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27 de Abril,  Jujuy, Argentina
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"Fui aprendiendo y evolucionando"

El humorista vuelve a Jujuy, en la piel del Oficial Gordillo, para presentar mañana en el Centro Cultural "Martín Fierro", su nuevo show, "Dueño de lo ajeno", con dos funciones a las 21 y a las 23.El artista habló con nuestro diario de las innovaciones que incluyó para el show, además de aspectos vinculados con las nuevas formas de hacer humor frente al reclamo de movimientos feministas.

Viernes, 22 de noviembre de 2019 01:00

Vemos que en el show de mañana vas a incorporar el personaje de la mamá del Oficial Gordillo.

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Vemos que en el show de mañana vas a incorporar el personaje de la mamá del Oficial Gordillo.

Efectivamente, soy yo disfrazado. Algunos piensan que va a venir mi mamá (risas). Ella festeja el cumpleaños de quince de la hija en vivo, pero como no tiene hija mujer la elige del público. Así que a las chicas que no les han festejado el cumpleaños de quince que vayan preparadas. Pueden ser chicas y señoras mayores que les cumplimos el sueño, les festejamos el cumpleaños de quince en vivo.

¿Qué otras ocurrencias has incorporado?

El detector de mentiras que también se lo utiliza con el público, que lo tiene Gordillo en el primer cuadro. Es infrarrojo que detecta que si el sospechado de mentir está mintiendo o no, a través de un sonido. El aparato suena cuando está mintiendo.

También incorporamos una traducción al inglés porque soy llamado de los Estados Unidos. Esto es verdad, nos llamaron de Estados Unidos para hacer el show en Las Vegas y en un crucero, pero la condición era que estuviera traducido al inglés, entonces no llegamos a un acuerdo porque es intraducible.

Frente a esta propuesta ¿no has pensado armar un show especial para este tipo de público?

Lo que pasa no es armar y nada más. Sería muy arriesgado. Es muy difícil hacer reír cuanto no te conocen para arrancar, imaginate en otro idioma. Sería un desafío.

Me pasa cuando voy a Buenos Aires en lugares donde no me conocen, entrar es difícil, qué hace este disfrazado de milico, con esta tonada que no entiendo, es muy difícil hacer humor cuando no te ubican. Cuando ya te han visto en un video, saben de qué se trata la tónica de tu humor, ahí es mucho más sencillo para el humorista.

El fenómeno del Oficial Gordillo en esta región donde te va tan bien, tiene que ver con que rescatás los personajes y la idiosincrasia del hombre del interior...

Totalmente, todos los del interior que hayan vivido en un barrio lo van a entender, la madre nerviosa, la madre haciendo la comida, el papá trabajando, digamos el clásico formato familiar de los 70, 80, 90, que es a donde apunto yo más, la infancia, la niñez. Esto de mi papá me manejaba con la mirada, todos los que tenemos más de cuarenta sabemos de qué estamos hablando.

En estos tiempos de gran efervescencia por cuestiones vinculadas con el género, los patrones machistas, los piropos, hay algunos chistes que antes caían bien, pero ahora podrían significar el final de la carrera del humorista. ¿Cómo te manejás en este aspecto?

Fui aprendiendo y evolucionando. Hay chistes que tres, cuatro años atrás se los contaba y hoy no se los puede contar, me parece perfecto. Yo evolucioné gracias al stand up. Los cursos que se hacen de stand up se habla en primera persona, entonces todos los chistes que hago son en primera persona, hablo sobre mí, a mí era al que le pegaba mi mamá, yo soy el cornudo, yo soy el gordito, el pelado, el desgraciado. El público que va a ver mi espectáculo sólo va a escuchar historias sobre mí o sobre personas ficticias, no agarro a nadie de punto, no hablo sobre mujeres, no toco ningún tema candente. Quiero que el público que va a verme se sienta bien, que nadie se sienta agredido o burlado, al contrario, el único burlado es mi autobullying. Creo que de esa manera llegás a un lugar donde la gente se puede llegar a identificar o no, o reírse de la situación.

Me fui adaptando viendo la realidad porque no somos ciegos ni sordos, entonces me fui adaptando y evolucionando con el tiempo.

¿Fue complicado o fluyó fácilmente?

Fluyó bien. Me pasó una sola vez que puse en las redes sociales un chiste sobre un tartamudo que ya no lo hago obviamente, y me escribió la madre de un chico con problemas de dicción. Me dijo de muy buena manera cómo sufren la burla y ahí lo entendí, que no hay que hacer ningún tipo de chiste con eso, nada de nada que pueda llegar a afectar a alguien.

