El humorista tucumano Miguel Martín, famoso por su desopilante interpretación del Oficial Gordillo, ofreció dos funciones el último fin de semana en nuestra ciudad. Así ante salas totalmente colmadas presentó su más reciente espectáculo titulado "Delincuente del Humor" contagiando con su chispa norteña a los jujeños que lo recibieron con entusiasmo y aplausos.
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El humorista tucumano Miguel Martín, famoso por su desopilante interpretación del Oficial Gordillo, ofreció dos funciones el último fin de semana en nuestra ciudad. Así ante salas totalmente colmadas presentó su más reciente espectáculo titulado "Delincuente del Humor" contagiando con su chispa norteña a los jujeños que lo recibieron con entusiasmo y aplausos.
El cómico oriundo de Famaillá, solo en escena, se apoya absolutamente en su gracia y en su talento para contar historias y ofrece una rutina imparable. Así, contenido por muy pocos elementos escenográficos (una pantalla gigante y un fondo grafitiado) el comediante inquieto, verborrágico y carismático disparó una seguidilla de hilarantes relatos con sello tucumano que arrancaron sonoras carcajadas de una complacida concurrencia.
A lo largo del show se escucharon divertidas anécdotas sobre el matrimonio y la vida familiar, también sobre los cambios en el trato entre padres e hijos, ayer y hoy.
El acento del espectáculo estuvo puesto en la nostalgia, de esta manera cuando el humorista evocó su infancia y adolescencia en El Jardín de la República, los jujeños sintieron inmediata empatía con sus andanzas y frustraciones, identificándose velozmente con la referencias que esgrimía, detalles y peculiaridades evidentemente muy arraigados al ser norteño. Así, rinde un jovial homenaje a su madre, a su padre y a sus amigos, se burla de cuestiones relacionadas con su peso y se refiere a los mecanismos que empleaban en su casa para suplir las carencias materiales.
Luego de una breve pausa durante la cual los presentes apreciaron un video, Miguel Martín regresó al escenario caracterizado como un adolescente de los "90, con peinado de la época, pantalón blanco y sweatercito sobre los hombros. En ese momento se refirió a sus bretes de juventud abriéndose a la vida y descubriendo a las chicas con consecuencias nefastas por muy chistosas. Así los efectivos cuentos se sucedieron uno detrás del otro y el actor se ganó a la audiencia al reírse de si mismo rememorando al púber perdedor que fue.
En otro divertido segmento de su presentación el humorista caracterizado como una paquita de Xuxa se entregó a la improvisación interactuando con dos personas del público que voluntariamente accedieron a subir al escenario. "Ustedes. se ríen de mí, ahora yo me voy a reír de Ustedes", dijo Martín. Un joven y un niño de la platea se prestaron a bailar "Ilarie" y aceptaron las chanzas de la peculiar paquita durante un jocoso fragmento del show que arrancó cálidos aplausos de los asistentes.
Ya llegando al final regresó el Oficial Gordillo que aún tenía resto y cumplió con las solicitudes del público. De esta manera sus seguidores jujeños reclamaron a gritos monólogos viejos. El llamado "La tía Pocha" y "El baño ajeno" fueron los que más resonaron. Durante la primera función (que fue la que disfrutamos), la balanza se inclinó por el último. Y con ese escatológico cuento, muy festejado por los presentes el Oficial Gordillo se despidió de su público.
Miguel Martín sabe hacer reír y durante su paso por Jujuy ofreció una presentación sencilla pero muy atractiva durante la cual el humor y las carcajadas fueron protagonistas.