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"Venezuela es un desastre y tiene que ser limpiado"

El presidente Donald Trump se reunió con el mandatario chileno y se refirió a la crisis del país venezolano.

Sabado, 29 de septiembre de 2018 01:02

El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo ayer que Venezuela es un "desastre" que tiene que ser limpiado, al inicio de una reunión en la Casa Blanca con el mandatario chileno Sebastián Piñera, quien desde la OEA reiteró que rechaza una eventual injerencia armada en ese país.

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El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo ayer que Venezuela es un "desastre" que tiene que ser limpiado, al inicio de una reunión en la Casa Blanca con el mandatario chileno Sebastián Piñera, quien desde la OEA reiteró que rechaza una eventual injerencia armada en ese país.

"Venezuela es un desastre. Eso hay que limpiarlo y hay que hacerse cargo de la gente", dijo Trump antes de la reunión con Piñera, en un momento en el que sus posturas sobre la solución de la crisis divergen.

"Vamos a hablar de Venezuela, entre muchos otros temas", afirmó Trump a la prensa, después de que esta semana en la ONU había dicho sobre ese país que "todas las opciones están en la mesa, todas. Las fuertes y las menos fuertes". "Y ya saben lo que quiero decir con fuerte", había amenazado el mandatario estadounidense en referencia a una intervención militar.

A la pregunta de si va a reunirse con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, Trump dijo: "Vamos a ver qué es lo que pasa".

En la mañana, ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Piñera volvió a rechazar una eventual injerencia armada en ese país al declarar que "la opción militar no es una opción buena para este problema, uno sabe cómo comienzan las intervenciones militares, pero uno no sabe cómo terminan las invasiones, los muertos y el dolor y el sufrimiento".

Piñera abogó en cambio por otras vías para superar la crisis venezolana: "Eso no significa que no haya otros mecanismos que tenemos que usar y, cada vez con mayor fuerza y voluntad, para ayudar al pueblo venezolano y para forzar a un gobierno autoritario y no democrático a reconocer y respetar esos valores esenciales".

El mandatario enfatizó en que "Venezuela no es una democracia, no hay separación de poderes, no hay Estado de derecho, no hay libertad de expresión, no hay respeto a los derechos humanos".

El presidente Sebastián Piñera ya había dado su opinión negativa sobre la intervención militar en Venezuela -sugerida tácitamente por Estados Unidos- el jueves, en el marco de su exposición ante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.

Al anunciar la semana pasada que Trump recibiría a Piñera, la Casa Blanca dijo que uno los principales temas de la agenda eran "los esfuerzos para restaurar la democracia en Venezuela".

Resolución histórica 

El jueves, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución histórica que pide al gobierno de Venezuela que acepte la “ayuda humanitaria” ante la severa crisis en el país petrolero.

El texto había sido propuesto por varios países latinoamericanos, entre ellos Argentina, Perú, Chile, Colombia, y también Canadá. Fue adoptado por 23 de los 47 Estados representados en el Consejo.

Desde la tribuna de la ONU el jueves, Sebatián Piñera también abogó por que se permita la entrada de ayuda humanitaria al país.

Venezuela “está viviendo una tragedia porque sus habitantes están huyendo de condiciones ínfimas y precarias de existencia”, dijo el presidente chileno.

Recordó además la generosidad de Venezuela para recibir y proteger a miles de exiliados políticos latinoamericanos en las décadas de 1970 y 1980, y aseguró que su país recibirá a inmigrantes venezolanos, dentro de la legalidad.

El gobierno de Piñera impulsó este año una “visa de responsabilidad democrática” para inmigrantes venezolanos que lleguen al país.

Venezuela atraviesa una aguda crisis económica desde que se intensificó la caída de los precios del crudo entre 2014 y 2016.

La debacle se caracteriza, además de la hiperinflación, por una severa escasez de alimentos y medicinas.

Según la ONU, unos 2,3 millones de venezolanos (7,5% de la población de 30,6 millones) vive en el exterior, de los cuales 1,6 millones han emigrado desde 2015.