La celebración de Santa Cecilia, patrona de la música, adquiere en Tilcara un mayor significado, en parte por el protagonismo que allí tienen las artes musicales dentro de la cultura popular, y en parte porque su escuela de Artes, la 49, tiene esa orientación. Así, su día excede el del calendario religioso para homenajear a los cultores de las artes sonoras. En la plaza, en horas de la tarde del viernes, alumnos de la Escuela Nº 49 compartieron su ejercicio de la música y de la danza con todos aquellos que se acercaron a disfrutarlo, generando un espectáculo que recurrió tanto a las composiciones de nuestros creadores como las manifestaciones de la expresión anónima y aquellos sonidos actuales que los atraviesa. Tras el momento placero, se dirigieron al salón municipal para desarrollar las puestas en escena de las artes dramáticas, poniendo sobre las tablas lo completo de su formación artística, mientras que en el salón de actos de la escuela primaria 7, sus alumnos realizaban una velada con distintos cuadros. Dos generaciones, así, tanto la de los niños como la de los adolescentes, aseguran su lugar en la expresión artística local, sumando al ya heredado ejercicio de las expresiones populares una formación más acabada que multiplica sus posibilidades expresivas.
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La celebración de Santa Cecilia, patrona de la música, adquiere en Tilcara un mayor significado, en parte por el protagonismo que allí tienen las artes musicales dentro de la cultura popular, y en parte porque su escuela de Artes, la 49, tiene esa orientación. Así, su día excede el del calendario religioso para homenajear a los cultores de las artes sonoras. En la plaza, en horas de la tarde del viernes, alumnos de la Escuela Nº 49 compartieron su ejercicio de la música y de la danza con todos aquellos que se acercaron a disfrutarlo, generando un espectáculo que recurrió tanto a las composiciones de nuestros creadores como las manifestaciones de la expresión anónima y aquellos sonidos actuales que los atraviesa. Tras el momento placero, se dirigieron al salón municipal para desarrollar las puestas en escena de las artes dramáticas, poniendo sobre las tablas lo completo de su formación artística, mientras que en el salón de actos de la escuela primaria 7, sus alumnos realizaban una velada con distintos cuadros. Dos generaciones, así, tanto la de los niños como la de los adolescentes, aseguran su lugar en la expresión artística local, sumando al ya heredado ejercicio de las expresiones populares una formación más acabada que multiplica sus posibilidades expresivas.