Carola Solano Sandilli había sido denunciada por sus familiares como desaparecida el 14 de julio.
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Carola Solano Sandilli había sido denunciada por sus familiares como desaparecida el 14 de julio.
Para ese entonces se acababa de mudar a la casa de su novio en el barrio Cuyaya y la última vez que se la vio, fue cuando se apersonó a la Seccional 4º para solicitar un certificado de residencia.
Solano Sandilli era peluquera y hacía un tiempo que había terminado la relación con el hombre ahora imputado.
El examen forense que se le practicó al cuerpo de Solano Sandilli determinó que el deceso se había producido unas doce horas de ser hallado. Todo esto hace pensar que la víctima de femicidio estuvo más de una semana privada de su libertad en algún lugar y fue llevada hasta la playa del río Xibi Xibi, con el solo fin de darle muerte y abandonar su cuerpo en ese lugar.
Los efectivos de la Brigada de Investigaciones, como primera medida habían demorado a su actual pareja y horas después lo liberaron.
34 días después del crimen de la joven, los efectivos del Departamento de Telemática de la Dirección General de Investigación se alertaron por la activación del dispositivo móvil de Solano Sandilli en una vivienda del barrio 1º de Marzo, donde residía su expareja, Sebastián Torramorel. De inmediato el fiscal de Investigación Diego Cussel solicitó al juez de Control el allanamiento y detención del hombre, quien no supo justificar qué hacía con el teléfono de la joven asesinada.
Torramorel había compartido en sus redes sociales la búsqueda de Solano Sandilli y cuando apareció el cuerpo de la joven, el inculpado puso un listón de duelo con la leyenda de "basta de femicidios".