El jujeño Bruno Arias vive desde hace 13 años en Tenerife, Islas Canarias (España), a donde llegó luego de ahorrar por alrededor de tres años. Logró la nacionalidad, trabaja y estudia enfermería, y disfruta de conocer los lugares que soñó.
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El jujeño Bruno Arias vive desde hace 13 años en Tenerife, Islas Canarias (España), a donde llegó luego de ahorrar por alrededor de tres años. Logró la nacionalidad, trabaja y estudia enfermería, y disfruta de conocer los lugares que soñó.
A Arias, homónimo del cantante jujeño aunque su segundo nombre es Mauricio, la idea le surgió en 2003 tentado por una amiga que hizo un intercambio cultural y le mostró fotos de Francia.
"Trabajaba en Bonafide media jornada y otra en un supermercado de repositor. Estuve tres años ahorrando, traté de ahorrar 3.000 euros que es lo que esta amiga me había dicho que necesitaba. Cuando tenía el dinero no pude concretar el viaje", relató sobre el inicio de su aventura frustrada al principio por el tiempo.
Fue su amigo y entonces jefe Carlos Gentile quien lo animó a partir hacia España para conocer. Se asesoró, buscó un lugar pequeño y eligió Tenerife a donde llegó en 2006.
"Fue una locura de mi parte pero siempre persiguiendo mi sueño de conocer lugares", explicó Arias. Y aunque partió con la idea de visitarla 20 días conoció a un grupo de chilenos, actualmente sus amigos, que lo alentaron a trabajar y a la semana de llegar ya estaba desempeñándose en la "hostelería" como camarero.
Para obtener una tarjeta de residencia que le permita trabajar, la condición era permanecer tres años sin salir del lugar ni tener problemas con la policía. Entonces se quedó ese lapso, cambiando los restaurantes y fue aprendiendo el oficio de "dependiente" o atención al público, y cumplido ese tiempo obtuvo su tarjeta de residencia.
Para superarse decidió estudiar, y le llamaba la atención el ámbito hospitalario porque ya había trabajado cuidando personas mayores cuando hubo una crisis en 2009. Eligió estudiar "auxiliar de enfermería" que le dio un abanico de posibilidades para trabajar en atención a domicilio; y luego se animó a iniciar la carrera de enfermería en la universidad.
Con seis años en el país, trabajo, estudios en curso y sin haber tenido problemas con la policía, decidió gestionar la nacionalidad española, y la obtuvo por lo que ahora tiene ambas nacionalidades.
Lo que más le costó a la hora de adaptarse fueron los tres primeros años en que no tenía posibilidad de salir del país para obtener el "permiso de residencia por arraigo laboral". "Fueron varias navidades, fechas súper especiales, extrañas la familia, Jujuy, los carnavales, la Fiesta de los Estudiantes, pero se va sobrellevando", explicó Arias y es que además al mes de llegar a España falleció su padre y no pudo volver a despedirse de él.
La actividad de camarero durante el primer año significó una adaptación total, porque ni los tipos de café o bebidas eran iguales, ni la forma de trabajar y tuvo una suerte de "cambio de chip".
Actualmente trabaja durante los veranos cubriendo vacaciones en hospitales, mientras prepara "oposiciones", requisitos para lograr una plaza fija en nosocomios, al tiempo que se dedica a la investigación porque debe presentar trabajos y recibe becas para ello.
En Jujuy está su familia
Hace diez años que Bruno Arias está en pareja en Tenerife, donde eligió vivir, pero no tiene planes aún de tener hijos. Sin embargo, no dejó los afectos, volvió a Jujuy a visitarlos una vez que obtuvo la tarjeta de residencia en 2009, y cada dos años.
En Jujuy, Bruno aún tiene a su familia, su madre Margarita Aidé y a sus tres hermanos Paulo, Verónica y el menor Marcelo Arias, que viven en la ciudad. Tiene pensado poder llevar a vivirá con él a su madre porque ya se jubiló y debido a que ya cuenta con la nacionalidad española, podría otorgársela a ella.
De su ciudad extraña algunas delicias argentinas y algunas que sólo se consiguen en la provincia, “las masas finas del Crillón, las tortas porque aquí son de membrillo y deseo por ahí una torta de dulce de leche o una chocotorta, o la comida de mamá”.
Vivía en el barrio 820 Viviendas, y estudió la primaria en la escuela “Pablo Arroyo” y el secundario en el Bachillerato 6.