Tras sufrir robos en sus casas, de diferente cuantía pero con una regularidad que empezó a preocuparlos, los vecinos de la localidad de Juella se reunieron el viernes en su Centro Vecinal para analizar, en conjunto, las medidas a tomar. Ya cerca de su Festival del Durazno, que convoca cantidad de público año a año, a pocos kilómetros al norte de Tilcara, analizaron lo que pudiera ser conveniente.
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Tras sufrir robos en sus casas, de diferente cuantía pero con una regularidad que empezó a preocuparlos, los vecinos de la localidad de Juella se reunieron el viernes en su Centro Vecinal para analizar, en conjunto, las medidas a tomar. Ya cerca de su Festival del Durazno, que convoca cantidad de público año a año, a pocos kilómetros al norte de Tilcara, analizaron lo que pudiera ser conveniente.
Principalmente, los delitos se cometen en las viviendas de aquellos residentes que se ausentan, y van desde robos de garrafas o ruedas de vehículos, hasta casas virtualmente saqueadas. La preocupante realidad se agrava, según manifestaron, con otros temas como la falta de alumbrado público en largos tramos de su calle principal, la falta de señal de celulares que atenta contra la comunicación entre vecinos y la falta de vehículos que realicen transporte de pasajeros desde Tilcara.
Llegar a Juella, descontando el remisero que realiza viajes compartidos, se convierte en una larga negociación con los remiseros de Tilcara, la que no siempre llega a buen puerto dado que la mayoría se niega a realizar ese viaje, y aunque hay una antena instalada para la provisión de internet, los vecinos nos manifestaron que desde hace mucho tiempo está fuera de funcionamiento. La señal de celulares es escasa y hay que trasladarse a la playa del río para alcanzarla.
De la reunión, surgieron dos reclamos puntuales que se elevarán a las autoridades pertinentes: la extensión del alumbrado público a aquellos lugares donde no lo hay y el pedido de instalación de una subdelegación policial para lo cual los vecinos dejaron vacantes dos terrenos de carácter fiscal en la zona de las primeras casas de Juella, de fácil acceso a los caminos carreteros que la unen con La Banda y el Churcal, sitio al que ofrecen aportar adobes para su construcción.
Se recordó que hasta la década del ’80, cuando la localidad contaba con pocos vecinos hubo un destacamento policial, y entienden que el crecimiento poblacional lo hace más necesario ahora, como modo de prevenir el delito que los preocupa y de poder resolver los casos que se den, ya que ninguno de los robos ha sido esclarecido hasta el momento.