Un escribano fue detenido al ser sorprendido cuando arrojaba partes del cuerpo descuartizado de un hombre a las aguas del Río Luján, en ese distrito situado a unos 60 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires.
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Un escribano fue detenido al ser sorprendido cuando arrojaba partes del cuerpo descuartizado de un hombre a las aguas del Río Luján, en ese distrito situado a unos 60 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires.
El detenido fue identificado como Ignacio Ricardo Baladía, quien tiene su escribanía en la calle Almirante Brown a 1000, en la localidad de Morón, donde se sospecha habría cometido el crimen.
El macabro incidente ocurrió anoche en la zona de Puente Mitre, cerca del ex salón Colonial, informaron fuentes policiales y medios locales.
Un lugareño alertó sobre movimientos extraños en la ribera del Río Luján al sistema de alerta ciudadana municipal y un móvil policial se acercó al lugar.
Los efectivos se toparon con un automóvil BMW con manchas de sangre en el baúl y una vez que se acercaron al río, vieron a un hombre que al percatarse de la presencial policial arrojó un bulto al río.
Por medio de linternas, los policías pudieron advertir que se trataba de la parte superior de un cadáver, que más tarde se confirmó que era masculino.
Al ser abordado por los uniformados, el hombre que arrojó el cuerpo descuartizado al río, se identificó como escribano y aseguro que conoce la ley.
Según trascendió, se sospecha que antes de ser sorprendido, el profesional había arrojado una valija, que fue arrastrada por la corriente del río.
En el interior del auto, la Policía encontró 20.700 dólares y el documento de identidad de un hombre, llamado Miguel Ángel Pereyra, de 41 años, domiciliado en Castelar y que tendría antecedentes delictivos.
Además, se supo que, en una declaración a la Policía sin valor judicial, Baladia confesó que mató a tiros al hombre porque intentó robarle.
En horas de la madrugada se realizaron allanamientos en el estudio y en la casa del detenido, situada sobre la calle Santa Fe al 1000, en Morón, donde se encontraron rastros hemáticos y se secuestraron un cuchillo, además de una hidrolavadora, la cual habría sido utilizada en el lugar en el que se seccionó el cuerpo.
Mientras intentaba establecerse si había otros restos en el río Luján, la fiscal local Mariana Suárez ordeno la remisión de las partes halladas a la Morgue de la ciudad de Chvilcoy.