Buscando desarrollar un programa para potenciar herramientas del aprendizaje basado en el trabajo, organizaciones como la Fundación Varkey y la Unión Industrial Argentina (UIA) buscan sostener los lazos entre la escuela y el trabajo, y generar experiencias que ayuden a los estudiantes a vislumbrar su proyecto de vida. Hubo un acercamiento virtual del que participaron 179 directores de varias provincias y expusieron experiencias, incluso Jujuy.
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Buscando desarrollar un programa para potenciar herramientas del aprendizaje basado en el trabajo, organizaciones como la Fundación Varkey y la Unión Industrial Argentina (UIA) buscan sostener los lazos entre la escuela y el trabajo, y generar experiencias que ayuden a los estudiantes a vislumbrar su proyecto de vida. Hubo un acercamiento virtual del que participaron 179 directores de varias provincias y expusieron experiencias, incluso Jujuy.
El programa alcanzó a docentes y directores de 179 escuelas de las provincias de Mendoza, Salta, Corrientes, Jujuy, San Juan, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Formosa, Catamarca y Santa Cruz. A lo largo de cuatro semanas, cursaron de forma online ocho encuentros con modalidad taller organizada por la Fundación Varkey, GAN Argentina, la Red Global de Aprendizaje y Unión Industrial Argentina.
Con ello se buscaba poner en marcha un programa que busca sostener y potenciar las herramientas del aprendizaje basado en el trabajo y cómo insertarse en el ámbito laboral.
Se concretó mediante talleres donde se propuso "cómo a través del uso de nuevas tecnologías se puede posibilitar el desarrollo productivo", explicó Graciela Calzada de la Fundación Varkey consultada por El Tribuno de Jujuy. Se hizo mediante la Fundación Varkey que creó el vínculo con empresas de modo de rescatar desarrollos productivos genuinos en varias provincias.
"Tenemos que abrir nuevas puertas que conecten la escuela con el mundo del trabajo, impulsando espacios de aprendizaje que se conviertan en oportunidades concretas. Es posible construir lazos y generar experiencias para que los jóvenes puedan ser lo que son capaces de ser", expresó en un comunicado Agustín Porres, director regional de Fundación Varkey.
Encontraron que el tejido que unía las escuelas con el mundo del trabajo fue fuertemente rasgado por la pandemia. Al perder la presencialidad, las escuelas de oficios que tienen un fuerte componente de trabajo manual tuvieron el desafío de sostener el vínculo con sus estudiantes.
Fueron varios invitados y experiencias expuestas que se trabajaron. Uno de ellos fue de la provincia de Jujuy, y fue Gonzalo Garrido, secretario de la Escuela de Oficios Libertador General San Martín, quien expuso la experiencia de la escuela que conecta con su perfil de enseñanza al mundo laboral y acompaña a los alumnos para que puedan terminar la escuela e insertarse laboralmente.
La escuela de oficios creada por el programa Escuela-empresas de Ledesma Saai, que articula con establecimientos técnicos de la zona, de modo que brinda la posibilidad a los estudiantes que puedan realizar allí prácticas profesionalizantes. "Por ejemplo, los chicos de la Agrotécnica visitan todo el sector del campo, y de colegios técnicos con orientación electricista o electromecánicos van a los talleres", dijo y recordó que el programa tiene veinte años, fue iniciado por docentes y articula con la empresa.
Y entendían que había posibilidad de brindar otras herramientas a otras instituciones, bachilleratos y comerciales por lo que se creó el programa de capacitación laboral, para chicos de distintas escuelas en diferentes oficios. Por ello funcionan los oficios de carpintería, electricidad doméstica y semindustrial, soldador y herrería, y plomería.
"Ellos pasan por las diferentes secciones, se los evalúa, se les da los conceptos básicos y mediante eso se les da las prácticas profesionalizantes. En la localidad de El Talar hubo un gran impacto y empezamos a agrandar el programa, y actualmente tenemos una matrícula de 625 alumnos", explicó Garrido.
El programa está estructurado y financiado por la empresa Ledesma a cargo de Vicente Amadeo y Soledad Sierra, mientras los que encabezan la Escuela de Oficios son Sergio Guantay y Gonzalo Garrido.
Este año hubo 5% de deserción por la pandemia
Además de darles capacitaciones en oficios también les brindan informática, comunicación y mediante el programa "Manos solidarias" de la escuela de oficios se hace un seguimiento a los estudiantes en diferentes instituciones, e insertar a aquellos que habían dejado de estudiar. Cuentan con un equipo y un programa para asistir a jóvenes que consumen sustancias psicoactivas, los contienen y dan tareas a través de la escuela de oficios.
Tienen dos cohortes, la primera para que en dos años puedan terminar el programa de cuatro oficios, y hasta ahora tienen el 5% de deserción de los alumnos de 16 años en adelante. Siempre con la mirada en lograr la inserción laboral, iniciaron capacitación en cooperativas, de modo que puedan conformar alguna si no encuentran trabajo.
"Este año fue complicado al principio, luego cuando fueron liberando educación mediante clases virtuales, Classroom, tuvimos buena respuesta y seguimos dando la capacitación", explicó Garrido. Para quienes no accedían permitían que vayan a usar la computadora por turnos. Con conexión vía Zoom y Whatsapp se dio continuidad y para la parte práctica los docentes hicieron producción manual y enviaron videos para que trabajen con materiales de la casa.
Sobre la formación de la Fundación Varkey, Garrido explicó: "Si bien en el departamento Ledesma se conoce el programa, permitió mostrar a otras instituciones educativas que a través de la articulación, comunicación y trabajo en equipo con diferentes instituciones podemos trabajar en oficios y con experiencias que permitían plantear estrategias para mejorar nuestro programa". Dijo que la inserción es palpable y que en pandemia algunos estudiantes ingresaron a trabajar en la empresa Ledesma, y entre quienes se recibieron el año pasado el 30% ya tenía trabajo y otros armaron pequeñas asociaciones.