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Devoción por el Señor de Quillacas en Humahuaca

Los hermanos Ninaja construyen un pequeño templo en el paraje Negra Muerta. Recibieron ayuda de feligreses.

Miércoles, 18 de septiembre de 2019 01:03

HUMAHUACA (Corresponsal). El paraje se llama Negra Muerta y ahí los fieles hacen una de las "pausas" para rendir cultos al Señor de Quillacas, antes de llegar a Humahuaca. Esa devoción los llevó a construir un templo para todos los promesantes.

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HUMAHUACA (Corresponsal). El paraje se llama Negra Muerta y ahí los fieles hacen una de las "pausas" para rendir cultos al Señor de Quillacas, antes de llegar a Humahuaca. Esa devoción los llevó a construir un templo para todos los promesantes.

Tras el fallecimiento de sus padres, Sixto Ninaja se impuso construir el oratorio. "Cuando estaban mi mamá y mi papá dijeron qué lindo sería que esto hacerlo más grande, tener un poco de sombra y protegernos del viento. Ellos fallecieron con esa idea, de ampliarlo y de ver algo grande, al tiempo mi hermano tiene un accidente justo un primero de agosto, y en eso se viene la fiesta del Señor de Quillacas. En ese momento nos comprometimos todos para hacer algo por el santo, pidiendo para que cure a mi hermano y es así que mi hermano ya estaba mejor y fue saliendo de a poco y con mis hermanos decidimos comenzar la construcción de una pequeña capilla pero nos salió algo más grande", relató.

La capilla está en el paraje Negra Muerta a la vera de la ruta nacional 9, al norte de Humahuaca. Cuando empezaron la construcción hace dos años, la primera idea era algo de pequeñas dimensiones, cuatro por cuatro o algo parecido, y en cuanto empezaron a trabajar devotos del santo empezaron a llegar con colaboraciones de materiales de construcción, como hierro, cemento, entre otros elementos. El lugar cuenta con una alcancía y de esta forma también se va recolectando dinero que se utiliza para comprar lo necesario.

Los siete hermanos Ninaja, los sobrinos, las mujeres de la familia, colaboraron con la mano de obra para que esto se haya hecho realidad. "Esto nos llegó a unir más y en lo que emprendemos lo hacemos así".

Se levantó una estructura de siete metros por nueve de lo que era una estructura de un metro veinte por dos. Se hizo prácticamente un salón, el piso es de cerámico e inclusive se ha ampliado la zona para que los vehículos puedan estacionar.

La devoción llevó a varias personas a colaborar a su paso, periqueños, salteños y bolivianos.

Ninaja es docente en la escuela de la pequeña localidad de Rodero y algunos de sus hermanos también son docentes y personal de servicio de instituciones educativas.