Un interno de la Unidad Penal Nº 7 del barrio Alto Comedero fue imputado por la tenencia de estupefaciente. El insólito hecho se registró el viernes pasado cuando los efectivos realizaron controles de rutina en las celdas y descubrieron que entre las pertenencias del interno Alfredo Aldo Mealla había más de 100 envoltorios que contenían una sustancia espesa blanquecina y un teléfono celular.
inicia sesión o regístrate.
Un interno de la Unidad Penal Nº 7 del barrio Alto Comedero fue imputado por la tenencia de estupefaciente. El insólito hecho se registró el viernes pasado cuando los efectivos realizaron controles de rutina en las celdas y descubrieron que entre las pertenencias del interno Alfredo Aldo Mealla había más de 100 envoltorios que contenían una sustancia espesa blanquecina y un teléfono celular.
De inmediato se dio aviso a la Brigada de Narcotráfico y luego de ser analizada la sustancia, dio positivo para clorhidrato de cocaína, conocida como pasta base.
Los efectivos extremaron los controles en el Sector 2 y en la Celda 1 donde fueron descubiertos los estupefacientes y además descubrieron un cargador de teléfono celular.
El Juzgado Federal tomó conocimiento del hecho y dispuso que pese una nueva imputación sobre el joven procesado.
Como así también dispuso su inmediato traslado a la Unidad Penal del barrio Gorriti, hasta que se resuelva su situación procesal.
Ahora es materia de investigación determinar cómo llegó a manos del interno la droga y qué hacía él con esos envoltorios el imputado.
La primera hipótesis que los investigadores manejan es que durante las visitas, el interno se hacía de la droga, para luego vendérselas a los internos.
Además se solicitó la lista de personas que visitaron al interno en los últimos tiempos.