Por ENRIQUE M. ARNAU doctor e ingeniero.
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Por ENRIQUE M. ARNAU doctor e ingeniero.
Las personas con cáncer siguen demandando una atención amplia y global, no sólo de su enfermedad sino de su estado de salud general. Son ellos los que han generado en los EEUU el movimiento internacional de Medicina Integrativa. Es pues, la Oncología Integrativa una de las áreas donde más se ha desarrollado este modelo de trabajo médico, donde el paciente es atendido de forma global.
La Medicina Integrativa, que se basa en un profundo conocimiento de la fisiología humana y de sus mecanismos de reparación y recuperación, aplicada al cuidado de pacientes con cáncer, busca superar las limitaciones del modelo actual sin perder ninguna de las ventajas del avance del conocimiento médico. La desnutrición o la falta de una adecuada alimentación saludable es el diagnóstico secundario más común en el paciente con cáncer, con una incidencia entre el 15% y el 49% en el momento del diagnóstico y hasta el 80 % en los casos de enfermedad avanzada y deterioro de la calidad de vida, y una de las principales causas de morbi/mortalidad. La finalidad de los tratamientos es potenciar la capacidad innata del cuerpo para repararse y sanarse ya que tiene en cuenta todas las dimensiones del ser humano: físicas, psicológicas, sociales y espirituales.
En la filosofía de la Medicina Integrativa en cáncer hay que destacar varios puntos: a) Utilizar instrumentos basados en datos contrastados, seguros y eficaces es decir basados en evidencias científicas cualificadas; b) Fusiona las acciones de la medicina convencional junto con el conocimiento validado de medicinas complementarias; c) Se basa en el principio de precaución a través de análisis individuales de riesgo/beneficio; d) Busca mejorar la calidad de vida de cada uno de sus pacientes; e) El paciente es consciente y está plenamente informado de los riesgos y beneficios de todos los tratamientos; f) Las áreas más eficaces son la prevención, el apoyo, así como los cuidados paliativos, prestando gran atención al cuidado de los pacientes que han superado la enfermedad.
Es importante que un coordinador,- el oncólogo integrativo-, que es un médico que forma parte de un equipo clínico de Medicina Integrativa atienda temas varios como trabajo social, aspectos espirituales, grupos de apoyo, enfermería especializada, entrenador físico, nutrición, etc. y que fije los objetivos de Medicina Integrativa en el tratamiento del cáncer: A) Mejorar la calidad de vida del paciente; B) Mejorar la tolerancia a los tratamientos convencionales (quimioterapia, radioterapia) reduciendo los efectos secundarios; C) Apoyo y cuidados a la familia; D) Ayudar al paciente en la adaptación a la situación actual de enfermedad con cuidados paliativos, utilizando todos los recursos farmacológicos, psicológicos, y en las decisiones de tratamiento, ofreciéndoles información detallada sobre los tratamientos integrados complementarios y sobre sus riesgos y beneficios; E) Asesorar en estrategias nutricionales y estilos de vida para reducir las recurrrencias, terapias de reforzamiento del sistema inmune y reducción de los efectos secundarios, de la quimioterapia y radioterapia (suplementación orto molecular, detoxificación hepática, homeopatía).
Conclusión
El objetivo de la intervención nutricional en una dieta integrativa es mantener o mejorar la ingesta energética y mitigar las alteraciones metabólicas, manteniendo la masa de músculo esquelético y la actividad física, disminuyendo el riesgo de reducción o interrupción del esquema de tratamiento oncológico y mejorando la calidad de vida. El tratamiento de la malnutrición asociada al cáncer incluye un consejo nutricional de mantener una ingesta proteica y energética con la alimentación natural, sin embargo, esto es difícil y generalmente se requieren suplementos nutricionales orales que son mezclas completas de nutrientes homogéneos para completar el consumo de alimentos.