Cada vez falta menos para que Jujuy elija nuevamente autoridades provinciales para los próximos cuatro años, por lo que los candidatos empiezan a afinar sus propuestas y sus objetivos de campaña para llamar la atención de la sociedad. Por el momento, solo dos candidatos lograron atraer a la mayoría de la sociedad.
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Cada vez falta menos para que Jujuy elija nuevamente autoridades provinciales para los próximos cuatro años, por lo que los candidatos empiezan a afinar sus propuestas y sus objetivos de campaña para llamar la atención de la sociedad. Por el momento, solo dos candidatos lograron atraer a la mayoría de la sociedad.
Julio Ferreyra y Gerardo Morales lograron polarizar la elección a gobernador del próximo 9 de junio, según varios sondeos que se pudieron ver en diferentes lugares, dejando a las terceras opciones muy relegadas en la pelea por la gobernación y planteando la opción en la sociedad de si realmente sirve elegir a una fórmula que se encuentra lejos de estos dos candidatos.
Sabemos que con una elección polarizada en escena se convierte en una tarea casi imposible para los otros candidatos de volver a convencer al votante de repensar su voto, siendo muy pocas las veces que se logró romper polarizaciones en la historia corta de la vuelta a la democracia.
Hoy Jujuy presenta este escenario, dejando en las personas la decisión de votar a una tercera opción que hoy se encuentra lejos de pelear la gobernación y de cierta manera sea un voto desaprovechado. Desde este punto, es una tarea de rompecabezas para los candidatos que se encuentran en la polarización captar este voto.
Desde el oficialismo especulan con seguir la levantada en esta última semana y conseguir un buen colchón de puntos que le permita seguir gobernando por cuatro años más sin problemas. Por el lado del Frente Justicialista, vienen centrando sus cañones en las otras fórmulas peronistas y de otras fuerzas para que esas personas se decidan de votar a una oposición que si tiene chances de pelear de igual a igual con esos papeles la gobernación a Gerardo Morales.
La tarea no es sencilla, ya que como dijimos más arriba, cuando una persona tiene decidido su voto es muy difícil que cambie de opinión, pero cuando una fuerza opositora tiene chances de obtener el triunfo con “votos prestados”, la ciudadanía entiende que votando a esa persona es la única chance de que gane un candidato opositor.
En la provincia vemos como los candidatos intentan enamorar a los electorados de las terceras fuerzas que vienen muy atrás en los sondeos, por eso saben que con propuestas nuevas y con mensajes directos pueden sumar más electores.