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"Pensé que por mi edad, mi crianza y creencias no podía salir del maltrato"

Dos mujeres dieron a El Tribuno de Jujuy testimonios de superación y de lucha por la paridad en todos los ámbitos.La violencia de género es una problemática social que nos atraviesa a diario. Visibilizarla es el camino hacia su eliminación.
Domingo, 25 de noviembre de 2018 01:03

Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, el propósito de esta fecha es que podamos reflexionar sobre lo que cada uno desde nuestro lugar podemos hacer para erradicar esta problemática.

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Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, el propósito de esta fecha es que podamos reflexionar sobre lo que cada uno desde nuestro lugar podemos hacer para erradicar esta problemática.

La fecha fue instaurada en recordación de tres hermanas dominicanas que fueron asesinadas por el régimen dictatorial de Rafael Trujillo en 1960. Las hermanas Mirabal se han convertido con los años en un símbolo de la lucha por la paridad de género.

La violencia de género es una problemática que atraviesa al mundo, al país y nuestra provincia, sin ningún tipo de distinción. La primera herramienta para combatirla es la visibilización y en este sentido no hay nada más palpable que el testimonio de las mujeres que han estado en situación de violencia y hoy luchan por salir de ella y alcanzar una vida feliz.

Escuchar desde la boca de las víctimas el sufrimiento causado por un sistema de creencias y pautas culturales que han puesto a las mujeres en situaciones de desventaja eriza la piel, pero también muestra que salir es posible.

HERMANAS MIRABAL / SON EL SÍMBOLO DE LA LUCHA POR LA IGUALDAD DE GÉNERO

HERMANAS MIRABAL / SON EL SÍMBOLO DE LA LUCHA POR LA IGUALDAD DE GÉNERO.

En esta oportunidad pudimos dialogar con dos mujeres que son ejemplo de lucha y de supervivencia. Elina, una mujer de 60 años, que luego de haber estado casada por más de 40 en un hogar en donde el maltrato era "natural" nos comentó cómo luego de realizar un tratamiento interdisciplinario por dos años hoy se siente libre y feliz y con ganas de decirles a todas las que están en una situación similar a la que ella pasó que "siempre se puede salir". Y por otro lado, María Lazarte, madre de Carola Carretero, víctima de femicidio, nos contó cómo después de 13 años de luchar para conseguir justicia por la muerte de su hija hoy logró un fallo judicial que sentará precedentes para que las fuerzas de seguridad sean juzgadas con severidad en situaciones de violencia de género, que los crímenes no prescriban y que las querellas no queden nulas.

Elina nos dejó muchas frases que impulsan a la reflexión. "Pensé que por mi edad, mi tipo de crianza y creencias no debía salir de un matrimonio". "Tuve golpes, pensaba que eso no me iba a pasar, pero me pasó". "Yo entendía que debía quedarme con mi marido hasta el final". "Me decía que era vieja, que no servía para nada".

Frases como las de Elina nos muestran un sistema de desprestigio y agresión de las mujeres que suelen tomarse como algo cotidiano en muchos hogares pero al mismo tiempo nos deja un mensaje de superación cuando afirma "siempre se puede salir".

Durante muchos años hemos naturalizado situaciones de violencia, desde hace un par de décadas las mujeres luchamos a diario para que esta brecha entre hombres y mujeres no exista y que la violencia de género sea erradicada de los hogares del ámbito laboral y social.

En este cometido, lo más importante es poder distinguir la violencia en todas sus expresiones para poder combatirla y además criar futuras generaciones libres de preconceptos que les permitan vivir en igualdad.

Son muchas las acciones que se realizan desde diferentes organismos estatales provinciales y municipales y también desde ongs y organizaciones sociales para disminuir los índices de víctimas de violencia. En los últimos días hubo intervenciones en espacios públicos como pintura de murales, stands informativos y talleres, entre otras propuestas destinadas a visibilizar la problemática.

