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Temor en Salta por posible nueva crecida del Pilcomayo

Las lluvias en Bolivia condicionan a las localidades salteñas ubicadas en inmediaciones del río Pilcomayo.

Viernes, 23 de febrero de 2018 16:29

Las lluvias en la alta cuenca del río Pilcomayo en Bolivia, que a fines de enero y principios de febrero, provocó estragos en el norte de la provincia de Salta, con cuantiosos daños materiales y miles de personas evacuadas, están despertando el alerta nuevamente. Es que según un estudio de la fundación "Gran Chaco", podrían producirse nuevas precipitaciones que afecten a las provincias de Salta y Formosa.

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Las lluvias en la alta cuenca del río Pilcomayo en Bolivia, que a fines de enero y principios de febrero, provocó estragos en el norte de la provincia de Salta, con cuantiosos daños materiales y miles de personas evacuadas, están despertando el alerta nuevamente. Es que según un estudio de la fundación "Gran Chaco", podrían producirse nuevas precipitaciones que afecten a las provincias de Salta y Formosa.

Las lluvias que se registran en Bolivia elevaron a 2,97 metros el nivel del río Pilcomayo, creciente que puede provocar desbordes en su recorrida por las provincias de Formosa y Salta, según un informe de la fundación Gran Chaco.

Si bien los niveles del río están en bajante en todas las estaciones de aforo, las lluvias elevaron las marcas en Villamontes (Bolivia), lo que podría generar desbordes en su recorrida, cuando empiece a bajar hacia las provincias de Salta y Formosa, explica el trabajo.

Cerca de 300 familias fueron evacuadas en el oeste de Formosa y son asistidas por las autoridades en un campamento en la zona alta. En Salta, miles de personas tuvieron que desplazarse y recibir asistencia por la inundación de la zona chaqueña que comprende Santa Victoria Este y el despartamento San Martín. En tan extensa área que fue inundada por el Pilcomayo, aún muchas familias originarias y criollas, vagan a la deriva habiendo perdido lo poco que tenían.

A la vera de la ruta provincial 54, unas 30 familias permanecen hacinadas en carpas hechas con plástico negro de silo, en medio del monte, cerca de El Rosado, a la espera de ayuda. No tienen ni qué comer. Necesitan agua, víveres, camas y chapas.

En tanto, todavía no se aclaran las sombras que se ciernen sobre el reparto que hace la Municipalidad de Santa Victoria de las donaciones que llegan desde todo el país.

Muchos damnificados informaron que no les dan lo que necesitan para subsistir.

 

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