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De no caminar por más de un año a correr maratones

A raíz de un accidente le sacaron parte de una pierna, se recuperó y hoy Emilio Roble es un destacado deportista.
Miércoles, 30 de septiembre de 2020 01:00

Emilio Roble era oficial de la Policía de la Provincia y luego de haber cumplido sus horas de trabajo, sufrió un grave accidente que le cambió la vida y lo dejó inmóvil por más de un año pero sus ganas de superarse lograron que su rehabilitación sea óptima ya que en la actualidad corre maratones, hace ciclismo, juega al fútbol, al vóley y al hándbol.

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Emilio Roble era oficial de la Policía de la Provincia y luego de haber cumplido sus horas de trabajo, sufrió un grave accidente que le cambió la vida y lo dejó inmóvil por más de un año pero sus ganas de superarse lograron que su rehabilitación sea óptima ya que en la actualidad corre maratones, hace ciclismo, juega al fútbol, al vóley y al hándbol.

 

Emilio Roble tiene 45 años y desde hace cinco años trabaja cumpliendo la función de seguridad en El Tribuno de Jujuy.

Trabajó como Policía desde el año 2000 hasta el 2004 donde estuvo en las seccionales Segunda, Sexta y en la Caminera, hasta que en la mañana del 17 de agosto del 2004, cuando regresaba de su trabajo, sufrió un fuerte impacto de un vehículo, él iba en motocicleta junto a un compañero.

En ese sentido mencionó, en diálogo con El Tribuno de Jujuy que "una persona en estado de ebriedad me chocó de frente, yo iba manejando y desde el accidente estuve hasta el 5 de septiembre del año siguiente sin poder caminar y tirado en la cama. Cuando fue el choque recuerdo que nunca perdí la conciencia, estuve consciente hasta que llegué a la terapia".

El impacto fue de frente, "intenté hacer una maniobra para esquivarlo pero no pude. Yo había visto varios accidentes, sabía que me había quebrado y me vi la mano destruida. Recibí ayuda de un policía que entraba a tomar servicio y de inmediato ingresé al quirófano donde estuve más de 12 horas", añadió.

MARATONISTA/ PESE A TENER UNA PIERNA MÁS CORTA ES UN GRAN DEPORTISTA.

Las consecuencias fueron roturas de ambos fémures, estallaron sus huesos, lo operaron del estómago, le sacaron 1,20 cm de intestino y otra intervención quirúrgica en la mano. Además le colocaron un aparato en las piernas para que sujete los huesos que estaban destrozados.

Asimismo comentó que "yo tenía que esperar los injertos hasta que llegaron. El Incucai me dio huesos cadavéricos porque mis piernas no se completaban, por eso me pusieron clavos y el fierro en las piernas para que hagan de huesos hasta que se realizó el trasplante en diciembre. De ahí cada cuatro meses me operaron".

Roble indicó que lo operaron en quince ocasiones en las piernas, una en el estómago y dos en la mano.

Quedó inmóvil

Sobre el tiempo que estuvo sin poder moverse expresó que "no podía levantarme de la cama, tenía las rodillas duras y no las podía doblar. De a poco empecé a levantarme pero me agarró una infección y todo se volvió a complicar porque me tuvieron que sacar un pedazo de pierna, por eso tengo un pie más corto que el otro. Me cortaron el hueso, el fémur, cinco centímetros y me lo volvieron a unir porque esa era la parte que estaba infectada. Nunca se supo si fue un virus o un rechazo al injerto que tenía".

La situación se iba complicando ya que al estallar el fémur le quedaron partes pequeñas de hueso por dentro de la pierna que de a poco las fue expulsando. "Esos pedacitos iban apareciendo y los tenía que sacar, a veces yo me levantaba y veía como una roncha en la pierna que se me explotaba y salía un pedacito de hueso", aseguró.

Situaciones como esas pasó durante varios años Emilio Roble que desde el primer momento se mentalizó que no se iba a dejar vencer por lo que le había pasado pese a que las lesiones que portaba eran varias.

Al recordar lo que fue el período postaccidente, también mencionó la nostalgia que siente por no poder ejercer la profesión que tanto ama, que es la de policía.

Mejoras y muchas ganas de superarse

SUS PILARES/ MENCIONÓ QUE SU FAMILIA LO AYUDÓ MUCHO EN ESE MOMENTO.

Después de algunos altibajos, la convicción por mejorar de Roble trajo buenos resultados y de a poco empezó a caminar. 

Al respecto señaló que “yo sinceramente después de vivir el accidente nunca volví para atrás, no me lamenté, lo vi como algo que pasó y que de ahí había que mirar sólo para adelante. No sé si fue mi preparación, por la experiencia que tenía viendo accidentes o por mi personalidad pero nunca me lamenté”.

Recién en el 2008 pudo caminar solo tras pasar por silla de ruedas, bastón, muletas, andador, etc. Hizo mucha fisioterapia para poder doblar las rodillas ya que caminaba como un “robot”.

Durante todo ese período, se esforzó el doble para que su rehabilitación sea más rápida por lo que además de hacer sesiones con el fisioterapeuta se ejercitaba en su casa, “buscaba la manera de doblar la rodilla, me hice materiales en casa para hacer fuerza”, agregó.

En relación al deporte dijo que empezó jugando fútbol cinco, primero con un poco de miedo por todo lo que le había pasado hasta que se fue animando cada vez más. Hasta que un día le tocó jugar en la liga de veteranos, siendo ese un punto de partida. 

“De ahí tomé coraje y no me paró nadie, ahora juego a lo que sea, seguí con vóley, ahora entreno hándbol, sigo con el fútbol, hago ciclismo y corro maratones como ser de la Policía, el Servicio Penitenciario, la de Los Diques y la de BEl Tribuno de JujuyP. También hago trial y airsoft”, afirmó.

Viendo las lesiones que tenía nunca se imaginó ser hoy en día un deportista tan activo por eso es que le agradece mucho a su familia que lo ayudó en los peores momentos. “Yo quería caminar y no generarle molestias a nadie, porque ya había molestado mucho el tiempo que estuve en cama. Para superar esto la ayuda de ellos fue fundamental, también de los médicos del sanatorio ’Quintar’, además de las ganas de no quedarme, de levantarme y seguir y de querer mejorar”, finalizó.