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No hay registro del virus Chapare en nuestro país

Jujuy tiene hábitat natural para el desarrollo de enfermedades hemorrágicas, pero no hay casos de este virus.
Lunes, 23 de noviembre de 2020 01:04

Salió a la luz el virus Chapare se transmite de persona a persona, generando preocupación por casos fatales en 2019 en Bolivia. El infectólogo local Raúl Román explicó que pese al brote y que se comprobó que se puede transmitir por fluidos corporales o sangre, no hay registros de casos en Argentina de presencia del virus. El NOA comparte características ecológicas comunes para roedores que transmiten ese tipo de enfermedades.

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Salió a la luz el virus Chapare se transmite de persona a persona, generando preocupación por casos fatales en 2019 en Bolivia. El infectólogo local Raúl Román explicó que pese al brote y que se comprobó que se puede transmitir por fluidos corporales o sangre, no hay registros de casos en Argentina de presencia del virus. El NOA comparte características ecológicas comunes para roedores que transmiten ese tipo de enfermedades.

El médico infectólogo y referente del Programa Provincial del HIV, Raúl Román, explicó que el virus Chapare fue descubierto entre 2003 y 2004 en el departamento que le da nombre, al norte de Bolivia y corresponde a la familia del Arenovirus. Tienen la capacidad de producir hemorragias, por lo que se los conoce como "enfermedades hemorrágicas de Latinoamérica". El Chapare tuvo un rebrote en 2019 con cinco personas afectadas de las cuales tres murieron por un proceso hemorrágico y generó preocupación en las autoridades por la letalidad.

Explicó que actualmente se está estudiando y tratando de saber las características clínicas de estas hemorragias, dominado por un cuadro clínico sistémico, cefáleas, dolor de cuerpo, mialgias y otras manifestaciones como hemorragias en las encías, o infiltrados hemorrágicos en las conjuntivas de los ojos, que produce una afección multiorgánica que puede ser fatal.

En el país no hay registros de circulación viral del Chapare ni notificado por Epidemiología en la región. Tampoco hay casos nuevos este año por lo que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda vigilancia activa. Sobre la posibilidad de que haya casos en Argentina, "las probabilidades siempre van a existir en este mundo globalizado; tenemos vías de comunicación como los aviones. Es poco probable que una persona que recién se infecte y esté en un estadio de latencia o incubación llegue a nuestra provincia o a otro lugar de Argentina", dijo Roman.

Dijo que se estima que el periodo de incubación por el virus chapare o machupo que son similares es entre 9 a 14 días. Sin embargo, explicó que no hay un tratamiento efectivo para tratar este tipo de hemorragias pero destacó que Argentina tiene buena experiencia con el uso de plasma de convalecientes por el virus Junin, una opción terapéutica que con un escaso número de casos sería difícil de disponer.

Por otro lado, explicó que el virus Chapare se lo relaciona con el Ébola, aunque en realidad son virus de distintas familias.

La familia del Filovirus corresponde al Ébola que se cree que se transmite por murciélagos; el Arenavirus al virus Junin o al Machupo, que son fiebres hemorrágicas transmitidas por ratones; y el Flavivirus está relacionada con el dengue porque se transmiten por mosquitos.

"El virus Chapare está más relacionado al grupo arenavirus, y tiene más características clínicas correspondientes a enfermedades hemorrágicas virales de Sudamérica como el virus Junin, Machupo, Wanarito de Venezuela y Savia de Brasil, mientras el virus Laza afecta al oeste de África", explicó.

Otra cosa que comparten el Arenavirus, el Machupo, Chapare y Junin con el Hanta Virus, es que son trasmitidos por otro ratón, el colilargo. "Una persona se infecta con Hantavirus cuando va a encontrarse con el ratón, la persona que hace campamento, que sale a pescar, a cazar al monte", precisó. Todos estos virus tienen en su genoma material genético ARN, y tienen una cubierta lipídica que los hace muy sensibles a detergentes y lavandina también al agua y jabón.

Se transmite al inhalar

RAÚL ROMÁN/ INFECTÓLOGO JUJEÑO EXPLICÓ LOS DETALLES DEL VIRUS. 

