Ana Cecilia Gómez fue condenada a la pena de prisión perpetua por el Tribunal en lo Criminal Nº 1, luego de hallarla autora del crimen de su hijo Alexis Mamaní, ocurrido en una vivienda del barrio Florida de la ciudad de Palpalá en marzo del 2018
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Ana Cecilia Gómez fue condenada a la pena de prisión perpetua por el Tribunal en lo Criminal Nº 1, luego de hallarla autora del crimen de su hijo Alexis Mamaní, ocurrido en una vivienda del barrio Florida de la ciudad de Palpalá en marzo del 2018
En la jornada de ayer en horas de la tarde, en la sala de audiencias del octavo piso del Palacio de Tribunales, antes de la producción de los alegatos, Gómez decidió declarar ante los magistrados y entre las frases sueltas que recitó, dijo : "Yo a mi hijo no le hice nada".
No era la Ana Gómez que los medios habían conocido, la que desafiaba con la mirada a extraños y propios, era una mujer hundida en una silla, intentando convencer a los jueces de su inocencia.
Pero nada de esto sucedió, Gómez mencionó en todo momento que esa tarde del 19 de marzo, dejó a su hijo de tres años caminando solo por la ruta provincial Nº 56 en Palpalá, porque su exsuegra así se lo había exigido y terminó diciendo "mi hijo salió vivo de mi casa".
Esta frase tomó sentido cuando en la producción de los alegatos, los fiscales de Cámara Marcelo Cuellar y Diego Cussel dieron cuenta que el informe de la autopsia reveló que el niño fue asesinado en su vivienda de la calle Mitre del barrio Florida y Gómez recorrió 1.546 metros, para arrojar el cuerpo de su hijo en las aguas del río Grande.
Gómez se refirió en mayor parte de su relato a su hijo Alexis, como "el chiquito". Intentó poner en escena a otras personas y de repente se quedaba callada, como tratando de acordarse de algo, pero en todo su descargo, que duró poco más de media hora, no pudo salirse de la escena, ni supo explicar por qué motivo le dijo a la policía que Alexis había desaparecido en una plaza del barrio 9 de Julio, distante a casi 5 kilómetros de donde residía.
No solo las pruebas testimoniales involucran directamente a Gómez sobre el asesinato de su hijo, sino que su teléfono celular y una llamada telefónica a una agencia de remís, solicitando de manera urgente ser trasladada desde el barrio Florida hasta la avenida Libertad.
Gómez asesinó a su hijo en una pieza al fondo de la vivienda de la calle Mitre, lo tapó con una pequeña "colcha" y recorrió la periferia del barrio Florida. Allí fue vista por dos hombres, padre e hijo que trabajan en un ripiera, y la mujer intentó no ser vista.
"Solo quedará en la conciencia de ella por qué lo hizo", dijo uno de los fiscales de Cámara de la Sala I, Marcelo Cuellar, a la prensa luego de conocerse la parte dispositiva del fallo anoche alrededor de las 20.
Mirada siempre desafiante
Gómez supo desde un primer momento que su suerte estaba echada, que todas las maromas que intentó su abogado defensor terminaron siendo inconsistentes a la hora de la presentación de pruebas.
Y ayer se mostró nuevamente desafiante ante los medios, sonriendo a la cámara aun sabiendo que pasará casi el resto de su vida en prisión. Pero lo más grave es que todavía no expresó remordimiento por la muerte de su hijo, solo manifiesta angustia por su situación de encierro, según los informes de los peritos psicológicos, que posicionan a la personalidad de la condenada con rasgos psicopáticos.
Gómez pasará por lo menos 25 años en prisión.