Por Lucas Delgado
inicia sesión o regístrate.
Por Lucas Delgado
Adán Cáceres es un docente con discapacidad visual producto de una deficiencia adquirida que le imposibilitó la vista a los 25 años de edad. Actualmente, a sus 52 años forma parte del equipo profesional de Unjuprodis que es un programa de discapacidad de la Universidad Nacional de Jujuy que depende de la Secretaría de Extensión.
A su vez, Cáceres integra las áreas de Deporte de Unjuprodis y en el área de Centro de Recursos Educativos Accesibles, donde se facilita todo el material bibliográfico de estudios para personas con discapacidad. Es egresado de la Facultad de Humanidades, recibido de Comunicador Social (actualmente trabaja en su tesis de licenciatura). Se recibió además de docente de nivel primario, técnico en sistema de Braille y técnico en tecnología.
En una entrevista con El Tribuno de Jujuy, Cáceres hizo referencia a las distintas situaciones por las que tuvo que atravesar durante su vida y de cómo la superación y la voluntad propia le dieron los motivos para continuar con sus objetivos aún luego de perder la vista a sus 25 años.
Haciendo un panorama actual con el tema laboral y las posibilidades que tienen las personas con discapacidad visual, Cáceres mencionó que "el acceso laboral es lamentablemente muy limitado, la inclusión laboral es una barrera que cuesta derribar para las personas con discapacidad y estamos trabajando al respecto".
"Aun teniendo estudios, lamentablemente es difícil la situación actual. Hay muchos prejuicios, mucha estigmatización hacia las personas con deficiencia. Cuando van a solicitar un trabajo no ven tu currículum ni tu potencial, sino que primero ven tu deficiencia", explicó.
En cuanto a su vida personal y los inicios en su profesión, Adán Cáceres expresó: "Antes de perder la vista me recibí de profesor en enseñanza primaria y trabajé en una escuela de Fraile Pintado durante 3 años".
"Luego de mi rehabilitación, por esas cosas del azar, un compañero mío que se había inscripto en la Facultad de Humanidades me pidió que lo acompañe y luego me sugirió que me inscriba. En ese momento ni se me había cruzado por la cabeza iniciar una carrera, ni mucho menos ir a una universidad. Era algo que anhelaba pero lo veía imposible por la situación económica. Creía lejana la posibilidad de ingresar a una universidad. Al ingresar a la carrera de comunicación social me propuse aprovechar la posibilidad que me estaban dando la vida y la universidad. Me considero de esas personas que cuando me comprometo en algo, lo hago con máxima responsabilidad. Para mí no era un juego y no quería perder el tiempo. Si Dios quiere, a principios del año que viene voy a estar haciendo la defensa de mi tesis", dijo.
Por otra parte, contó detalles de cómo fue su etapa de superación luego de perder su vista refiriendo: "Uno la verdad que primero ve como que todo se termina, cómo todo se acaba y que ya no hay más nada que hacer. Se te cruzan un montón de cosas por la cabeza de todo lo que uno se pueda imaginar. Después obviamente te fortalecés gracias a tus seres queridos, pero está en uno mismo como persona decidir qué queremos para nuestra vida".
"Es quedarnos en casa como un mueble que lo tienen que mover de allá para acá, siendo una carga para los familiares, o salir adelante y luchar por los objetivos", agregó Cáceres.
"Al comienzo te asusta, yo vivía en Fraile Pintado y no sabía que existían personas ciegas y eso como que hace más difícil la situación porque al desconocer es peor", explicó el docente a lo que sumó que "al llegar a San Salvador vi personas ciegas que caminaban solas con su bastón blanco, personas que sabían Braille, que manejaban celulares y computadoras. Todo eso me significaba un descubrimiento, el cual me llamaba la atención. Eso me incentivó y empecé a trabajar fuertemente. Ahí se me volvió a prender la luz de la vida para ver las cosas de otra manera".
El goalball como deporte específico para personas ciegas
En lo que respecta a sus funciones dentro del área de Deportes del programa universitario Unjuprodis, Adán Cáceres detalló que "soy docente y deportista".
"En el área del deporte practicamos actividades de todo tipo, tanto al aire libre como dentro del gimnasio de la Unju. Tenemos momentos de esparcimiento y de recreación. Además, participamos de maratones y realizamos un deporte específico para personas ciegas como es el goalball", detalló el docente.
"El goalball no es un deporte adaptado como muchos otros. Es dinámico y muy inclusivo puesto que pueden participar personas de todas las edades, desde niños hasta personas adultas que tienen la deficiencia visual, ya sean personas ciegas, como también personas con baja visión o personas que no tienen ninguna ineficiencia", aportó Cáceres.
Cabe destacar que el equipo "Los Caimanes de la Unju" participa a nivel nacional en este deporte federado por la Fadec (Federación Argentina de Deportes para Ciegos). "Permite formar equipos mixtos que están integrados por varones y mujeres. Una vez que los dos primeros equipos del ámbito regional clasifican, se va a competir a nivel nacional en Buenos Aires y de ahí sale un equipo ganador", concluyó.
.