Cumpliendo con el calendario carnestolendo, los jujeños celebraron a lo grande el progreso alcanzado durante el último año.
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Cumpliendo con el calendario carnestolendo, los jujeños celebraron a lo grande el progreso alcanzado durante el último año.
Si bien se trata de una fecha donde la euforia que se vive en todas las calles de la provincia desciende un poco y la mayoría de los turistas retorna a sus hogares, las comparsas y familias jujeñas se dispusieron a celebrar el tradicional Martes de Chaya.
La tradición que se celebra un día antes del Miércoles de Ceniza, es una costumbre milenaria que con el paso del tiempo fue creciendo e instalándose dentro de las actividades programadas para este período y que además marca el cierre de los festejos por Carnaval Grande.
Tal como lo celebraban los pueblos originarios, la chaya convoca a toda la familia que se junta para agradecer y celebrar por todos los logros conseguidos durante el último año, por ejemplo: autos, casas, electrodomésticos, entre otras adquisiciones.
Para ello desde las primeras horas del martes, las personas comienzan a adornar las casas y objetos a chayar con papel picado, talco y serpentina. A la par van preparando un rico almuerzo, donde el picante de pollo y la sopa de maní fueron las estrellas de la jornada familiar.
El aroma a sahumerio e incienso va ganando territorio como tendencia al igual que dar de comer a la tierra, las familias se disponen a chayar las nuevas adquisiciones que previamente fueron adornadas con talco, papel picado, serpentina y albahaca. Con un "braserito", el propietario recorre todos los rincones de la casa, rezando y agradeciendo por la buena fortuna. Luego es el turno de las personas quienes de a una, pasan en forma de cruz por arriba del brasero y se van bañando del humo con olor a incienso.
Finalmente se sahuman autos, camionetas y demás bienes, que a la par son bañados con cerveza, vino, agua bendita, nieve artificial y talco.
El ritual se repite a lo largo y ancho del territorio jujeño, por eso es común ver por las calles autos y camionetas completamente adornados. Imagen que se extiende por varios días ya que según marca la tradición, no hay que lavar lo chayado por lo menos en lo que resta del Carnaval.
Aunque algunos resaltan que no se debe dar de comer a la Mama Pacha en estas fechas, ayer familias jujeñas dieron lugar en el ritual de agradecer a la Tierra por los favores concedidos y le entregaron a la Pacha comida, bebidas, hojas de coca y cigarrillos, como ofrenda para agradecer por los frutos conseguidos y pedir nuevos logros.
Las fechas que faltan
Para muchos esta tradición marca el cierre de los festejos carnestolendos, ya que hoy inicia el período de cuaresma con el Miércoles de Ceniza. Sin embargo, las comparsas continuarán con su cronograma de actividades, el cual incluye: Carnaval Chico, que termina el domingo próximo donde se entierra al Pujllay hasta el próximo año, además del Carnaval de Flores y Carnaval de Remache.
JUAN PABLO TOLABA, GOMERO
Estoy cumpliendo 20 años como autónomo y desde que comencé, celebramos el Martes de Chaya. Todos los años preparamos lo mejor porque hay que dar gracias por todo lo que creció el taller. Invito a mi familia, amigos y clientes y hacemos un gran festejo para agradecer.
FERNANDA BRIZUELA, COMERCIANTE
Todos los años celebramos junto a la familia y amigos. Primero le damos de comer a la Pacha un plato tradicional y asado, como una muestra de agradecimiento por lo que nos dio. Después chayamos todo lo nuevo y hacemos un baile pero siempre entre familia.
FRAN CALIZAYA, REMISERO
Soy boliviano pero estoy radicado en Jujuy hace más de 35 años. Desde que llegué, festejamos el Martes de Chaya porque siempre hay que agradecer a la Pachamama por todo lo que nos da, es algo que me enseñaron mis abuelos y padres, y yo trato de incentivarlo en mis hijos.