"Hoy existe una preocupación en los países vecinos a Bolivia si el virus puede traspasar las fronteras, y hoy luego del aprendizaje que nos dio el coronavirus que es de transmisión aérea, y al hablar que el arenavirus está limitado a una región, va a depender de muchas cosas la diseminación de la enfermedad", explicó el infectólogo Raúl Román.

Sostuvo que entonces se debe tener en cuenta la capacidad patogénica del virus, cuán infectante y qué tan peligroso puede ser para la comunidad. También se debe contemplar la distribución geográfica del roedor, y los factores ecológicos de los roedores y seres humanos que podrían facilitar el contacto con el virus excretado por el ratón.

Por ello, explicó que cuando hay actividades económicas como agricultura, acopio de alimentos y la población demográfica, es más fácil que se acerquen los ratones que viven en el área silvestre y lleguen a tener contacto con el humano.

"Cuando el humano lo sorprende al ratón, éste termina orinando y eliminando excretas donde el virus se volatiliza", explicó. Entonces se supone que la forma en la que el ser humano adquiere la infección "es a través de la inhalación de partículas recientemente aerolizadas, o haber tocado orina fresca del ratón infectado, tocarse la boca y entra por la vía digestiva como por la aérea".

Sostuvo que es costumbre entre la gente de campo llevarse a la boca ramitas, espinas, que son prácticas que podrían posibilitar la transmisión del virus, y que podría sumar al coqueo con la hoja de coca, pero no hay estudios que lo avalen.

Es por ello que este tipo de virus no es un riesgo para la comunidad pero si en personas que viven, trabajan o transitan en áreas donde se encuentran los roedores selváticos infectados, el personal de salud y personas que están en contacto con pacientes infectados. Los roedores se autolimitan en su población por disponibilidad de alimentos y los brotes tienen que ver con esto.

Dentro de los Arenovirus en Latinoamérica, en Argentina está el virus Junin, ubicado en las zonas agrarias de La Pampa y Buenos Aires. En Argentina se conoce como reservorio al ratón maicero, mientras en Bolivia el virus Machupo tiene su reservorio en la laucha grande, vinculado a cultivos de maíz, arroz, y caña de azúcar que se produce en la zona del Chapare.

Fortalecer la vigilancia

La Subdirección Provincial de Epidemiología informó sobre los antecedentes del virus Chapare, ante la presentación de la investigación científica en un congreso de la American Society of Tropical Medicine and Hygiene (ASTMH) de los casos del año 2019 pasado, confirmando la transmisión interhumana, del nuevo virus circulando por Bolivia denominado Chapare.

Precisó que el 28 de junio de 2019, el Ministerio de Salud del Estado Plurinacional de Bolivia reporta 3 casos de síndrome febril hemorrágico por una enfermedad viral no identificada. El 2 de julio el Centro de Enfermedades Tropicales (Cenetrop) notificó que se trata de un Arenavirus del Nuevo Mundo.

En Bolivia se han caracterizado dos arenavirus causantes de fiebres hemorrágicas, el virus Machupo, asociado a roedores silvestres Calomys callosus, y el virus Chapare, cuyo reservorio no ha sido aún identificado. En 2019, se identificó un arenavirus asociado a los casos de fiebre hemorrágica que se registran en localidades de la región de Los Yungas, en el departamento de La Paz.

Al realizar la investigación del pequeño brote ocasionado en el 2019, cuando se registraron cinco infecciones y tres fallecimientos, ahora surge que los arenavirus se transmiten por inhalación de excrementos de roedores infectados; y también pueden transmitirse de persona a persona por medio del contacto con fluidos corporales, especialmente sangre.

En términos clínicos, los cuadros son compatibles con infecciones por Arenavirus, siendo el síntoma más frecuente presentado la fiebre, dolores musculares, dolor abdominal, dolor de cabeza, leucopenia y plaquetopenia en el hemograma.

 La recomendación por ello es fortalecer la vigilancia de casos compatibles con infecciones por Arenavirus, provenientes de las zonas endémicas de Bolivia

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