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Identificaron más de 2.000 aves rapaces de 26 especies

El relevamiento permitió conocer más sobre sus hábitos. Sorprendió la alta presencia del cóndor andino.

Sabado, 20 de octubre de 2018 01:02

Volar, el sueño humano, parece estar más cerca cuando investigadores van desentrañando secretos acerca de las aves. Y más aún en ecosistemas privilegiados por su biodiversidad como son las Yungas.

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Volar, el sueño humano, parece estar más cerca cuando investigadores van desentrañando secretos acerca de las aves. Y más aún en ecosistemas privilegiados por su biodiversidad como son las Yungas.

Seleccionaron áreas protegidas (como reservas públicas y privadas) y no protegidas (como pueblos, rutas y zonas rurales).

En este caso investigadores de la Universidad Nacional de La Pampa (Unlpam) y de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) hallaron en Jujuy y Salta una gran diversidad de especies que están en riesgo de desaparecer y que presentan hábitos no descriptos hasta ahora. Algunas novedades involucran al cóndor andino.

Hace cuatro años, el descubrimiento del primer nido de águila Poma en la Argentina motivó el desarrollo de nuevas investigaciones sobre esa especie y sobre las rapaces en general. Recientemente un equipo de investigadoras concluyó el relevamiento más extenso llevado a cabo para conocer con mayor profundidad a las aves amenazadas que habitan en la región de las Yungas.

Los resultados llamaron la atención por la diversidad y algunos hábitos observados.

"Identificamos más de 2.000 individuos de 26 especies en distintos puntos de observación de Jujuy y Salta", afirmó Cecilia Destefano, quien realizó el estudio en el marco de su tesis para alcanzar el título de licenciada en Ciencias Ambientales de la Fauba.

El trabajo, denominado "Abundancia, riqueza y composición del ensamble de aves rapaces en las Yungas Australes de las provincias de Salta y Jujuy", también generó información novedosa sobre el Cóndor Andino, una especie amenazada en Argentina, que posee un gran valor para la región y que es venerada desde tiempos ancestrales por las culturas andinas.

Sobre el estudio

Mientras cursaba su carrera en la Fauba, Destefano trabajó como voluntaria en el Centro de Rescate de Fauna Silvestre, coordinado por la Fundación "Caburé-í". Allí tuvo su primer acercamiento al mundo de las aves y recibió la propuesta del Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (Cecara), de la Unlpam, de realizar el relevamiento de aves rapaces en el NOA. También invitaron a participar a Amira Salom para realizar su tesis de la carrera de Ciencias Biológicas de la UBA, enfocada en el águila Poma. Ambas trabajaron de manera coordinada, financiadas por la Fundación Peregrine, que trabaja en la conservación de aves rapaces a nivel mundial.

Para comenzar con sus estudios Destefano y Salom realizaron dos viajes a Salta y Jujuy, en otoño y en primavera, durante la época seca, para llevar a cabo sus relevamientos. Entrevistaron a técnicos de la Administración de Parques Nacionales, Parques Provinciales, propietarios de reservas privadas y pobladores locales, cuya colaboración sirvió para conocer mejor a las aves rapaces.

"Son aves que principalmente se registran al vuelo", comentó Destefano. Así identificaron los ejemplares y las especies en función de sus características morfológicas, algunos hábitos como el vuelo e incluso por patrones particulares.

Buscaron sitios de altura con buena vista panorámica. Usaron binoculares, telescopios, cámaras de fotos y guías de identificación.
Desde un punto fijo observaron atentamente a las aves hasta cuatro horas por muestreo durante setenta días.

 

Muchos ejemplares carroñeros

Gracias al trabajo se identificaron más de 2.000 individuos de 26 especies.

Los más abundantes fueron los catártidos (familia que incluye a los jotes y a los cóndores), los cuales se caracterizan por ser carroñeros y de hábitos gregarios.

"Al alimentarse de animales muertos y en descomposición evitan la proliferación de ratas, por ejemplo, que son vectores de enfermedades", destacó la investigadora. "Del total de los animales relevados en ambas campañas, 40 % fueron jotes cabeza negra, 20 % jotes cabeza colorada y 10 % cóndores andinos", puntualizó Destefano.

El relevamiento permitió acceder a nuevos conocimientos sobre los hábitos de estas especies. "Debido a que una gran proporción de esas especies está críticamente amenazada o muy vulnerable, creíamos que su ubicación iba a estar muy asociadas a los ambientes protegidos. Pero nos llamó la atención hallar a un abundante grupo de catártidos en lugares no protegidos", dijo Karina Hodara, bióloga e investigadora del departamento de Métodos Cuantitativos y Sistemas de Información de la Fauba, quien dirigió la tesis de Destefano junto con Juan Manuel Grande, investigador del Cecara.

Los investigadores interpretaron que este hábito se debería a que en los sitios no protegidos pueden encontrarse más animales muertos.

"Estos ambientes de selva modificada con parches de cultivo, tendidos eléctricos y rutas pueden resultar atractivos para las aves de carroña, puesto que pueden alimentarse de una vaca muerta, asociada a la producción agrícola ganadera o animales atropellados en los caminos".

 

El cóndor en el 50 % de los puntos

Por último también los sorprendió la alta presencia del cóndor andino.

"Si bien se sabe que la especie es considerada poco abundante y que por lo general prefiere espacios abiertos (en las Yungas serían pastizales de neblina, a más de 3000 msnm), la registramos en el 50 % de los puntos de muestreo, en ambientes cerrados, de selva densa y a menor altura. Al contrario de lo esperado, la especie utiliza los ambientes selváticos de las Yungas de forma muy frecuente, al menos para desplazarse y descansar", explicó.

Próximas investigaciones

Existen otros estudios de aves en las Yungas, en el Parque Sierra de San Javier, provincia de Tucumán, por ejemplo, donde se realizaron seguimientos durante dos años.

No obstante, los investigadores de la Fauba aseguraron que hasta ahora no se había llevado a cabo un trabajo de esa magnitud, a gran escala y con un relevamiento sistemático.

De ese modo destacaron la importancia del proyecto, pero al mismo tiempo advirtieron que se trata de una primera aproximación y que, a futuro, es fundamental continuar con nuevos análisis.

Actualmente Destefano ya está planificando su próximo viaje a las Yungas, esta vez para trabajar desde el Centro de Rescate de Fauna Silvestre en un proyecto sobre águilas crestadas, entre las cuales se encuentra el águila Poma. "Vamos a hacer un nuevo relevamiento", se entusiasmó.

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