¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
25 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Disímil situación de los productores agrícolas

El panorama difiere según la magnitud de la producción, ubicación y restricciones de la zona, según se informó.
Martes, 11 de agosto de 2020 01:02

Luego de cuatro meses y medio de aislamiento y de una configuración regional en función de la situación sanitaria, el sector productivo tiene una disímil situación. En Las Pampitas muchos productores sufren la bajas ventas por pérdida de los principales compradores de otras provincias; en la Quebrada ven aumentos en insumos para la siembra. En la Puna la pequeña ganadería no puede acceder a sus mercados, va a pérdida y vislumbra sequía.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Luego de cuatro meses y medio de aislamiento y de una configuración regional en función de la situación sanitaria, el sector productivo tiene una disímil situación. En Las Pampitas muchos productores sufren la bajas ventas por pérdida de los principales compradores de otras provincias; en la Quebrada ven aumentos en insumos para la siembra. En la Puna la pequeña ganadería no puede acceder a sus mercados, va a pérdida y vislumbra sequía.

Algunos productores están limitados por las dificultades de circulación para llegar con sus producciones o recibir camiones de otras provincias. Sobre todo en el Valle de Los Pericos, y en la zona cálida fueron favorecidos por el aumento de la demanda al crecer el consumo de provincias que Jujuy provee. En la Quebrada consumen en invierno lo comercializado en verano, parte de lo cual algunos perdieron por la inundación de febrero, y están por iniciar la siembra pese a subas de insumos y semillas. La Puna padece dificultades para comercializar sus carnes, parte del ganado creció sin vender, y temen el sobrepastoreo y pérdidas por el inicio de la escasez de pasturas. “Los productores estamos sufriendo un montón porque estamos produciendo con lo poco que nos va quedando, pero no se puede vender la verdura porque no entran compradores de mayor cantidad, que son los que vienen del sur, de Buenos Aires, Chaco, Formosa, Tucumán”, explicó Eulalia Martínez, quien representa a 360 productores, entre subarrendatarios y arrendatarios de Las Pampitas.

De hecho, aseguró que se están quedando con algo de la producción porque la demanda también es menor. Algunos venden en la feria de Perico, otros en la de Palpalá, en su propia chacra o bien en la ruta. Dijo que solo ingresaron camiones de Salta y uno que otro, no solo por los requerimientos sino porque Perico es “zona roja”, lo que también afecta a floricultores, cuyo canal de producción se cerró pese a la iniciativa provincial. Agregó que actualmente están en etapa de siembra. Una realidad distinta es la de Yuto. “En cuanto a producción se pusieron de moda los hábitos saludables, tuvimos una demanda más alta de productos, toda la citricultura anduvo bien, las hortalizas también se vendieron bien y eso que fue en un país parado”, afirmó José Luis Checa, presidente de la Asociación de Frutas y Hortalizas de Jujuy y Salta.

Continúan produciendo pese a las limitantes de rutas, que se dio repentinamente al principio con cierres y afectó a camiones, que hizo que faltaran fertilizantes y otros insumos, pero se fue subsanando. Hay demanda y ahora abastecen al país al ser Jujuy el único lugar que produce a contraestación, porque las heladas fueron leves y además sumaron el mercado paraguayo que llegó a comprar. En la Quebrada es distinto. “Ahora estamos en temporada de siembra, moviendo los suelos, viendo los precios elevados de las semillas, los plásticos para almácigos y las herramientas.

En el verano producimos y en el invierno nos abastecemos de la temporada anterior. En el caso mío tuvimos inundaciones y algo de producción salvamos y otra parte fue pura pérdida”, explicó Néstor Quispe, de Huacalera. Algunos tuvieron pérdidas pero otros debido a que al principio las restricciones no estaban tan estrictas se vendió. Pero en la medida que avanzaron los controles afectó porque los camiones no podían ingresar, solo lo hicieron intermediarios de Tucumán y Salta. Hoy preocupa los costos de siembra y esperan tener una buena cosecha estimada para noviembre, de la que dependen. “Después de la inundación llegó la pandemia y los productores vieron que los camiones no podían ingresar; los agricultores, ganaderos, quienes elaboran quesos se vieron afectados”, explicó Samuel Valero, del área rural de la comuna de Huacalera. Dijo que actualmente se les flexibiliza la circulación para que puedan trabajar en el campo “mientras respeten las medidas sanitarias”.

En ganadería es difícil vender la carne

“Llevamos cuatro o cinco meses en donde se ha podido vender carne, que es lo que más dinero te da inmediatamente, de ninguna clase, ni llama ni oveja, está muy paralizado por el Covid, hay mucha falta de dinero, afectó a la economía”, explicó Adira Concepción Maidana, productora de Cieneguillas, departamento Santa Catalina. Por otro lado y atenta a los conocimientos de los productores que vieron que hubo poco viento, temen que es muy probable que haya pocas lluvias. “Vamos a tener pocas lluvias o sea que el panorama viene muy crítico. Todo ha sido un círculo vicioso, se ha parado la economía, no ha habido ventas por la misma cuarentena, la gente empezó a consumir menos, si bien uno podría tener la capacidad de trasladar carne o verduras, la gente también tiene un poder económico bajo y no compra lo que se vendía antes”, afirmó.

Explicó que suelen comercializar en distintos puntos, las ovejas en La Quiaca; los corderos pequeños y llamas pequeñas en el Mercado Central de San Salvador de Jujuy, en Humahuaca, en los hoteles. “Pero ahora como todo eso está parado nuestras ovejas van a morir, la mejor época que tenían pasturas ya pasó, y ahora estamos haciendo chalona de oveja para que se seque y vender. Los corderos pequeños se han hecho grandes y tenemos carneros, y lo mismo con la llama, baja la pastura hasta enero que recién reverdece, corren el riesgo de morirse”, explicó Maidana. Planteó que la situación para los pequeños ganaderos es complicada tratándose de una economía pequeña.

Dijo que si bien se dejó la libertad a las municipalidades, La Quiaca bloqueó y como Santa Catalina está libre de Covid no se puede cumplir con los requerimientos de aislamiento de 14 días para poder llevar carne, con lo cual se complica la comercialización. En tanto otro productor que tiene local de comercialización en esta ciudad, Miguel Maidana, señaló que bajó mucha la venta porque no hay mucha demanda, y que en Cieneguillas tienen dificultades para poder traer la mercadería por las restricciones de días pares o impares, y deben calcular para volver, ya que no pueden quedarse.