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Adicciones y cuarentena

Martes, 18 de agosto de 2020 01:01

El estado de aislamiento social que transitamos desde hace ya meses, ha producido efectos en numerosas áreas. Una de ellas, y fundamental, es la salud de las personas. Todos los esfuerzos se han direccionado a prevenir o evitar en la mayor medida posible una enfermedad física como es el contagio de Covid-19. Pero, ¿la salud mental (que incluye lo psicológico y emocional)? La salud no puede definirse solo en términos físicos, sino que es "en estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades" (OMS).

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El estado de aislamiento social que transitamos desde hace ya meses, ha producido efectos en numerosas áreas. Una de ellas, y fundamental, es la salud de las personas. Todos los esfuerzos se han direccionado a prevenir o evitar en la mayor medida posible una enfermedad física como es el contagio de Covid-19. Pero, ¿la salud mental (que incluye lo psicológico y emocional)? La salud no puede definirse solo en términos físicos, sino que es "en estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades" (OMS).

El miedo, la preocupación por la economía y el futuro, el estrés que ello conlleva, el sentimiento de soledad se han instalado en la sociedad. Y hay personas con mayores recursos personales y familiares para afrontarlos, y otras que se encuentran en un estado de mayor "vulnerabilidad". Entre estas últimas se encuentran las personas con problemas de adicción.

Sobre esta problemática, las estadísticas han demostrado un aumento en este tiempo en el consumo de sustancias psicoactivas, principalmente de alcohol, tabaco y psicofármacos.

El estado de abstinencia y los síntomas de angustia y ansiedad (presentes en personas con problemas de consumo) se han visto potenciados, provocando: un mayor consumo en quienes lo venían haciendo, e incluso "recaídas" en personas que se encontraban en tratamiento.

Es que, el consumo de sustancias en la mayoría de los casos es en realidad un "medio de escape" a una situación que se presenta como insoportable, un intento -como se dice- fallido de obtener bienestar.

Comprender esto, así como el papel de la familia es, como veremos, fundamental.

Lo que esconden

Son muchos los factores que influyen en el consumo, y que por ende deben ser tenidos en cuenta para comprender y para abordar cada caso. No podemos ya pensar que el problema en sí es la sustancia, o enfocarnos sólo en la persona que consume, o el contexto social al que pertenece -hoy nadie puede discutir que la droga no reconoce estratos sociales, sino que atraviesa toda la sociedad-.

En el 95% aproximadamente de los casos, existe en la persona lo que denominamos un "problema de vida", que opera (a veces favorecido por otros factores) como un disparador al consumo. Por eso decimos que, más que un problema con la droga en sí, el sujeto tiene un problema con la vida. De hecho, la palabra misma, adicción, se compone del prefijo "a" (proposición negativa) más "dicción" (que es hablar o decir). Por tanto, adicción se relaciona con "lo no dicho", con "no poder poner en palabras algo que le está pasando a la persona" y que le genera angustia, dolor, frustración, etc.

Dicha angustia, dolor, frustración, etc. busca desesperadamente una vía de escape, y el adicto la encuentra en el efecto alienante de las sustancias o comportamientos.

Adicción: dependencia

Más allá de que detrás de una adicción hay un "problema de vida no hablado", debemos aclarar que cuando hablamos de adicción hablamos de una dependencia del sujeto a una sustancia o comportamiento determinado (porque también hay adicciones al juego, al sexo, a la televisión, a la pornografía, a internet, al celular, etc.), en la que se prioriza el uso de la sustancia, o el desarrollo de un comportamiento, frente a otras conductas consideradas antes como más importantes. Es decir antes que trabajar, estudiar, o cumplir con las responsabilidades adquiridas, el sujeto prefiere pasar tiempo consumiendo y estar bajo el efecto de las sustancias. La dependencia hace que el sujeto se pierda en el objeto, pierda la libertad de tomar decisiones y construir un proyecto de vida.

La dependencia que se establece es física, porque, en palabras simples, el cuerpo "pide la sustancia", y psicológica (el deseo irresistible de repetir el consumo o administración de una sustancia para: obtener la vivencia de sus efectos agradables, placenteros y/o evasivos; y evitar el malestar que se siente con su ausencia). Cuando una persona posee un entorno afectivo sano, positivo, y contenedor, que brinde un sentido de pertenencia, valore, refuerce la autoestima, las dificultades personales se sobrellevan con menos consecuencias y con mayor capacidad para afrontarlas y superarlas.

Aprendamos a aprovechar este tiempo, para acercarnos, para replantearnos modos de vida, para sanar. Nunca antes tuvimos tanto tiempo para quedarnos en casa y disfrutar de la familia. Es una oportunidad. Y esa es la invitación. La Fundación "Luz de Vida" brinda contención en estas problemáticas, comuníquese al 3884544620, escribanos a fundació[email protected] o a la página de Facebook. ¡Estamos para ayudarte!