibida, en parte de la ineficiencia de los recién llegados, en parte por el desconocimiento de lo que es el control y el manejo real del poder, y en parte también por muchos apresurados que vestidos de “nuevos ricos” creen que la discrecionalidad y hasta los caprichos, son ilimitados en el ejercicio del gobierno. Pero ahí vamos, resistentes, indoblegables, rumbo al final de otro año, listos para creer que el próximo, será mejor. A pesar de todo.

 

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