El fiscal de Investigación Alejandro Bossatti fue quien decidió avanzar en la investigación del femicidio de Romina Magalí Aramayo, joven ledesmense abusada y asesinada a golpes en abril del 2014 y ordenó detener al comisario Gabriel Zapana y al encargado del cabaret "Wolf Nigth Club" Diego Martín Alemán.
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El fiscal de Investigación Alejandro Bossatti fue quien decidió avanzar en la investigación del femicidio de Romina Magalí Aramayo, joven ledesmense abusada y asesinada a golpes en abril del 2014 y ordenó detener al comisario Gabriel Zapana y al encargado del cabaret "Wolf Nigth Club" Diego Martín Alemán.
Desde el momento del hallazgo del cuerpo de la joven, no hubo ningún avance por parte de la Justicia y de los investigadores para dar con los responsables del crimen, a pesar de que los padres de la joven habían aportado datos apuntando a las mismas personas hoy detenidas.
El crimen de Romina Aramayo tiene imputado al comisario Zapana por el delito de "encubrimiento agravado" y para la Justicia jujeña, fue el encargado de entorpecer la investigación haciendo desaparecer los expedientes.
A mediados de noviembre, los efectivos de la Policía Federal detuvieron a Diego Martín Alemán en una vivienda del barrio Cuyaya y para los investigadores, sería una de las personas que abusó, asesinó, empaló y se deshizo del cuerpo de Romina Aramayo en proximidades del predio del dique Los Molinos, en mayo del 2014.
Este caso fue uno de los más conmocionantes de nuestra provincia y cuando parecía que iba a quedar en la nada, por la falta de interés de investigar por parte del fiscal Carlos Farfán, la iniciativa del fiscal general del Ministerio Público de la Acusación Sergio Lello Sánchez, de especializar los delitos, hizo que esta causa pasara a Delitos Complejos, a cargo del fiscal Diego Cussel y de forma interina se hizo cargo el fiscal Bosatti, en la segunda parte del año.
Romina Aramayo trabajaba en un cabaret del barrio Alto Comedero, en ese entonces Zapana era director de Leyes Especiales, organismo policial que controlaba esos tipos de lugares y tras el crimen, el mismo Zapana se quedó a cargo de la División de Homicidios de la Brigada, quien debía investigar el crimen, y evidentemente nunca lo hizo.