Un paso más en materia judicial


MARÍA LAZARTE

María Lazarte, madre de Carola Carretero, víctima de femicidio, nos contó como fueron los últimos trece años en los que buscó justicia por la muerte de su hija y logró un fallo que aportará a la causa en contra de la violencia de género. 
“Mi niña Carola Elina Carretero apareció sin vida un 5 de marzo del 2005, ella trabajaba en la Gendarmería. Ese día la plana de la Gendarmería me dijo que mi hija se había quitado la vida. Todo el tiempo me dijeron "su hija se quitó la vida’, la Policía nunca me contactó. 
Después la causa se caratuló como suicidio y luego como homicidio simple. Transcurrido el tiempo llegamos a un homicidio calificado por alevosía. Llegamos al juicio en el año 2015, se hizo desde el 13 de abril al 21 de abril, donde queda condenado González como autor del homicidio y quedan absueltos los demás. 
Pasado el tiempo, va a Casación y el día 15 de diciembre del año pasado vamos otra vez a juicio y en la sentencia de ese juicio le merman la condena a homicidio simple a Roberto Omar González y los demás quedan absueltos.
Por supuesto que nosotros continuábamos, apelamos nuevamente al Superior Tribunal de Justicia y ahora el Superior Tribunal dictaminó que a Roberto Omar González le corresponden 25 años de condena. Si bien no es la cadena perpetua, pero 25 años porque sí existió el homicidio, porque sí la mató porque la odiaba, porque era de la fuerza, porque tenía más grado que ellos. Carolina si bien era cabo, los demás eran gendarmes y siempre tenían esa reticencia y bronca. Ahora, González tiene 25 años de prisión, 4 años de prisión Tapia y Castillo; 6 meses Mario Olivares y nuevamente queda absuelto Cristian Monjes. 
Decían que estaba borracha, se dijeron muchas cosas. Nos hicieron pasar un tremendo calvario. Un calvario que tal vez no tenga fin, porque esto yo lo llevo de por vida, pero estoy conforme, muy conforme con el fallo del Superior Tribunal, porque sé que con este fallo muchos casos no van a quedar en la nada, las querellas van a ser escuchadas, se va a poder pelear. La Justicia va a poner mirada firme sobre los militares, los gendarmes, sobre las fuerzas armadas, porque no es posible que porque ellos tengan ese rol se crean superiores y que pueden hacer de nosotros lo que quieran. 
Después de este fallo no sólo las compañeras sino todas las mujeres estarán más protegidas. Parece que el hombre le tiene bronca a la mujer, y creen que tienen que ser superiores y no es así. Nosotras no somos ni más ni menos, somos iguales.
En ese aspecto me alegra porque esto no va a quedar en silencio, esto siempre va a estar vivo, siempre va a ayudar a muchos que hoy en día dicen: "No, la mujer no tiene derecho a pelear, la mujer es víctima, pero bueno, que se jorobe’, tal vez por el hecho de ser mujer o porque a ellos se les ocurre. Pero esto va a ayudar a todo eso, nosotras somos iguales a los hombres. Nosotras no debemos quedarnos y menos en estas situaciones, en estas cosas. Mi hija no estará, pero gracias a eso se va a poder hacer algo y no van a quedar los otros en la nada”, concluyó visiblemente emocionada María Lazarte.

PARQUE SAN MARTÍN / EL MUNICIPIO CAPITAL CONJUNTAMENTE CON APPACE REALIZARON UN MURAL ALUSIVO A LA FECHA.

PALPALÁ / MURAL QUE MUESTRA QUE ES POSIBLE SALIR DEL MALTRATO HACIA UNA VIDA DE LIBERTAD.

Dónde denunciar

La provincia de Jujuy cuenta con una Secretaría de Paridad de Género que brinda atención integral a las mujeres en situación de violencia y a las familias de víctimas de femicidio. La línea 144 está habilitada todos los días las 24 horas para recepcionar denuncias. 
Existen 12 Centros de Atención Integral de la Violencia de Género, que cuentan con equipos interdisciplinarios en todo el territorio provincial. 
En San Salvador de Jujuy en calle Sarmiento 427, en Humahuaca calle Salta 90, en Libertador en calle El Chañar, Manzana PA Lote 1 del barrio San Martín, en Palpalá en avenida Río de la Plata 383 del barrio San Ignacio, en San Pedro en Claveri 347 en el barrio Bernachi, en La Quiaca en avenida Sarmiento 543, en Caimancito en Pasaje Ejército del Norte S/Nº, en Santa Clara en avenida Juan José Castro en barrio Kirchner, en Abra Pampa en avenida Belgrano S/Nº (entre Casabindo y Moreno) del barrio 23 de Agosto, en Tilcara en Rivadavia 350, en Perico en Mariano Moreno 337 del barrio Centro y en El Carmen en calle Dr. René Favaloro esquina Dante Cardozo.  

