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El abrapampeño combatiente de Malvinas

Conmovedor relato de un veterano de guerra que reivindica la causa.
Sabado, 04 de abril de 2020 01:02

Arribaba el 14 de abril a Malvinas para sumarse a sus camaradas y defender el territorio argentino. "De día no había nada, el combate se desplegaba por las noches", recordó el abrapampeño Silverio Tolaba, quien fue prisionero de guerra. La suerte de la vida le permitió rehacer su vida y hoy lo puede contar en primera persona.

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Arribaba el 14 de abril a Malvinas para sumarse a sus camaradas y defender el territorio argentino. "De día no había nada, el combate se desplegaba por las noches", recordó el abrapampeño Silverio Tolaba, quien fue prisionero de guerra. La suerte de la vida le permitió rehacer su vida y hoy lo puede contar en primera persona.

Tolaba dijo que fue el último en llegar a Malvinas a cargo de una compañía de apoyo, compuesta por doce hombres, que más tarde serían repartidos por distintos lugares de las islas. "El 1 de mayo comenzó el combate a las 7 de la mañana, desde esa fecha todos los días era combates, bombardeos, cada vez los ingleses se acercaban más, no fue fácil. El objetivo de ellos era llegar al lugar donde estaban las principales tropas de soldados argentinos".

El veterano de Malvinas, al conformar la tercera línea y por circunstancias de ese momento, le permitió no sufrir situaciones graves de la propia guerra, pero sí le tocó perder la vida de amigos del Ejército Argentino. Todavía recuerda que el armamento de los británicos era superior al de la Argentina. En aquella oportunidad Silverio Tolaba tenía el cargo de cabo primero con 23 años de años.

El 13 de junio de 1982 fue el combate final, ese día junto a otros tantos soldados argentinos, Silverio Tolaba fue tomado prisionero por quince días. "Mediante la Cruz Roja pudimos volver a Puerto Madryn en el Transatlántico y más luego a Buenos Aires. Pero la situación era desesperante, no sabíamos si volvíamos a casa, no pasaban nunca los días".

"Cuando uno vuelve de la guerra, no se queda bien, ni psicológicamente, ni psíquicamente, nada es lo mismo. La desesperación es grande, no es fácil volver a la vida normal, me costó muchísimo", aseguró.

Al terminar la guerra, Tolaba no pudo continuar en el Ejército y años después conformó su familia. "Luego de la ofensiva, estuvimos mal vistos por el gobierno, éramos los locos de la guerra". Con el paso del tiempo los excombatientes de Malvinas peleaban por situaciones inherentes al bienestar de su salud, "pero han pasado 38 años, ahora mes a mes se nos va un soldado de Malvinas", lamentó.

En cuanto a la evocación del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, dijo que "para nosotros es algo grande que significa en nuestras vidas, no cualquiera es veterano de Malvinas, nos costó un montón".

Asimismo, expresó que "nos cuesta mucho entender que las Malvinas todavía no sean nuestras, nos quedamos con las manos vacías, pero tenemos el sentimiento en el corazón, que las Malvinas son argentinas".