Cuando estoy escribiendo, estoy pensando en todos y en simultáneo.

Generalmente dicen que los humoristas no son personas muy alegres. ¿Cómo sos fuera del personaje?

Me considero una persona alegre, pero no soy Gordillo. Soy Miguel, por ahí la gente piensa que soy Gordillo y yo trato de devolverle algo de lo que espera obviamente porque es mi trabajo. Ya decía Julio Iglesias: "No es solamente mi trabajo cantar canciones, sino también devolverle a la gente con un gesto". La verdad es que soy más tranquilo que Gordillo que es como efusivo, encarador, no es tímido, yo sí tengo un poco de timidez; Gordillo es casi irrespetuoso, yo soy muy respetuoso. La gente me dice por qué me tratás de usted, por qué estás tan serio, les digo es solamente respeto. Yo tenía mi papá que me decía que en el almacén tenía que tratar de usted aunque fuera más chico que yo, entonces me quedó esa costumbre.

¿Cómo se le ocurrió hacer humor?

Me nació a los 5 años que tengo el primer registro, cuando iba a jardín de infantes ya me gustaba hacer reír a los demás. Con los juegos que proponía la maestra yo le daba una pisca, por ejemplo si había que saltar me subía arriba de la silla, si había que correr chocaba contra la pared. Después siempre que necesitaban a alguien para los actos, para actuar, era el primero que levantaba la mano. De grande también lo empecé a hacer en la escuela secundaria y cuando salí de la secundaria, mientras estudiaba de verdad entre comillas, en los momentos libres me iba a clases de teatro para despuntar un poco el vicio. Soy analista de sistemas.

¿Y el humor le ganó al analista de sistema?

Sí, totalmente, llegó un momento donde yo estaba trabajando y los fines de semana era payaso de adultos. Me disfrazaba de policía y me iba a los casamientos, a los cumpleaños entraba y decía que iba a suspender la fiesta, etcétera, etcétera, y en un momento me empezaron a llamar de otras provincias, tenía que pedir permiso en mi trabajo y ya cuando pedía demasiados permisos es cuando dije me debería dedicar a esto.

Tenés la suerte de trabajar en lo que te gusta y te divierte.

Sí, por supuesto, lo que me apasiona. Hay decisiones que se toman en un momento, confié mucho en mí mismo, mi pareja también confió en mí, me dijo metele, porque era volver a ser analista de sistema o hacer esto.

Siempre la vida te da como una bifurcación, es seguir por acá o por allá. Cuando tomé la decisión me arriesgaba un montón.

El mensaje entonces es que hay que tomar la decisión, jugarse y seguir nuestros sueños, haciéndolo con mucha pasión.

Totalmente, por lo menos a mí me pasó.

¿En estos tiempos de crisis, se te dificulta hacer reír a la gente?

No, la verdad que no. La gente va y me busca mucho porque me dice -sobre todo en las redes sociales, en la calle o al salir del teatro- es bueno venir a desconectarse hora y media acá, olvidarse absolutamente de todo porque no tocás temas candentes. No hablo de política ni de actualidad, ni de religión, ni de fútbol, ni de nada que sea complicado. Trato solamente de contar historias de mi niñez.

Esto quiere decir que en tus shows contás vivencias propias...

Sí, el 80 por ciento de las cosas que cuento son reales, obviamente que con sal y pimienta algunas, pero la idea madre es algo que me tocó vivir.

No te quiero robar más tiempo...

No, para robar estoy yo que soy tucumano (risas).

En serio (risas). ¿Qué le recomendás a algún chico, una chica, que tenga algún talento y crea que pueda incursionar en esto del stand up?

Algunas veces me llaman para charlas y siempre arranco contándoles todos mis fracasos. Les hago un listado, te puedo hablar cuarenta minutos de todos los fracasos que tuve. Los enumero porque no fue fácil, nada es fácil menos en estos tiempos y les comento que no va a ser fácil, de cien intentos van a pegar uno solo. Esto es así, es matemática pura.

Es como que hay que trabajar mucho lo que es la resiliencia, eso de salir fortalecido de las experiencias negativas y capitalizarlas.

Totalmente, me parece que ese es el secreto.

¿Cómo viene tu verano?

En Carlos Paz, a partir del 6 de enero y hasta el 27 de febrero voy a estar en el Teatro del Sol, lunes, martes y miércoles.