“He vivido muchos años presionada y sometida”

“Hoy puedo compartir con mis hijos, viajar, hacer lo que a mí me gusta, que es coser. Hoy escucho música, veo tele, son cosas que antes no podía hacer”. 
Elina decidió, tras 40 años de un matrimonio violento, encarar un tratamiento y salir de esa situación. Hoy, después de dos años de tratamiento, afirma que todas sin importar la edad, la crianza o las creencias pueden salir. 
“Pensé que por mi edad no era posible salir. Golpeé muchas puertas hasta que logré iniciar el tratamiento y hoy estoy saliendo adelante. No digo que he salido, pero lo estoy haciendo, es un camino muy largo pero siempre se puede. Yo especialmente por mi edad, por mi crianza, por mis creencias creí que no podía. Por todo lo que está estipulado en la sociedad pensé que no podía hacerlo y que no debía. 
He vivido muchos años presionada y sometida y muchas veces no me daba cuenta que esto me afectaba. No tenía amigas, porque él no me dejaba. Tenía horarios para volver del centro, tenía horarios para ir a dormir. No tenía libertad. En parte no me daba cuenta de lo que pasaba, mi mamá pasó por lo mismo así que a mí me parecía normal. Hasta que al final me di cuenta. Todo comenzó a empeorar cuando empezó a agredirme y a humillarme. Tuve golpes y me daba vergüenza decirlo. Los profesionales me ayudaron a contarlo, me costaba mucho confiar y decir lo que me pasaba. 
Desde que me casé sufrí golpes, no sabía defenderme, no sabía cómo hacerlo. Después me cortó el contacto con la familia y cada vez que me pasaba algo no tenía a quien contarle. Trabajaba mucho porque él no me ayudaba en nada. Sufrí mucho maltrato, violencia psicológica muchísimas veces. Me decía que no servía, que era inútil y una tonta y yo me lo creía por momentos y por otros sabía que no era cierto porque criaba a mis hijos y trabajaba y siempre traté de salir adelante. Comenzó a humillarme diciendo que era vieja y que no servía, me sacaba de la habitación, me cerraba las puertas y tiraba mis cosas. No me dejaba para comer. Me insultaba que me vaya de la casa porque ya no le servía para nada. Comencé a enfermarme, bajé de peso muchísimo, no podía comer, no tenía ganas de salir, no tenía ganas de nada. 
Fui al Juzgado, pregunté y me derivaron a la Secretaría de Paridad de Género y ahí empecé el tratamiento. Lentamente fui hablando de cada cosa que me había pasado. Finalmente logré sacar todo lo que tenía porque era una acumulación de muchísimos años.
Por mi edad creí que no debía salir, me criaron para pensar que tenía que quedarme con mi marido hasta el último día y aguantar lo que sea. Tenía que esperar a ver si él cambiaba y si él quería dejar de maltratarme. Lo hablé mucho, le di tiempo, se lo pedí y no funcionó. 
Él decía que él era así y que lo tenía que aguantar. Me dejaba en cualquier lado tirada sin dinero, me hizo muchas cosas. Pensé que no podía pedir ayuda y pude hacerlo.
Le digo a muchas que están en mi situación que se puede salir y que no se debe aguantar, conozco a muchas personas que pasan lo mismo que yo. Hoy tenemos la posibilidad de que se nos escuche. La gente grande está muy estructurada y piensa que no puede y no debe salir. 
Hoy puedo salir y entrar en mi casa sin problema, hoy puedo compartir con mis hijos, viajar, hacer lo que a mí me gusta, que es coser. Hoy escucho música, veo tele, cosas que antes no podía hacer”.