El secretario de Seguridad Vial de la Provincia, Alejandro Marenco, dijo que si bien la siniestralidad y las muertes han disminuido por la cuarentena, "los números son muy altos en relación a las restricciones de circulación y de las actividades habilitadas".
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El secretario de Seguridad Vial de la Provincia, Alejandro Marenco, dijo que si bien la siniestralidad y las muertes han disminuido por la cuarentena, "los números son muy altos en relación a las restricciones de circulación y de las actividades habilitadas".
Marenco afirmó que Seguridad Vial pasó de tener "tres a cuatro controles fijos a contar con quince" en toda la provincia.
Señaló que los motociclistas siguen siendo los principales protagonistas de los siniestros, que circulan con barbijos pero sin el casco puesto. "A nivel país representan casi un 40% de los siniestros viales anuales, y exactamente el mismo indicador de muertes, y también hay un número bastante preocupante de las personas que sufren lesiones graves", apuntó el funcionario.
También expresó que "el transporte público se debe volver a poner a pleno, al 100% de operatividad, atendiendo que ayudará a desocupar camas de las terapias intensivas debido a los siniestros por motos".
El funcionario provincial señaló que el área a su cargo "debió reinventarse, ya que para los controles fronterizos se adquirió más tecnología, se optimizaron recursos humanos, y se está reconvirtiendo la escuela de educación vial, que se hará online para aquellas personas que no tienen capacidad económica para pagar una infracción de tránsito".
Marenco indicó que se redujeron en un 50 a 52% las muertes que devienen de siniestros viales, pero apuntó que los números de incidentes viales siguen siendo altos cuando la circulación bajó en un 30%.
Señaló que esto se debe al comportamiento de la gente, que "al notar que tiene la calle o la ruta más liberada, se toma libertades que terminan mal. Nosotros ya lo tenemos reflejado en los controles de velocidad que estábamos implementando en distintos puntos. Especialmente se da en la ruta nacional 66 en el tramo que va de Perico a Palpalá o San Salvador, donde tenemos un promedio de seis actas solamente por la mañana, por exceso de velocidad. Más las que se hacen por el elevado uso de celulares mientras se conduce, o los manos libres, lo cual está prohibido".
El funcionario precisó que hoy en día las faltas más comunes son por el exceso de velocidad, los conductores alcoholizados y el no uso del casco. "Los motociclistas van a la cabeza. Se busca generar acciones pero no ayudan mucho los que conducen las motos. Soy un convencido en que hay que endurecer las sanciones.Y eso ya lo he planteado a la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Para sacar un auto de la concesionaria tiene que estar patentado y con seguro, y lo mismo tiene que ser para comprar una moto. Hay que endurecer la comercialización de la moto, porque es el vehículo que más cantidad de siniestros registra", remarcó.
Transporte público
Más adelante, consideró que con las aperturas de actividades que están dando dentro de la pandemia, el transporte público no debería seguir restringido a un 30 o 35% de la capacidad operativa. "El transporte público debería haber empezado a tener la misma cantidad de frecuencias, atendiendo a que hay disposiciones sanitarias sobre la distancia social dentro de los colectivos. Entonces hay que sincerar y ver qué es más importante, cuánto le cuesta al país la siniestralidad de las motos y bicicletas".
Agregó que poniendo al 100% la operatividad del transporte público, "nos ayudará a desocupar camas de las terapias intensivas debido a los accidentes de motos y otros vehículos, que son necesarias hoy para ocuparlas por quienes sufren el Covid. Ese es un tema de debate y que tiene hasta posiciones encontradas en algunos estamentos. Hay provincias que alientan el uso de la moto y pretenden que se hagan carriles selectivos para ellas. Pero primero tengamos en mejores condiciones las rutas nacionales que hace setenta años que son las mismas, las ciudades tienen que hacer un pormenorizado estudio de cuáles son las vías que eventualmente pueden servir como bicisenda, hay que contemplar el comportamiento del ciclista, motociclista o futuro usuario de la vía pública".
Marenco comentó que hace unos días "Naciones Unidas sacó una nueva resolución prorrogando por diez años más el decenio 2021-2030, porque los objetivos del 2011 -2020 fracasaron, que era reducir en un 50% la mortalidad vial en el mundo. Por el contrario, lejos de bajar, aumentó. Pasamos de 1.250.000 personas que mueren por año en el mundo a consecuencia de siniestros viales, a casi 1.400.000. Las políticas fracasaron y hay que volverlas a replantear, considerando el escenario actual que nos cambia absolutamente todo", subrayó para finalizar Marenco.