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“La impermanencia del perfomance queda eternamente en la mente del público“

Entrevista a la artista colombiana radicada en Europa.
Lunes, 05 de marzo de 2018 13:30

Estimados lectores: haremos un paréntesis en la música clásica en esta columna temporalmente para presentar artistas de América Latina en Europa. En este caso, la actriz Ana Bolena Ramírez.

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Estimados lectores: haremos un paréntesis en la música clásica en esta columna temporalmente para presentar artistas de América Latina en Europa. En este caso, la actriz Ana Bolena Ramírez.

 Nos conocimos con Ana en un recital que hicimos en Colonia, Alemania, con ocasión de los 14 años del círculo artístico y literario “La Tertulia“, que surgió como respuesta a las necesidades de los artistas e intelectuales hispanohablantes que vivían en Colonia, la cuarta ciudad en importancia en Alemania. El tema del recital de poesías y canciones fueron las lenguas indígenas.

 Luego compartimos una charla de café con Ana, a quien decidí hacerle un reportaje por lo interesante de su trayectoria, como artista y como actriz que se animó a dejar su carrera en Colombia por su familia en Alemania y para abrirse nuevos horizontes en un país de lengua y cultura diferentes.

 

 Ana, ¿cómo era tu carrera en Colombia?

Pues me inicié en el teatro callejero en Bogotá. Estudié en la Escuela Nacional de Arte Dramático de mi ciudad  y me perfeccioné con el maestro argentino Rubén di Petro. Trabajé 18 años en cine y televisión, haciendo series y telenovelas, como la serie semanal „Hombres“  pero siempre volvía al teatro.

 ¿Cómo decidiste venir a Europa?

Me presenté a un casting para un proyecto patrocinado por la universidad de Roma.  Se trataba de “El libro de los sueños“, de Jorge Luis Borges, mi autor favorito y con quien me identifico. Conozco su obra de atrás para adelante. Fui aceptada gracias al conocimiento que tenía de su obra y trabajamos el montaje en tres semanas, una creación colectiva en base a la propuesta de los actores y del director. Esta obra se presentó en el Festival de Teatro de Montalcino.

 

 ¿Pero no sólo fue Roma sino también en otros países donde trabajaste como actriz, verdad?

Sí, estuve un tiempo en Madrid, donde me perfeccioné en la escuela de William Layton. En Madrid protagonicé el monólogo de „La mujer judía“ de Bertolt Brecht. Mi experiencia con la televisión española me provocó un shock por lo diferente de las producciones, a un nivel menos natural.

Luego volví a Colombia donde conocí al padre de mis hijos.

 

¿Cómo es la experiencia de hacer teatro en un país cuya lengua es tan diferente de la tuya? ¿Lo ves como un reto o como una frustración?

 Pues, vine a Alemania en plan familiar. Aquí descubrí y pude desarrollar lo que me gusta, que es el perfomance.

 

¿Cómo definirías el “perfomance“?

El perfomance tiene elementos del teatro, el actor y el público, a lo que se suman otras cosas: la danza, el canto, las instalaciones plásticas, integrándose en un todo. No es una improvisación sino que requiere mucha preparación. Como me inicié con el teatro de la calle, tenía ya en mi bagaje la técnica de la improvisación. En Alemania tengo la oportunidad de hacer mis perfomances y es lo que me gusta.

 

¿Qué perfomances has presentado?

Tengo cuatro perfomances:  “La voz de la Tierra“, “Ser mujer“, “Derechos humanos en el periodismo“ y “El lugar del amor“.

 

Pero del arte del cine y la televisión, donde todo queda plasmado para la eternidad en una cinta cinematográfica y en las fotos, ¿no te parece ingrato lo efímero del perfomance?

 Pues no, porque va acorde a los tiempos modernos, la velocidad del mundo virtual. Esa imparmenencia le da el encanto de la eternidad en la memoria del público.

 

 

*Rafael Montero (tenor jujeño radicado en Alemania)