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"No se puede trabajar", dicen los comerciantes

Sabado, 24 de noviembre de 2018 22:23

Pablo Palacios, propietario de una carnicería y pollería, relata angustiado los dos robos sufridos en su local.

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Pablo Palacios, propietario de una carnicería y pollería, relata angustiado los dos robos sufridos en su local.

"El primero fue el 31 de julio, el día previo al festejo de la Pachamama", indica.

"Ese día me quedé hasta tarde, cerca de las 23.30 porque se había vendido bien, había gente en la calle y cuando estaba cerrando pasan dos muchachos en una moto, pero no les presté atención, cuando estaba entrando al salón me empujan y me dicen que me tire al suelo junto con mi esposa y otras dos personas", recuerda muy angustiado.

Totalmente resignado Pablo Palacios cuenta que "se llevaron el dinero que había en las dos cajas, además de una bolsa que contenía mil pesos en monedas".

"Una vecina activó la alarma comunitaria y la Policía llegó al rato" aclara, "pero los ladrones ya habían desaparecido".

También recuerda que en otra oportunidad le violentaron una puerta, se llevaron dos balanzas y todo el cambio de la caja, hace dos meses.

Una señora que no nos dice su nombre afirma que en las 820 Viviendas hay una casa que vende droga y ahí van todos, "por eso roban para drogarse" afirma y continúa atendiendo su negocio, pero con el mismo miedo que sienten todos en la zona.

Jackelín tiene un negocio y nos cuenta que ya le robaron en tres oportunidades y que jamás logró que la Policía haga algo, "siempre es lo mismo, que no tienen personal o que no cuentan con móvil".

Un dato revelador "ya no tienen vergüenza, te asaltan con armas y a cara descubierta, no se hacen problemas", afirma.

"Ahora tenemos una cámara con el vecino de al lado, pero a pesar de ello los robos siguen y nadie hace nada, porque entran por una puerta y salen por la otra".

La comerciante se pregunta: "¿Si lo tenían detenido por qué lo soltaron?", ahí mismo surge la frase que está en boca de todos: "No podemos confiar en nadie, ni en la Policía ni en la Justicia".

La actividad comercial en la zona sigue pero los vecinos y los comerciantes no pueden trabajar ni vivir tranquilos.