Superpochoclera, excesiva, delirante “Rampage: Devastación”, uno de los estrenos en la cartelera jujeña, es de esas películas a las que hay que entregarse sin meditar demasiado, sin tomarla en serio y simplemente pasarla lo mejor posible durante la proyección porque a los cinco minutos de salir de la sala caerá en el olvido irremediablemente.
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Superpochoclera, excesiva, delirante “Rampage: Devastación”, uno de los estrenos en la cartelera jujeña, es de esas películas a las que hay que entregarse sin meditar demasiado, sin tomarla en serio y simplemente pasarla lo mejor posible durante la proyección porque a los cinco minutos de salir de la sala caerá en el olvido irremediablemente.
La premisa de la trama es delirante e incluye a un gorila, un cocodrilo y un lobo afectados genéticamente por una siniestra corporación cuyos experimentos espaciales se salen de control. Pero el primatólogo (Dwayne “La Roca” Johnson) que crió al simio intentará buscar un antídoto para salvar a su amigo antes que los monstruos mutantes gigantes destruyan Chicago.
El filme se basa vagamente en un videojuego arcade muy popular en los ´80 y con un guión básico su director Brad Peyton ofrece una propuesta sin sutilezas que incluye un descomunal y abusivo bombardeo de efectos especiales en las secuencias de acción y que cuenta con la presencia “cool” del exluchador “La Roca” quien con el correr de los años ha ido perfeccionada el personaje que hace siempre: un tipo sensible con una onda tremenda, al que no matan ni las balas y que siempre encuentra lugar para el humor y para salvar el mundo.
No vamos a buscar mensajes profundos ni pretender reflexionar con una propuesta de este tipo solo hay que aceptar su sinsentido, disfrutar la pirotecnia visual y no buscar ninguna lógica, para apenas pasarla bien.