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El GM, atrapado entre dos modelos

Lunes, 15 de junio de 2020 01:02

El gobernador Gerardo Morales tiene una fuerte historia política que le ha permitido ascender desde el humilde llano del radicalismo universitario, hasta convertirse en una figura sobresaliente de la vida nacional. Para ello, como todo dirigente notable, habrá sorteado momentos extremando la habilidad de su cintura para navegar desde los principios más radicalizados que dictó Leandro Alem ("Que se rompa pero que no se doble"), al pragmatismo imprescindible para sortear obstáculos, tejer sociedades y alcanzar objetivos políticos. Desde que fue el tenaz opositor a una alianza con el macrismo -con argumentos que le darían la razón cuando ya los había desechado- hasta hoy, el GM recorrió un largo camino. Corría marzo del 2015, cuando en Gualeguaychú, un terrible congreso radical sellaba su alianza con el PRO y la Coalición Cívica-ARI, cuando por 188 votos a 114, el grupo liderado por Julio Cobos, Ricardo Alfonsín y el GM, entre otros, perdía en furiosa votación. Pero la fórmula Macri/Michetti desplazó del poder a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner quien había bendecido (¿?) a Daniel Scioli para intentar la continuidad en el poder. Totalmente republicano, el GM se subordinó a la decisión de la UCR, y fue pope entre los popes de Cambiemos; y totalmente pragmá tico surfeó en la cresta de la ola, se coronó gobernador y rindió la provincia al macrismo. Sobrevinieron días felices, la armonía y la amistad con el presidente hicieron olvidar las objeciones iniciales y las críticas a la conducción que había "girado a la derecha" de manera grosera. Pero, sorpresas de la vida, el PRO se enredó en su soberbia falta de expertise y se estrelló en el 2019. El GM, aprovechando los desencuentros del PJ, repitió el triunfo en Jujuy, pero esta vez se encontró con nuevos inquilinos en Casa Rosada y en la Quinta de Olivos. El pragmatismo volvió a instalarse en su pensamiento y su acción.

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El gobernador Gerardo Morales tiene una fuerte historia política que le ha permitido ascender desde el humilde llano del radicalismo universitario, hasta convertirse en una figura sobresaliente de la vida nacional. Para ello, como todo dirigente notable, habrá sorteado momentos extremando la habilidad de su cintura para navegar desde los principios más radicalizados que dictó Leandro Alem ("Que se rompa pero que no se doble"), al pragmatismo imprescindible para sortear obstáculos, tejer sociedades y alcanzar objetivos políticos. Desde que fue el tenaz opositor a una alianza con el macrismo -con argumentos que le darían la razón cuando ya los había desechado- hasta hoy, el GM recorrió un largo camino. Corría marzo del 2015, cuando en Gualeguaychú, un terrible congreso radical sellaba su alianza con el PRO y la Coalición Cívica-ARI, cuando por 188 votos a 114, el grupo liderado por Julio Cobos, Ricardo Alfonsín y el GM, entre otros, perdía en furiosa votación. Pero la fórmula Macri/Michetti desplazó del poder a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner quien había bendecido (¿?) a Daniel Scioli para intentar la continuidad en el poder. Totalmente republicano, el GM se subordinó a la decisión de la UCR, y fue pope entre los popes de Cambiemos; y totalmente pragmá tico surfeó en la cresta de la ola, se coronó gobernador y rindió la provincia al macrismo. Sobrevinieron días felices, la armonía y la amistad con el presidente hicieron olvidar las objeciones iniciales y las críticas a la conducción que había "girado a la derecha" de manera grosera. Pero, sorpresas de la vida, el PRO se enredó en su soberbia falta de expertise y se estrelló en el 2019. El GM, aprovechando los desencuentros del PJ, repitió el triunfo en Jujuy, pero esta vez se encontró con nuevos inquilinos en Casa Rosada y en la Quinta de Olivos. El pragmatismo volvió a instalarse en su pensamiento y su acción.

