Las calles de Volcán plasman en las primeras manzanas los daños irreparables que dejó a su paso el aluvión de lodo que llegó a la localidad la mañana del 10 de enero. Aunque las calles se secaron casi totalmente, todavía puede percibirse el olor a barro, cal y a las cloacas que reventaron aquella trágica mañana.
Con lágrimas en los ojos, los pobladores se hicieron presentes en la "zona roja" -restringida hasta ayer- y pudieron abrir por primera vez las puertas de sus viviendas luego del desastre climatológico.
En el lugar, los efectivos del Ejército con barbijos y guantes acompañaron a cada propietario al ingreso de sus hogares, y con su autorización para ingresar pudieron rescatar algo de su documentación, y en pocos casos, algunos muebles y elementos de valor.
Por ejemplo, Eduardo Visuara ayer se mostró sumamente agradecido con los soldados que lograron rescatar de su vivienda, ubicada en calle Belgrano casi esquina San Martín, las imágenes de sus abuelos, enmarcadas en antiguos cuadros. Los elementos fueron de gran valor afectivo para la familia, cuya vivienda se encontraba tapada de barro, casi hasta el techo.
Algunas otras familias además pudieron rescatar unos pocos muebles, como armarios, y papeles que lograron resguardar en las alturas al momento de escucharse la primera alarma que alertó al pueblo sobre la llegada del aluvión.
Sólo los soldados y los titulares de cada hogar pueden ingresar a la "zona roja", y el sector permanecerá restringido por algunos días más, por peligro de derrumbe de las paredes de adobe y para resguardar la salud de los transeuúntes. Frente a los operativos estuvo el jefe de la Guarnición Ejército Jujuy, Hugo Tabbia, quien informó que la fuerza se encuentra trabajando desde el primer día del desastre, aunque solo ingresaron a la "zona roja" al momento de buscar a la familia Zambrano. Posteriormente, los técnicos indicaron que el terreno era precario y peligroso, por lo que la primera manzana fue clausurada hasta ayer, cuando los soldados ingresaron para rescatar los últimos elementos antes de la demolición total de la manzana.
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Las calles de Volcán plasman en las primeras manzanas los daños irreparables que dejó a su paso el aluvión de lodo que llegó a la localidad la mañana del 10 de enero. Aunque las calles se secaron casi totalmente, todavía puede percibirse el olor a barro, cal y a las cloacas que reventaron aquella trágica mañana.
Con lágrimas en los ojos, los pobladores se hicieron presentes en la "zona roja" -restringida hasta ayer- y pudieron abrir por primera vez las puertas de sus viviendas luego del desastre climatológico.
En el lugar, los efectivos del Ejército con barbijos y guantes acompañaron a cada propietario al ingreso de sus hogares, y con su autorización para ingresar pudieron rescatar algo de su documentación, y en pocos casos, algunos muebles y elementos de valor.
Por ejemplo, Eduardo Visuara ayer se mostró sumamente agradecido con los soldados que lograron rescatar de su vivienda, ubicada en calle Belgrano casi esquina San Martín, las imágenes de sus abuelos, enmarcadas en antiguos cuadros. Los elementos fueron de gran valor afectivo para la familia, cuya vivienda se encontraba tapada de barro, casi hasta el techo.
Algunas otras familias además pudieron rescatar unos pocos muebles, como armarios, y papeles que lograron resguardar en las alturas al momento de escucharse la primera alarma que alertó al pueblo sobre la llegada del aluvión.
Sólo los soldados y los titulares de cada hogar pueden ingresar a la "zona roja", y el sector permanecerá restringido por algunos días más, por peligro de derrumbe de las paredes de adobe y para resguardar la salud de los transeuúntes. Frente a los operativos estuvo el jefe de la Guarnición Ejército Jujuy, Hugo Tabbia, quien informó que la fuerza se encuentra trabajando desde el primer día del desastre, aunque solo ingresaron a la "zona roja" al momento de buscar a la familia Zambrano. Posteriormente, los técnicos indicaron que el terreno era precario y peligroso, por lo que la primera manzana fue clausurada hasta ayer, cuando los soldados ingresaron para rescatar los últimos elementos antes de la demolición total de la manzana.