Por Riad Quintar (H)
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Por Riad Quintar (H)
Aún no terminaba de aclarar el cielo con las primeras luces de la mañana, y las adyacencias del hotel céntrico donde se alojó Ivanka Trump mostraban el marco de una película de guerra o de acción policial, ya que el operativo montado para la seguridad de la comitiva de Estados Unidos sorprendió a todos los jujeños que un poco dormidos y casi sin saber qué pasaba, transitaban por el lugar.
La hija del presidente de EEUU, Donald Trump, comenzó su gira en Colombia que siguió en Jujuy y tiene como punto final Paraguay.
Adentro del hotel, El Tribuno de Jujuy fue uno de los dos medios nacionales acreditados presentes. Allí los colaboradores de los funcionarios estadounidenses trataban de hacer todo lo posible para que la presentación de Trump saliera tal cual estaba prevista.
Tras salir del hotel el despliegue de la comitiva y los periodistas hacia su primera escala cerca del hotel generó el asombro de los jujeños, que se agrupaban en cuanta esquina para filmar el impresionante operativo y tratar de captar una foto justa de la importante visitante.
La primera parada fue en la sede de la organización Pro Mujer, a la que la iniciativa de Ivanka Trump (W-GDP) colabora para que financie pequeños emprendimientos. El lugar de pronto se vio convulsionado de gente y periodistas tratando de sacar alguna declaración u obtener una buena imagen de Ivanka. Adentro de una pequeña sala, como si estuvieran en otro lugar y sin saber quién estaba por visitarlas, mujeres de toda la provincia prestaban atención a una charla sobre financiamiento. La puerta se abrió y entró la rubia hija del presidente norteamericano acaparando todas las miradas y causando asombro en todos los presentes. La charla empezó y la traductora trataba de no perderse una sola palabra de Ivanka para las emprendedoras presentes.
Después de un tiempo de presentación, Trump quiso que alguna de las mujeres le contara su emprendimiento y sus objetivos de vida. Muchas se miraron y el miedo y la vergüenza se apoderaron de ellas. Pero desde el fondo una levantó la voz y pronunció fuerte que su objetivo era tener su propio restaurante y estaba en vías de poder lograrlo. Ivanka se sorprendió y pidió que le cuente más sobre su proyecto y cuál era el plato principal que ella cocinaba. Risas de por medio entre los presentes, la mujer del fondo volvió a pararse y casi sin darse cuenta que todos esperaban su respuesta, comentó que el picante de pollo era su especialidad, siendo aplaudida por todas. La hija de Trump destacó su iniciativa y antes de irse prometió que si volvía a Jujuy iba a comer en su restaurante y probar el picante.
Otra vez a la camioneta y el asombrar a los jujeños por el despliegue de los móviles de seguridad. La segunda parada fue en calle Alem de barrio Gorriti, donde Ivanka ingresó al taller y negocio de ropa "Pachamá", en el que la familia del establecimiento la esperaba emocionada. Nuevamente Ivanka se mostró agradable, comprensiva de la situación actual de los comercios y serena a la hora de ver la ropa que se producía en el lugar. Volvió a hacer referencia a la situación de las mujeres en la sociedad, valorizando a la dueña del negocio y afirmando que la ayuda de Pro Mujer seguirá.
Luego de tomar la autopista y que muchos periodistas extranjeros preguntaran por el estadio de Gimnasia, la comitiva de la hija del presidente norteamericano llegó a Palpalá. Paró en un barrio colindante a la fábrica de Aceros Zapla, y desde el interior de una casa salió una mujer vestida de pastelera y con una emoción muy grande: era Graciela, otra de las emprendedoras beneficiadas por Pro Mujer. Una vez dentro de la panadería, la mujer empezó a contar su negocio y cómo consiguió todo eso, ante la atenta mirada de Ivanka, que probó algunos de los productos y compartió un bollo con sus colaboradores. El momento más emotivo de este viaje se dio cuando ingresó a la cocina de la pastelera, que contó su dura vida hasta conseguir la ayuda de la organización y poder poner su emprendimiento; las fotos en las paredes de su familia y algunos diplomas eran testigos en primera persona del relato. En un momento Trump consultó por la familia de Graciela y ella se emocionó, puesto que reconoció que por esta panadería sus hijos estudiaron y pudieron salir adelante. En ese momento todos escuchaban con atención el relato y más de uno se emocionó.
Por último, llegó el momento de producir un rico postre, donde Ivanka mostró sus dotes culinarias y probó, por primera vez en su vida, el dulce de leche, quedando encantada y llevándose un poco para el viaje. Antes de partir, Graciela regaló facturas a toda la comitiva y se mostró orgullosa de su logro.
La siguiente parada fue Purmamarca, que como siempre estaba a pleno sol. Toda la comitiva se maravilló con los paisajes y los periodistas extranjeros trataban de sacar la mejor foto de los cerros multicolores. Al llegar al histórico hotel del lugar, adentro ya estaban el canciller Jorge Faurie; el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, y el gobernador Gerardo Morales, entre otros. En un gran salón, los funcionarios de Estados Unidos coincidieron en la necesidad de fortalecer las relaciones entre ambos países, colaborar y acompañar acuerdos y seguir el camino de igualdad con las mujeres. Del lado argentino redoblaron la apuesta y, con pícaras intervenciones, contaron el crecimiento en materia turística de la provincia, la cantidad de vuelos que hay ahora en Jujuy y la pronta finalización del aeropuerto, valorando al visita a Jujuy, además de enumerar las riquezas naturales.
Luego del almuerzo, Ivanka Trump paseó por el hotel, se maravilló de las vistas del lugar y hasta tuvo tiempo de charlar con algunos presentes, demostrando un rol sociabilizador, agradeciendo el trabajo de todos, incluido el de los periodistas. En el regreso, la última parada antes del aeropuerto fue en la entrada a Purmamarca, en el tradicional mirador donde todos se bajaron para tomar la mejor foto del cerro de siete colores como telón de fondo.
Ivanka Trump arribó el miércoles a las 23 y partió ayer a Paraguay alrededor de las 16.30, estando poco más de 17 horas en Jujuy