El GM habrá apostado como muchos a la llegada de un presidente que accedía al sillón de Rivadavia propuesto por una sola electora y consagrado por millones de votos, mostrándose como prenda de moderación y tolerancia, prometiendo concordia y abjurando de la grieta. Los primeros meses mostraron un gobernador de Jujuy dispuesto a la conciliación, al respaldo a la gestión de AAF que -se sabía- llegaba jaqueada por una monstruosa deuda heredada del macrismo, más los graves problemas anteriores irresueltos. El pragmatismo se convirtió otra vez en la herramienta del GM y todo parecía avanzar sobre rieles. Pero aparecieron los peros: 1) la espantosa pandemia que todo lo condiciona, a la que enfrentó con rapidez y solvencia, que le permitieron contener los primeros embates del coronavirus. 2) El "albertismo en formación" casi olvidado cedió terreno y expectativas ante la repotenciación del cristinismo que arrasa todo a su paso y amenaza con arrasar al mismísimo Presidente. Los hechos que lo demuestran son variados y constantes, tanto que obligaron a los socios de Cambiemos a una reacción: hace horas, volviendo de un largo silencio y agobiado por una marea de denuncias que se agitan en su contra, Mauricio Macri y Lilita Carrió llamaron a reconstituir y ampliar Cambiemos para enfrentar los "atropellos institucionales" del Gobierno. Fuertes referentes como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich, Mario Negri, Alfredo Cornejo y Humberto Schiavoni, entre otros, levantaron la lanza para cruzar el retorno del modelo K.

El Gobierno nacional avanza con la expropiación de Vicentin ("mirada estratégica de lo que se viene", dijo la senadora Fernández Sagasti), aún a riesgo de sumar enemigos y hasta de entorpecer la negociación de la deuda; María Garrigós de Rébori, fundadora de Justicia Legítima, asumió como interventora del Servicio Penitenciario Federal. El equipo bonarense ultra K Axel Kicillof/Sergio Berni/Teresa García destroza a la ministra de Seguridad (albertista) Sabina Frederic; inesperadamente Jorge Chueco, el abogado de Lázaro Báez, fue excarcelado; Ignacio Barrios Arrechea (un exradical hijo de Ricardo, exgobernador de Misiones) de la mano de Cefk asumió como titular del Ente Yaciretá, los intelectuales K de "Carta Abierta" (Horacio González, Ricardo Forster, Atilio Borón, entre otros) reflotaron el grupo bajo el nombre de Comuna Abierta para ser un sostén ideológico del Gobierno y "para recuperar muchas tradiciones intelectuales y político militantes: la nacional popular, el peronismo de izquierda, emancipador y una cultura comunista". Las flojas respuestas de JxC: unos 300 intelectuales redactaron un duro documento contra el Gobierno; y acordaron que Miguel Pichetto asuma como auditor de la AGN, donde cuatro de los 6 miembros, responden a Cefk, no alteran el fiel de la balanza.

¿Qué hará el GM, hoy atrapado entre dos modelos que comenzaron un combate político de (im)previsibles derivaciones? Jujuy vive una situación explosiva. Enfrentó el virus con energía y mantiene aún una posición de privilegio en esa lucha desigual, pero no puede evitar ser arrastrada por el tsumani de la recesión, con su actividad productiva al borde del quebranto y las arcas estatales dependiendo más que nunca del auxilio nacional. Y aparece aquí la encrucijada para el GM -y para todos los opositores con responsabilidad de Gobierno-: si doblan la cintura obligados por las dificultades o apelan a contemporizar, si son acuerdistas serán fagocitados por el modelo K que no perdona debilidades. Si eligen ser duros, quebrarse pero no doblarse, serán rotulados enemigos, colocadores de palos en la rueda, los atravesará la soledad política, y la convivencia se tensará y enfriará con efectos obvios. Nada nuevo: ya ocurrió varias veces en este país, especialista en tropezar siempre con las mismas piedras.

Nada es fácil. En Jujuy, como sea, se pagará el aguinaldo a partir del 15 de julio. El GM se diferencia del gobernador radical de Mendoza que lo pagará escalonado entre septiembre y noviembre; Jujuy descartó emitir cuasi monedas, aunque una pequeña alerta apareció en el pueblo salteño de San Carlos, donde el intendente Héctor Vargas emitirá el "Bono Sancarleño" para cuidar el poco circulante de pesos en los Valles Calchaquíes. ¿Y si cunde el ejemplo? El episodio de twits y retwits entre el GM y su par de Salta Gustavo Sáenz (culpándose por el manejo de la pandemia), lamentable e innecesario, ojalá quede rápidamente sepultado entre los temas que nunca debieron haber ocurrido y en el peor momento para las sobreactuaciones. Las protestas de los estatales seguirán: salud reclamando más y mejores equipamientos y educación que no se fuerce volver gradualmente a clases en condiciones inadecuadas, como lo advirtió el propio ministro nacional Nicolás Trotta.

Entre crisis y pandemia, entre el modelo K que vuelve y la resurrección de Cambiemos, el GM gobernador y el GM referente de Cambiemos, deberá atender cómo se ubicará y ubicará a la provincia, de cara a lo que se viene: un jaleo que no hay que ser demasiado avispado, para imaginarlo.