Ante la reciente notificación de la vigencia de la ordenanza que conmina a los colegios privados a dejar el centro capitalino, referentes de establecimientos afectados esperan que prospere su pedido al Concejo Deliberante para derogar la normativa. Aseguran que la desconocían y de cumplirse generaría el cierre de los colegios, consecuentes despidos y perjudicaría a los estudiantes.
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Ante la reciente notificación de la vigencia de la ordenanza que conmina a los colegios privados a dejar el centro capitalino, referentes de establecimientos afectados esperan que prospere su pedido al Concejo Deliberante para derogar la normativa. Aseguran que la desconocían y de cumplirse generaría el cierre de los colegios, consecuentes despidos y perjudicaría a los estudiantes.
"Estamos muy preocupados porque esta ordenanza que lleva nueve años, y de la cual recién tomamos conocimiento, afecta a todos los colegios privados del centro. Pretendemos que se derogue el artículo 2 de la normativa porque es totalmente injusta, arbitraria, discriminatoria, por una serie de motivos", explicó Gloria Díaz de Bianco, del Colegio Mayor Jujuy.
Junto a Claudio Casas, del colegio Emdei, señaló que se hicieron varias presentaciones no solamente al Concejo Deliberante sino al Ministerio de Educación al entender que por tratarse de un tema educativo deben tener participación. En el Concejo presentaron una nota que aspira a que se derogue la ordenanza y explica cómo los perjudica; y otra para pedir un pronto despacho y una audiencia con el presidente del cuerpo deliberativo para que se trate el tema por las diferentes aristas y afectación de los derechos de alumnos, docentes, padres y hasta propietarios de los edificios.
"No pueden obligarnos a salir sin darnos una solución económica, algún crédito", agregó Díaz quien se refirió al contexto de crisis donde "los colegios privados estamos subsistiendo".
Ratificó que la medida es injusta si lo que se busca es controlar el tránsito, ya que entre los 17 colegios suman alrededor de 3.200 alumnos, cuando los públicos ubicados en el casco céntrico cuentan con cerca de 10.000. Por eso estimó que debe hacerse un estudio para ver si realmente son los colegios los que complican el tránsito.
Ordenanza que no se cumple
Por su parte, Casas recordó que hubo una ordenanza posterior que trató de dar solución al tránsito que indica que en todas las calles del casco céntrico todos los vehículos estacionados a las 11.30 frente a un colegio, deben ser retirados de modo que los que lleguen a buscar a sus hijos puedan detenerse y seguir circulando, y que no se cumple.
Hay dos proyectos que surgieron en torno a esta problemática que puso en alerta a los colegios, una del concejal Matías Domínguez que apunta a promover que se trasladen fuera del casco céntrico se les conceda exención de impuestos municipales por diez años, al igual que para quienes construyan fuera del centro; y otra de Federico Noro, que apunta a darles prórroga para que se trasladen los establecimientos. Sobre esta última Díaz aseguró que será imposible cumplir porque no están en condiciones económicas de construir un edificio, sea en dos o en tres años.
Evitar que abran nuevos en el centro
Un proyecto busca promover exención de impuestos municipales por diez años para los colegios que decidan irse y prohibir que se instalen y habiliten nuevos colegios en el casco céntrico.
“Para los que alquilan en el centro presentamos el proyecto para que se vayan pero cuando decidan irse gocen de un beneficio impositivo, que el municipio les contemple diez años en el pago de impuestos municipales”, explicó el concejal Matías Domínguez.
Y en el caso de quienes construyan un nuevo colegio fuera del casco céntrico también tengan los mismos beneficios impositivos en diez años, de modo que no sea una carga.
Aunque se estima que en lo que va del año no se tratarán cambios de la ordenanza que cumple su plazo en 2019, aseguró que prevé insistir en que se trate su propuesta, de modo que se analice y además se invite a todos los actores: al Ministerio de Educación y los colegios que están en el casco céntrico para coordinar el tema con el Concejo, el Municipio y la Provincia, por tratarse de una política educativa. Tras analizar la ordenanza en vigencia consideró que tiene varios problemas, insta a que se vayan los colegios del casco céntrico y pone la “vara alta” en las exigencias tales como que tengan un estacionamiento según la cantidad de aulas.