¿Cuál es la misión que cumplen los museos en nuestra sociedad?
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¿Cuál es la misión que cumplen los museos en nuestra sociedad?
- Al igual que en la Revolución Francesa (1789), el gran objetivo que hoy persiguen los museos es el de ser constructores de ciudadanía.
Esto es partir de una sociedad que no es la misma que dos siglos atrás sino que intenta tener en el siglo XXI, hombres y mujeres más activos, con un fuerte pensamiento crítico, y con la capacidad de luchar por los derechos propios y colectivos.
La idea es que los museos construyan relatos e historias expositivas que colaboren con este propósito, y que no solo se anclen en mostrar objetos. Lo importante es ahora lo que se narra sobre los objetos de colección y como inserta a los visitantes en esos relatos, no en si la simple muestra de los mismos, algo que ya no se hace, ni se espera de los museos contemporáneos.
¿Qué acciones deben realizar los Estados para incentivar la visita a los mismos?
-Pensar ante todo que los museos son transcendentales para cualquier gestión política. Es decir entender que se tratan de espacios estratégicos de formación que deben ser presentados en forma atractiva e inteligente y que con ello tienen garantizados la afluencia de público.
El éxito de un museo no está dado por los ingresos económicos que genera, sino por el servicio que brinda- al igual que las instituciones educativas- y que permite el retorno del público en un sistema virtuoso que llamo “éxito político”.
Es por este motivo que en el mundo se están construyendo museos majestuosos y de grandes dimensiones porque saben del rédito que tendrán, que va más allá del monetario.
Esto es muy importante que lo tengan en cuenta los gestores políticos y cambien su viejo paradigma mercantilista y apoyen el arte, la cultura y a los grandes y pequeños artistas.
¿La “Noche de los Museos o Semana de los Museos” son actividades que logran atraer más gente?
-En grandes ciudades como Rosario, Buenos Aires, y Córdoba, resultan ser siempre un éxito, al igual que en algunas provincias del país, pero con sus diferencias. Sin embargo no es la idea central que todas las actividades se concentren en una propuesta que se desarrolla solo una vez al año, eso debería ser únicamente “la puerta de entrada”.
Hay que garantizar que el museo este vivo constantemente, que no estén las mismas muestras durante tres años seguidos, por ejemplo. Lo ideal sería que un museo planifique este año lo que va a hacer durante los próximos dos años.
La incorporación de nuevas tecnologías en el diseño y construcción de nuevos espacios ¿le aporta un atractivo especial?
-Solo si está bien pensado e integrado con todo el relato e historia que pretende contar el museo. Puede existir tecnología de punta y de primera generación en el lugar pero si no está relacionado con la propuesta no tiene sentido alguno. Pasó que en algunas oportunidades que son incorporados pequeñas aplicaciones tecnológicas que resultan más beneficiosas y que otras, aun sin tener una inversión económica importante. Por ejemplo la instalación de un código QR a lado de una obra permite al visitante consultar con su teléfono información ampliada de la misma y llevarse una experiencia adicional gratificante. Esto no representa tanta inversión e igual cumple con el cometido de dejar al usuario/visitante satisfecho.
¿Qué importancia tiene que el público vuelva al museo luego de que lo conoció?
-Es un triunfo y sus gestores deberían estar felices. Eso se logra con un trabajo responsable y atendiendo las necesidades del publico/visitante, que en oportunidades y con el correr del tiempo, se torna más exigente. Siempre decimos que si un niño que es llevado por su colegio al museo y luego de una semana o dos, vuelve y lo hace en compañía de sus padres o de algún amigo, significa que las cosas se hicieron bien.
Por este motivo siempre debemos estar atento de cuidar a quienes se toman la molestia y tiempo de asistir a nuestros espacios y pensar que tenemos que ofrecerle lo mejor y más renovado de nuestro repertorio.
De nada sirve encariñarnos con una actividad o propuesta que haya funcionado y repetirla una y otra vez. Eso aburre y termina colocando a nuestros asistentes en otros lugares, sin que ello tenga una solución.
Se debe apostar siempre a estar vigentes, renovados y con ideas prácticas, que lejos de ser arriesgadas son nuestra única garantía de lograr una empatía con nuestra comunidad que perdure por un tiempo prolongado.